Enfrenta Argentina 21.5% de desempleo; en la
pobreza, 20 de los 36 millones de habitantes
Busca Duhalde responsabilidad compartida al pactar
con el FMI
Más ajustes, aumento a servicios públicos
y ejecución de hipotecas, las condiciones del Fondo
AFP Y DPA
Buenos Aires, 17 de noviembre. Argentina, país
productor de alimentos por excelencia donde uno de cada cinco niños
está desnutrido, debatía este domingo su relación
con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al seguir trabadas las negociaciones
entabladas por el gobierno de Eduardo Duhalde.
El FMI, cuyas políticas fueron aplicadas a rajatabla
durante el mandato de Carlos Menem (1989-99), exige nuevos ajustes a las
provincias, aumento de las tarifas de servicos públicos y la ejecución
de deuas hipotecarias.
El
presidente, que en 10 meses de negociaciones no logró cerrar un
acuerdo con el FMI, busca ahora comprometer a los líderes del Congreso
y a los 24 gobernadores del país en la búsqueda de una salida,
al convocarlos a una cumbre que comenzó esta noche. En una de las
entradas de la residencia presidencial de Olivos, donde se celebra el encuentro,
se apostaron hoy medio centenar de integrantes del Movimento Sin Trabajo
Teresa Vive.
"Las condiciones para un acuerdo con el FMI están
sobre la mesa. Yo me hago cargo. Pero los gobernadores y el Congreso también
deben hacerlo. Si no es así estoy dispuesto a irme ahora mismo",
expresó en privado Duhalde, según el diario Clarín.
En busca de un respiro hasta 2003
Argentina busca desde el estallido de la crisis en diciembre
pasado un acuerdo con el FMI que le dé respiro hasta finales de
2003, en que tiene vencimientos por 14 mil millones de dólares con
los organismos financieros, pero algunos analistas sospechan que el instituto
no está dispuesto a firmar nada con el actual gobierno, que termina
su gestión en mayo próximo.
Reuniendo a los influyentes dirigentes políticos,
Duhalde busca de hecho compartir con ellos la responsabilidad de haber
incumplido, el pasado jueves, un pago al Banco Mundial al abonar sólo
79.2 millones de dólares de intereses sobre un vencimiento por 805
millones, con el argumento de no sacrificar las reducidas reservas monetarias.
Duhalde pedirá a los gobernadores mayor ajuste
en las ya empobrecidas provincias, y a los legisladores que el Congreso
no modifique la Ley de Quiebras ni prorrogue la suspensión de las
ejecuciones por deudas hipotecarias, entre otros muchos temas que tiene
en carpeta el FMI.
La ejecución de deudas hipotecarias dejaría
a miles en las calles, cuando, como destacan dirigentes civiles, los deudores
no han pagado en muchos casos porque su dinero desapareció en el
corralito bancario, por el cual virtualmente los bancos confiscaron
los ahorros y depósitos de los argentinos desde hace casi un año.
Lo que queda en las cuentas, además, perdió 70 por ciento
de su valor con las sucesivas devaluaciones del peso.
No le será fácil al presidente el apoyo
de los mandatarios provinciales, cuyas arcas está exhaustas, por
lo que muchos debieron imprimir bonos para sueldos y pagos de la administración
pública, seudodinero que el Fondo también cuestiona.
Además, "no sirve aumentar las tarifas (...) es una tontería
porque lo único que van a aumentar son los morosos; ¿qué
van a hacer, cortar el agua a todo el mundo?", se preguntó el precandidato
presidencial peronista José Manuel de la Sota.
"Me llama la atención que ahora se hable nuevamente
de más ajustes", se quejó el domingo el gobernador de Formosa,
el peronista (oficialista) Gildo Insfrán.
Insfrán pertenece a una región del país,
el norte, particularmente castigada por la crisis, donde esta semana murieron
por desnutrición cinco niños en Tucumán.
Datos oficiales difundidos este día revelan que
uno de cada cinco niños de Argentina está desnutrido, que
siete de cada diez nacen en un hogar pobre y cuatro de cada diez viven
en la indigencia.
La mortalidad infantil en Argentina -según datos
del Ministerio de Salud- es de 18.4 por mil nacidos vivos, el doble que
los países desarrollados y más alta que Costa Rica, Cuba,
Chile o Uruguay, destacó Clarín. La tasa se elevó
este año a raíz del acelerado empobrecimento de la población
que provocó la recesión combinada con la devaluación,
según el Centro de Estudios Sobre Desnutrición Infantil,
organismo consultor de la Organización Mundial de la Salud.
Las tasas más altas de desnutrición se dan
en el empobrecido norte, en provincias como Chaco y Formosa, donde la mortalidad
infantil supera 30 por mil. Pero también la capital y sus populosos
alrededores -que con unos 12 millones de personas es el centro urbano más
poblado del país- registran numerosos casos de niños desnutridos,
con el mate cocido (infusión de yerba mate) como su base de alimento
diario.
Las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística
y Censos (INDEC) revelan además que 55 por ciento de los argentinos
viven en la pobreza, lo que equivale a 20 de sus 36 millones de habitantes,
y 26 por ciento es indigente, o sea que 10 millones de personas no acceden
a la alimentación básica.
El desempleo en un país con cuatro años
de recesión alcanza 21.5 por ciento y la subocupación 18.6
por ciento, lo que representa un total de 5.6 millones de personas con
problemas de trabajo, según los datos oficiales más recientes.
Con ese trasfondo social en un país que fue bautizado
el granero del mundo, economistas debaten cuál es la prioridad
de acordar con el FMI.
Reactivar la economía, prioridad
Argentina "puede descender al subsuelo si el tiempo transcurre
y no se firma un acuerdo" con el FMI, sostuvo la Fundación Capital.
En cambio, el ex ministro de Economía Aldo Ferrer, de tendencia
desarrollista, entiende que "el tema del Fondo es importante pero de segunda
prioridad; lo que tenemos que hacer es poner la economía en marcha,
ya que se encuentra funcionando 30 por ciento por debajo de su capacidad
productiva potencial.
"Si bien es probable que Argentina le interese poco al
FMI, seguramente Brasil sí le preocupa, y resulta relevante para
los organismos internacionales", subrayó la Fundación Capital,
establecida por el actual vicecanciller, Martín Redrado. Para esta
fundación, si Argentina no cede nuevamente ante el FMI se creará
una situación de inestabilidad en la región que se trasladará
a Brasil.
Para Ferrer, "ya hace muchos meses que no hay acuerdo
y se ha establecido cierta normalidad en algunos mercados, por lo que hay
una inmensa exageración en todo esto.
"Argentina puede vivir al contado respecto del resto del
mundo si utiliza bien el superávit que tiene en su balanza comercial.
El acuerdo con el Fondo lo que hace es regularizar la situación
con los acreedores, aunque hay que preguntarse a qué costo", añadió.
Una encuesta de Research International-Analogías
que pu-blica hoy el diario La Nación sostiene que 31 por
ciento de mil 200 consultados "continuaría pagando (la deuda) pero
con una renegociación que sea principalmente buena para los argentinos".
El 37 por ciento "cortaría totalmente (las negociaciones)
y empezaría de nuevo con la idea de vivir con lo nuestro", mientras
sólo 6 por ciento "continuaría negociando según los
términos que nos piden, porque si no nadie nos va a tomar en serio".
El restante 6 por ciento no tiene opinión formada.