Llama a un mitin multitudinario en repudio
Cuestiona Cuba el "violento contraste" de la política
migratoria estadunidense
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 17 de noviembre. Con
la convocatoria a un mitin de más de cien mil personas, Cuba intentará
llamar la atención internacional este lunes con una protesta por
el violento contraste en la política migratoria de Estados Unidos,
que premia los viajes ilegales desde la isla mientras refuerza la persecución
de indocumentados de otras nacionalidades.
Los medios informativos locales llamaron hoy a la concentración,
que se realizará frente a la Sección de Intereses (oficina
diplomática) de Estados Unidos en La Habana, para repudiar la liberación
de un piloto aviador y siete familiares, incluso una menor, que el lunes
pasado alcanzaron territorio estadunidense en un viaje ilegal, realizado
a bordo de un avión estatal de fumigación conducido por el
desertor.
"¿Cómo puede el mundo entender la retórica
antiterrorista y las acciones en defensa de la seguridad nacional que proclama
el presidente norteamericano y su gabinete, mientras se practica una política
que estimula la piratería aérea, el secuestro de aviones
y el terrorismo, con las trágicas consecuencias que ello tiene?",
preguntó un comunicado oficial difundido el domingo.
A bordo de una nave Antonov-2 de fabricación
soviética, el piloto Nemencio Alonso y sus familiares aterrizaron
en Cayo Hueso el pasado lunes. Fueron custodiados por el Servicio de Inmigración
y Naturalización y estuvieron recluidos en el Centro de Detención
de Krome hasta el viernes pasado, en que quedaron libres.
Por vía oficial, la cancillería cubana había
pedido a Estados Unidos la devolución de la nave con sus ocho ocupantes.
Según la Ley de Ajuste Cubano de 1966, los ocho
cubanos pueden adquirir la residencia en Estados Unidos si permanecen en
ese país durante un año y un día, aunque su ingreso
al país haya sido indocumentada, irregular y hasta riesgosa.
La declaración contrastó cómo Estados
Unidos abre las puertas a los cubanos que emigran ilegalmente, "mientras
los más de 200 haitianos que protagonizaron un desesperado desembarco
en las costas de la Florida unas semanas atrás son rechazados y
enviados de vuelta a su empobrecida nación; mientras cientos de
mexicanos mueren todos los años tratando de cruzar furtivamente
la patrullada frontera que los separa del vecino del norte y cuando el
gobierno estadunidense incrementa su represión contra árabes
y musulmanes residentes en su territorio".
Tras el triunfo electoral republicano a principios del
mes, el presidente George W. Bush confirmó que su política
migratoria seguirá siendo restrictiva con la excepción de
los cubanos.
La Ley de Ajuste Cubano, que las autoridades de la isla
llaman "asesina", abre las puertas a los emigrantes de este país
que logren pisar terrotorio estadunidense, aunque los acuerdos bilaterales
de 1994 y 1995 obligan a Washington a repatriar a los indocumentados cubanos
interceptados en alta mar. La diferencia entre la emigración ilegal
premiada y la frustración de volver al punto de origen bien pueden
ser unos metros de mar. Todo esto se conoce en Florida como política
de pies secos-pies mojados.