La prensa estadunidense publicó evidencias
de empresarios dedicados al lavado de dinero
Convergen en Wall Street cuantiosos flujos de dinero
proveniente del narco
Ejecutiva de Lehman Brothers blanqueaba millones
de dólares a Mario Villanueva Madrid
DPA
Washington, 17 de noviembre. Wall Street se ha
convertido en un puerto al que llegan cuantiosos flujos de dinero provenientes
del narcotráfico, según indicios cada vez más frecuentes
en la medida en que el gobierno estadunidense presiona para limitar las
facilidades tanto para la mafia como para las empresas que brindan su estructura
a estos fines, destacó este domingo la prensa estadunidense.
El diario New Herald y otras publicaciones, como
Money Laudering Alert, pusieron de relieve el caso y publicaron
informes sobre la relación de ejecutivos con el lavado de
dinero.
Después de los atentados terroristas del 11 de
septiembre del 2001, se intensificó la campaña contra el
lavado de dinero y se acusó a los grupos terroristas del
mundo de nutrirse económicamente del negocio de las drogas ilegales.
Los cárteles de cuello blanco, como ya se
tiene identificados a los ejecutivos que se prestan para internar en el
circuito económico legal las decenas de millones de dólares
que provienen de la droga, están en la mira del gobierno en Washington
y la prensa.
Las denuncias más reciente muestran que "por debajo
de los rascacielos de cristales ahumados de esta ciudadela financiera mundial,
donde cuelgan los pedigríes de ejecutivos graduados en las mejores
universidades de Estados Unidos, está pasando un torrente de dinero
del narcotráfico cuyo caudal es difícil de silenciar", publica
el New Herald.
"Es el cártel del cuello blanco, compuesto
por una eficiente legión de ejecutivos de Wall Street y de las 500
de Fortune que, sin tocar un gramo de cocaína, han logrado
encauzar ese torrente de millones de dólares hacia el sistema bancario
a través de inversiones, desviaciones, sociedades ficticias, cuentas
de paso en paraísos financieros y en bancos de tradición
en Estados Unidos".
Pero en lugar de encauzar sus baterías contra las
instituciones financieras implicadas, la justicia estadunidense ha descargado
el peso de la ley contra funcionarios de poca estatura. Para Charles Intriago
que dirige Money Laumdering Alert, los fiscales se han hecho de la vista
gorda con las empresas.
El más reciente es el caso de una ejecutiva de
la prestigiosa firma bursátil Lehman Brothers, Consuelo Márquez,
acusada en junio por un fiscal de Nueva York de lavar millones de
dólares para el ex gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva
Madrid, quien enfrenta cargos de narcotráfico en Estados Unidos
y México.
Márquez, hija de inmigrantes mexicanos y con una
exitosa carrera en finanzas, era la encargada de ofrecer servicios privados
al cliente en la firma de Nueva York, y en esa condición, según
la acusación, ayudó a Villanueva a crear una telaraña
de empresas desde Suiza a las Bahamas, para infiltrar en el sistema bancario
unos 15 millones de dólares de dividendos del narcotráfico.
El caso de una presunta relación delictiva entre
empresas legales y la mafia no es nueva, en junio de 1999, la entonces
procuradora general Janet Reno, se reunió con los presidentes de
Hewlett-Packard Ford, General Motors, Sony, Westinhouse, Whirlpool y General
Electric Company, para preguntarles qué sabían sobre el lavado
de dinero a través de sus operaciones legales.
Ninguno de los directivos quiso hablar entonces, pero
la reunió generó un debate sobre as fronteras de su responsabilidad
ante el asedio de los dineros sucios.
En febrero de este año el vicepresidente del Bank
of New York se declaró culpable de cargos de lavado de dinero
para la mafia rusa; la acusación original dejó al descubierto
que el banco sí fue usado para blanquear de 4 mil a 8 mil
millones de dólares.