Hay coincidencias sólidas para que Ley de Ingresos se apruebe el 5 de diciembre: PRI
Diputados panistas aceptarían mayor estimación del precio de petróleo
CIRO PEREZ SILVA Y ROBERTO GARDUÑO
Sin que aún tenga lugar una guerra entre Estados Unidos e Irak, diputados del PAN coinciden con priístas y perredistas en la posibilidad de incrementar las estimaciones que fijó el gobierno foxista al precio del petróleo mexicano. Su propuesta es "crecer" estas estimaciones en 50 centavos de dólar, para fijar el barril en 17.50 dólares, contra los 18 que podrían demandar PRI y PRD.
Con esta declaración se allana buena parte de la discusión entre las distintas bancadas respecto del volumen de recursos que se requieren para cubrir demandas en materia de educación, salud y fortalecimiento a las entidades federativas, temas que interesa fomentar a todos los grupos legislativos, aunque con un precio mayor del petróleo no se consigue cubrir los requerimientos totales, mismos que se completarían con reasignaciones presupuestales.
Estas reasignaciones van de 30 a 130 mil millones de pesos, de acuerdo con cada bancada. Ayer mismo un grupo de diputados del PRI anunció que trabaja en un proyecto para cambiar asignaciones, por un monto cercano a 50 mil millones de pesos.
Abel Trejo, coordinador de los diputados priístas por Oaxaca, mencionó que "hay coincidencias cada vez más sólidas" que permiten suponer que la Cámara de Diputados estaría en condiciones de aprobar la Ley de Ingresos el 5 de diciembre, y el Presupuesto de Egresos a mediados de mes, declaración que coincide con las expresiones de los presidentes de las comisiones de Presupuesto, el panista Luis Pazos, y de Hacienda, el priísta Oscar Levín.
Luego de una reunión con directivos de Pemex, el legislador panista Mauricio Candiani sostuvo que los funcionarios justificaron el monto sugerido por el gobierno federal para la mezcla mexicana de petróleo. "Nos trajeron una disyuntiva: si este Congreso le apuesta a un escenario de paz en Medio Oriente o a uno de guerra en esa región", comentó.
"A nosotros como miembros de la Comisión de Energía lo que nos corresponde es hacerle llegar a los compañeros de la Comisión de Hacienda esta perspectiva, señalar cuál es la disyuntiva en el mercado internacional y, en consecuencia, ayudar a tomar la decisión del precio. En mi opinión, nos podemos ir a un escenario donde crezcamos en medio dólar solamente el precio de la mezcla mexicana de exportación para efectos presupuestales, y no caer en la tentación, como lo proponen otras fuerzas políticas, de irnos a un escenario de guerra y un incremento irresponsable del precio", dijo.
En caso de guerra
Estos datos, insistió, plantean dos vías para determinar el precio del barril de petróleo. En caso de guerra, el Congreso estaría en la posibilidad de incrementar el precio pronosticado del petróleo de la mezcla mexicana de exportación para el año que entra, "y crecerlo en un dólar o un dólar y medio cuando mucho, y eso nos da una disponibilidad mayor de recursos para efectos del Presupuesto de Egresos de la Federación, manteniendo una cosa que técnicamente se llama el superávit primario de Pemex, para que también la paraestatal se pueda ver beneficiada en términos de su capacidad de inversión".
En este caso habría una expectativa mayor de ingresos para el gobierno federal por la vía petrolera, que significa contar con mayores recursos para gastar en el presupuesto, pero eso solamente se sostiene bajo un escenario de guerra; "de otro modo, estaríamos presionando el déficit de las finanzas".
Como parte de las negociaciones y cabildeos, ayer estuvieron presentes en San Lázaro los gobernadores de Sinaloa, Juan S. Millán Lizárraga, y de Puebla, Melquiades Morales, quienes se reunieron con legisladores de diversos partidos y compartieron sus preocupaciones respecto del paquete económico 2003.
Millán Lizárraga urgió tanto al gobierno federal como a los diputados a destinar mayores recursos al campo para evitar una crisis en ese sector el año próximo. Advirtió que se requiere de una política gubernamental para los próximos 10 años, donde se contemplen subsidios, reactivación del crédito, modernización de sistemas de riego, comercialización y saneamiento de carteras vencidas; en caso contrario, se corre el riesgo de "acelerar la movilización social del medio rural a las ciudades y hacia fuera del país".