MEXICO S.A.
Carlos Fernández-Vega
Optimismo de Cepal, desinflado por sus propias cifras
Aumentan pobreza e indigencia
PARA LA REGION MAS desigual del mundo, América Latina, las buenas noticias no dejan de fluir: en 2001, 214 millones de personas, casi 43 por ciento de la población regional, vivía en la pobreza y de ellas, 92.8 millones (18.6 por ciento), en la indigencia. En 2002, "el más crítico del último quinquenio", esa proporción aumentará en no menos de un punto porcentual.
JOSÉ ANTONIO OCAMPO, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), comentó ayer los resultados del informe anual (Panorama social de América Latina 2001-2002) del organismo que encabeza, y advirtió que de concretarse este año, como todo indica, una retracción económica regional (estimada en 0.8 por ciento), se espera un aumento de la pobreza a 44 por ciento y de la indigencia a 20 por ciento. Tal como sucedió en 2001, este mayor incremento se volvería a producir en Argentina y se observarían deterioros importantes en Venezuela, Paraguay y Uruguay. Probablemente sólo en Perú y República Dominicana la pobreza se reduciría levemente.
DE ACUERDO CON LA información estadística del mencionado reporte anual, entre 1998 y 2000 México habría reducido de 46.9 a 41.1 el porcentaje de población que sobrevivía en condiciones de pobreza y de 18.5 a 15.2 por ciento en indigencia. Sin embargo, precisa la Cepal, para 2001 dicha proporción habría crecido nuevamente a 42.3 y 16.4 por ciento, respectivamente.
NINGUNA DE LAS CIFRAS difundidas por el organismo especializado de la ONU coincide con las recientemente reconocidas por el gobierno foxista, en el sentido de que al cierre de 2000 alrededor de 54 por ciento de los mexicanos vivía en condiciones de pobreza y miseria, de acuerdo con el reporte que sobre el particular presentó la Sedesol, aunque de cualquier manera la proporción habrá aumentado tras dos años sin crecimiento económico y un presupuesto "austero" para 2003, sin mayores perspectivas de mejoría.
LA CEPAL CONSIDERA QUE las proyecciones para 2002 apuntan a un aumento de la pobreza en alrededor de 7 millones de personas, de las cuales cerca de 6 millones corresponderían a indigentes. Estas cifras, sin embargo, no se traducen en incrementos proporcionales de la pobreza en los 18 países de la región. La elevación del número de pobres en Argentina sería uno de los principales factores del deterioro regional, nación en la que 30.3 por ciento de la población sobrevivía en condiciones de pobreza y 10.2 por ciento en la indigencia en 2001, contra 19.7 y 4.8 por ciento en 1999.
HACIA 1997 SE CERRO en América Latina un ciclo de crecimiento que permitió -no sin altibajos- que numerosos países lograran "importantes adelantos en reducir la pobreza". Pero en los dos años transcurridos desde 2000 (cuando el número de pobres se estimó en 206.7 millones), el desempeño regional ha sido inferior al deseable, con tasas de crecimiento del producto per cápita muy bajas y hasta negativas en varios países. Entre los efectos del menor dinamismo económico y la mayor volatilidad del crecimiento destacan el aumento del desempleo y el estancamiento, o incluso retroceso, en la distribución del ingreso, lo que ha vuelto a elevar los índices de pobreza en la región.
SIGUIENDO UN PATRON AFIN al del crecimiento económico, la pobreza y la indigencia en los países de América Latina se habrían reducido en 2000, para aumentar después significativamente en los años 2001 y 2002.
LA SITUACION MAS favorable es la que presentan Chile y Panamá, que en 2000 alcanzaron la meta de reducción a la mitad de la pobreza extrema, en tanto Brasil, República Dominicana y Uruguay muestran un cumplimiento parcial pero importante de la meta, superior a 95 por ciento en los dos primeros casos y a 82 por ciento en el tercero. A su vez, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México y Nicaragua revelan un progreso cercano a 40 por ciento. Bolivia, Honduras y Perú mostraron también adelantos hacia el cumplimiento de la meta, aunque a un ritmo que, de mantenerse, no permitiría alcanzar el objetivo deseado al final del periodo. Un panorama más complejo es el de Colombia, Ecuador, Paraguay y Venezuela, cuyos niveles de pobreza extrema en 2000 excedían los de 1990.
SIN EMBARGO, EL OPTIMISMO de la Cepal es desinflado por sus propias cifras. En 2002, 20 por ciento de los chilenos sobrevivía en la pobreza y 5.4 por ciento en la indigencia, contra 21.7 y 5.6 por ciento, respectivamente, en 1998, mientras en Panamá la relación fue -en el mismo orden citado- de 30.8 y 11.6 en 2001 y de 30.2 y 10.7 por ciento en 1999.
EN BRASIL, EL AÑO PASADO la proporción de pobres con respecto a la población total fue de 36.9 por ciento y de 13 por ciento en el caso de los indigentes, situación no muy distante a la reportada en 1999: 37.5 y 12.9, en cada caso. El 11.4 por ciento de los uruguayos que vivía en zonas urbanas de ese país -básicamente Montevideo- era pobre y 2.4 por ciento indigente en 2001, contra 9.4 y 1.8 por ciento en 1999. Sin embargo, la situación empeoró drásticamente a partir del crack económico del presente año.
SEGUN LOS CALCULOS de la Cepal, para reducir la pobreza extrema a la mitad hacia 2015, la economía regional debería crecer a una tasa anual de 2.7 por ciento durante 15 años: 5.7 por ciento para las naciones con mayor pobreza, 2.7 por ciento para las de niveles medios y 2.5 por ciento para las de menor pobreza. En cuanto a la reducción de la pobreza total a la mitad, meta en principio más acorde con el grado de desarrollo de la región, las posibilidades son prácticamente nulas para algunos de los países más pobres, puesto que requerirían alcanzar tasas de crecimiento que rebasan notablemente su desempeño histórico.
EL ORGANISMO DE LA ONU subraya "la necesidad de recurrir a políticas económicas y sociales que refuercen las posibilidades de ampliar la base productiva, pero que a la vez conlleven una redistribución progresiva del ingreso, que permita que el crecimiento económico eleve más rápidamente el nivel de vida de la población con menores recursos".
Las rebanadas del pastel:
GENEROSO QUE ES, MÉXICO puede aportar una pieza fundamental para erradicar de inmediato la pobreza en Latinoamérica: el 7 por ciento de crecimiento anual prometido por Vicente Fox.
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