Abre el INER nuevo laboratorio
Manuel Zozaya
Un nuevo laboratorio con tecnología
de punta, y con altas especificaciones de seguridad, para la investigación
y tratamiento del VIH y otras enfermedades infecciosas (como la tuberculosis),
está a punto de abrir sus puertas en el Instituto Nacional de Enfermedades
Respiratorias (INER). Este proyecto, iniciado hace dos años y retrasado
en gran medida debido a los recortes presupuestales, se materializa gracias
al empeño de un equipo de trabajo dirigido por el doctor Gustavo
Reyes Terán, jefe del Servicio de Infectología para pacientes
inmunocomprometidos de ese nosocomio.
El INER, explica el doctor Reyes Terán, "es entre los institutos nacionales de Salud, uno de los más afectados por la pandemia de VIH/sida, pues los pulmones son blanco de las infecciones que llevan a la muerte a una alta proporción de la gente infectada por este virus, de ahí que se requieran instalaciones que permitan abatir costos, pues las pruebas básicas para determinar el estado de los pacientes con VIH son extremadamente caras". A pesar de ello, los servicios del INER para los pacientes con VIH son gratuitos, pues todos están inscritos en protocolos de investigación. Además, la mayoría de quienes acuden a solicitar dichos servicios son gente de muy escasos recursos que llega en las etapas más avanzadas de la enfermedad, motivo por el cual los niveles de mortalidad siguen siendo altos, a pesar de los tratamientos antirretrovirales.
La importancia del nuevo laboratorio radica en la necesidad de conocer las especificidades de los pacientes mexicanos con VIH. Entre los proyectos que realiza este grupo de expertos destaca la investigación inmunogenética que coordina el doctor Joaquín Zúñiga, dado que existen distintas formas de respuestas orgánicas a la infección por VIH y algunas se originan en las particularidades genéticas de los individuos. Por eso se estudian 15 casos que no muestran señas de infección a pesar de estar expuestos continuamente al virus. También hay quienes progresan muy lentamente al sida y pueden tardar hasta 20 años en presentar las primeras manifestaciones. Del otro lado, la mayoría, hay quienes en menos de tres años desarrollan la sintomatología, entonces hay que observar la relación entre los factores genéticos y la respuesta inmune de los pacientes. "El hallazgo de los factores genéticos y su relación con la respuesta inmunológica podría conducirnos al desarrollo de estrategias muy novedosas y eficientes para contrarrestar la infección y complementar el uso de los actuales medicamentos", explica el doctor Zúñiga.
Por su parte, la doctora Criselda Mendoza estudia los aspectos moleculares de la enfermedad para poder determinar cómo ciertos factores a nivel de moléculas y proteínas pueden inducir la reactivación de la enfermedad, cuando ésta se encuentra en estados latentes en ciertas partes del organismo (como los ganglios linfáticos) que han sido denominadas reservorios, porque alojan al virus, sin que los tratamientos actuales lleguen hasta ellos. La doctora Mendoza espera que sus investigaciones también conduzcan a la aplicación de nuevos tratamientos. Otra de la investigadoras del equipo es la química Klintsy Torres, quien se dedica a medir la respuesta inmune de los pacientes ante el virus. Ella explica: "Los pacientes en etapa temprana tienen muy buena respuesta, que se va perdiendo por la desregulación del sistema inmunológico ocasionada por el virus. Entonces investigamos el efecto del tratamiento sobre la respuesta inmune."
El doctor Ricardo Stanley Vega está a cargo del seguimiento clínico de los pacientes. Parte importante de sus actividades es la formación de personal de salud, como infectólogos y neumólogos, que adquieran conocimiento y práctica en la atención del paciente con VIH. Además realiza investigaciones para tratar de disminuir la morbi-mortalidad entre los pacientes que ingresan al INER. Finalmente, para el doctor Joaquín Zúñiga, el impacto de contar con un laboratorio de tecnología de punta será muy notorio en la atención al público con VIH, desde el punto de vista clínico, ya que se podrán generar conocimientos y datos a partir de proyectos de investigación que lleven a establecer mejores estrategias terapéuticas para controlar la infección por VIH, sobre todo debido a que en México hay más progresores rápidos (que manifiestan los síntomas más rápidamente después del momento de la infección por VIH), pues las características de los mexicanos difieren de las del primer mundo, por lo que es importante generar datos propios, adecuados a nuestra población, y que sean de primera línea. Sin embargo, como explica el doctor Reyes Terán, una cuestión básica para el funcionamiento del laboratorio será la participación de la iniciativa privada para poder costear el mantenimiento del equipo, ya que únicamente en plásticos y reactivos se rebasa el millón de pesos, parte de los cuales aportará el propio INER. Por ello, es necesaria la participación de otras instancias para apoyar el funcionamiento adecuado del laboratorio más ambicioso en materia de VIH en México.