Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 27 de noviembre de 2002
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Política

Deberán responder al cuestionario de 33 preguntas que formuló la Fepade

Senadores priístas cierran filas en torno a Bartlett, Gamboa, Sauri y Roque

ANDREA BECERRIL, ENRIQUE MEDEZ Y CRISTOBAL GARCIA REPORTEROS Y CORRESPONSAL

Los cuatro senadores priístas a quienes la Fiscalía Especial para Delitos Electorales (Fepade) llamó a declarar el viernes en torno al Pemexgate recibieron el respaldo de sus compañeros, durante una reunión previa a la sesión de ayer. Ahí, Manuel Bartlett, Humberto Roque Villanueva, Dulce María Sauri y Emilio Gamboa reiteraron que la "persecución política" a la que son sometidos por la administración de Vicente Fox no los distraerá de su labor legislativa.

En ese encuentro, el senador Ricardo Aldana les informó que hoy tanto él como el dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, entregarán sus pruebas de descargo a la Sección Instructora de la Cámara de Diputados, encargada del proceso de desafuero.

Aldana expresó a los senadores su confianza en que no se les retirará el fuero, ya que son inocentes de los cargos que se les imputan en torno al presunto desvío de recursos de Petróleos Mexicanos (Pemex) a la campaña presidencial de Francisco Labastida Ochoa, el senador con licencia Eduardo Bours Castelo -quien obtuvo recursos privados a nombre del PRI- se deslindó de su pasado y afirmó que nunca estuvo en la estructura formal del equipo labastidista.

El interrogatorio, "maniobra electoral"

Los cuatro senadores que el viernes pasado declararon en una oficina de la Torre de El Caballito ante la Fepade informaron a sus compañeros que se les entregó un cuestionario de 33 preguntas que deberán responder en los próximos días.

En entrevistas posteriores Bartlett, Gamboa, Sauri y Roque reiteraron que darán la cara cuantas veces sea necesario, ya que no tienen nada que ver con el llamado Pemexgate.

Roque Villanueva comentó que las preguntas que se les formulan en el cuestionario "son francamente cuestiones de detalle sobre las que definitivamente no tengo ninguna preocupación". Se trata, agregó, de una mala estrategia de Fox, porque "el tiempo permitirá que la opinión pública aprecie que se trata sólo de una maniobra electoral".

El legislador dijo que en lo jurídico no requieren asesoría adicional a la que tienen en este momento -un abogado penalista para los cuatro-, ya que además "creemos que no va a pasar absolutamente nada".

-ƑHay riesgo de que se pretenda desaforarlos?

-No. No hay materia, tendrían que torcer la Constitución, el derecho, la moral, la ética y todo cuanto hay para siquiera suponer que estamos en condiciones de iniciar un juicio de procedencia.

En entrevista aparte, el senador Bartlett dijo que este asunto "acabará en el ridículo" porque el gobierno de Fox "no ha podido demostrar que haya una sustracción ilegal de recursos de Pemex".

La intención del gobierno, dijo, es que el caso termine cerca de la fecha de las elecciones del próximo año.

El senador Gamboa Patrón consideró que lo han involucrado en una "guerra política". Declaró que luego de 33 años de ser político entiende que acusarlo a él y a los demás senadores de estar implicados en el Pemexgate "es parte del juego político". De tal manera que "ellos están en su derecho de terminar la investigación y nosotros de defendernos".

En Hermosillo, Sonora, Eduardo Bours Castelo se deslindó de cualquier vínculo que pudiera relacionarlo con la investigación sobre el presunto desvío de recursos de Pemex al PRI. Para reforzar su dicho afirmó: "nunca estuve dentro de la estructura formal" del equipo de campaña del ex candidato presidencial Francisco Labastida Ochoa.

En la campaña de 2000, sin embargo, Bours fue designado por el propio Labastida como "enlace" con el sector empresarial para conseguir fondos privados, y en esa calidad pasó la charola a sus amigos.

Aunque en enero pasado afirmó que él solo consiguió 890 millones de pesos para financiar la campaña de Labastida, el ahora candidato del PRI al gobierno de Sonora dijo que el llamado Pemexgate representa un "caso cerrado", porque en su momento aportó toda la información que le fue requerida por el Instituto Federal Electoral (IFE).

Bours Castelo afirmó que el IFE cuenta en su poder con toda la información sobre el financiamiento privado de la campaña presidencial priísta de 2000. "Y ya no hay nada más que aportar", argumentó.

Refirió que la convocatoria para que comparezca ante el IFE, que hizo el consejero electoral Jaime Cárdenas, representa "una campaña orquestada por pro perredistas, porque el instituto electoral ya cuenta con toda la documentación del caso".

Indicó que a pesar de que para él es un caso "finiquitado", el IFE no puede requerir a personas físicas debido a que su relación es con los partidos políticos, lo que evidencia que en el órgano electoral el Pemexgate se ha convertido en un asunto de carácter personal, más que de partidos.

Para el candidato perredista a la gubernatura, Jesús Zambrano, la posición asumida por Bours Castelo confirma la renuencia de los priístas a rendir cuentas claras y trasparentar el manejo de los recursos de la campaña de Labastida Ochoa.

Zambrano señaló que en el caso de Bours Castelo -quien expresamente convocó a una conferencia de prensa para ofrecer detalles sobre cuánto y cómo recaudó dinero para la campaña labastidista- se debe llegar hasta las últimas consecuencias y, si tiene responsabilidad, que se le castigue, "porque nadie puede estar al margen de la ley".

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