El compositor y el contrabajista darán
un concierto en la sala Nezahualcóyotl
Terry Riley y Scodanibbio entablarán un diálogo
con todo el poder de los mantras
El autor de En Do es el fundador del minimalismo
Su música ha influido en Philip Glass, Michael Nyman y los grupos
de rock The Who, Grateful Dead y Tangerine Dream
PABLO ESPINOSA
El compositor californiano Terry Riley ofrecerá
este viernes en la sala de conciertos Nezahualcóyotl uno de esos
conciertos que hacen historia. El maestro Riley a los teclados, voz y tánpura,
entablará un diálogo sonoro con el contrabajista italiano
Stefano Scodanibbio en una sesión cuyo título lo dice todo:
Night Ragas.
Entre las muchas maneras de ubicar la importancia de este
suceso figuran las siguientes: se trata de uno de los compositores que
mayor influencia han establecido en el espectro de la música de
finales del siglo XX y principios del XXI en el mundo.
Otra
forma de encarar el privilegio de una visita de tal trascendencia es recordar
que Riley es reconocido como el fundador del minimalismo, si bien su colega
Lamonte Young había desarrollado ya en las postrimerías de
los años 50, en la Universidad de California en Berkeley, los conceptos
esenciales de la también llamada música repetitiva: frases
expandidas al infinito y un efecto de tiempo musical eterno con un mínimo
de sonido.
También hay otra manera de enmarcar el júbilo
de un concierto en vivo con un personaje como Terry Riley: su influencia
definitiva en la consolidación de la cultura rock. Cuando los destinos
de Young y Riley convergieron en el mero inicio de la década de
los 60, en la pléyade de iniciados ya figuraba -como integrante
del grupo formado por Lamonte Young: Theater of Eternal Music- el maestrísimo
John Cale, ese semidiós de la cultura rock, antiguo integrante del
mítico grupo Velvet Underground y compañero de ruta por lo
tanto de Nico, Lou Reed, David Bowie y el mismísimo Andy Warhol.
Pensamiento musical de oriente y occidente
Existen muchas historias fabulosas y verdaderas en la
vida musical de Terry Riley. Una de ellas es harto preciada por los conocedores
de la mejor música rock: cuenta la leyenda que Pete Townshend, Roger
Daltrey, Keith Moon y John Entwistle, los integrantes del grupo The Who
(aunque otra versión presenta a Townshend solo en tal sesión
hipersicodélica) pasaron una noche entera escuchando una y otra
vez una obra clásica entre las clásicas: En Do, composición
escrita en 1964 por Riley que constituye un hito comparable a la sonrisa
de la Mona Lisa. Profundamente elevado, por la mañana tomó
el teléfono Townshend y localizó al autor de esa partitura
tan honda y alta. Le dijo todas las linduras que uno puede decirle a un
genio cuando tiene el privilegio de dirigirse a él. El siguiente
capítulo de esta historia es el track inicial del siguiente
disco, en aquel entonces, de The Who, Who's Next el disco y Baba
O'Riley la rola, en franco homenaje a En Do y a las barbas de
Riley.
Colaboraciones con el trompetista de jazz Chet Baker y
después con otro genio: Steve Reich (prácticamente su alumno)
y su colega John Gibson (conocido en México por sus visitas junto
a Alexander Balanescu, John Harle y Sarah Leonard, integrantes de la Michael
Nyman Band), delinean muchas vertientes de sus amplias influencias, al
igual que ha influido de manera evidente en su continuador Philip Glass
y en los grupos de rock Grateful Dead y Tangerine Dream.
Durante una visita anterior a México, Riley dijo
en entrevista a este reportero que una manera de entender su música
es recurriendo al concepto, forma y contenido de un mantra: en el transcurso
del tiempo -explicó en ese entonces a La Jornada- ''mi música
apela a una reflexión concentrada en lo repetitivo, como en los
mantras, mientras el cerebro realiza operaciones humanas formidables''.
En su concierto del viernes 29 a las 20:30 horas en la
sala Nezahualcóyotl (Insurgentes Sur 3000), Terry Riley reunirá,
con el contrabajista Stefano Scodanibbio -figura ya legendaria en el terreno
de la música nueva-, lo mejor del pensamiento musical de oriente
y occidente, las enseñanzas de su maestro, Pran Nath, el poder curativo
de los mantras y toda la belleza del pensamiento musical de un hombre que
ya hizo historia: Terry Riley.