En diciembre aumenta la incidencia, advierte el STC
Suman 27 suicidios este año en el Metro; ayer, uno en Camarones
LAURA GOMEZ FLORES
Problemas económicos, de salud, laborales, familiares y de pareja han orillado a 27 personas a arrojarse a las vías del Metro este año. Ayer ocurrió el más reciente caso en la estación Camarones de la línea 7, lo cual ocasionó la interrupción del servicio durante más de una hora.
Las autoridades del Sistema de Transporte Colectivo (STC) explicaron que la mayoría de los sistemas de transporte similares en el mundo son vulnerables a la decisión de las personas que atentan contra su vida arrojándose a las vías.
Dicha situación genera interrupciones del servicio que van de minutos hasta horas, en lo que se recoge el cuerpo de la víctima y se recargan de energía las vías.
Anteriormente las líneas preferidas por los suicidas eran la Uno, que corre de Observatorio a Pantitlán; 2, de Tasqueña a Cuatro Caminos, y 3, de Indios Verdes a Universidad; pero ahora se observa una mayor diversificación, en las líneas 5, de Pantitlán a Politécnico, y la 7, de El Rosario a Barranca del Muerto.
Los mil 300 vigilantes, distribuidos en dos horarios, resultan insuficientes para detectar a posibles suicidas, aunque en varias ocasiones han evitado esos actos. Cuando "las personas tardan en ascender al tren, se pasean desesperadamente por los pasillos y parecen al acecho del tren, son observadas y, en un momento dado se les ofrece ayuda", refirieron autoridades del STC.
Sin embargo, reconocieron que la gran cantidad de gente que se desplaza en los andenes impide que los elementos de vigilancia actúen con prontitud para evitar que alguien se aviente al paso del convoy.
El organismo advirtió que ante el elevado número de suicidios que suelen registrarse en diciembre, se reforzará la vigilancia y continuarán los llamados de atención a los usuarios para que no rebasen la línea amarilla en los andenes, que "es la diferencia entre la vida y la muerte", sobre todo en horas pico.