Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 7 de noviembre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Política
El político neoleonés falleció ayer, a la edad de 81 años

Amigos y priístas rendirán homenaje a Martínez Domínguez en Monterrey

Confrontados por la elección de 2003, panistas y tricolores dan el pésame a la familia

RENATO DAVALOS Y DAVID CARRIZALES CORRESPONSAL

En los sótanos del sistema, la historia de Alfonso Martínez Domínguez, a quien el imaginario popular identificó como don Halconso, transcurrió entre las obsesiones que lo dejaron en el umbral de la gran decisión y el autoritarismo y la represión que encarnó. Un personaje que dejó inconcluso un careo con Luis Echeverría Alvarez para tratar de esclarecer los crímenes cometidos aquel 10 de junio de 1971.

alfonso11Panistas y priístas, confrontados políticamente por la elección que se avecina en Nuevo León, concurrieron ayer a la capilla Benito M. Flores para dar el pésame a la familia de Martínez Domínguez, el ex gobernador que falleció ayer a las 6.15 horas en el hospital San José, a los 81 años, por afecciones renales, pulmonares, hepáticas y cardiovasculares que le aquejaron en los años recientes.

De sus ambiciones desmesuradas, narran los registros que en el periodo de 1971 a 1979, cuando se refugió en las sombras de su despacho tras la condena social y oficial por el jueves de Corpus, para hacerse a la idea de que aún conservaba poder ordenó que contrataran a personas para que hicieran antesala a la entrada de su oficina.

Las acusaciones mutuas que se hicieron Luis Echeverría Alvarez y Alfonso Martínez Domínguez por la matanza de junio de 1971, perpetrada por los halcones, dejaron más recriminaciones que luces sobre la participación de cada uno en esos hechos. Apenas en julio pasado, el ex presidente culpó al ex gobernador por los crímenes, y aceptó un careo.

Entonces, Echeverría admitió que tanto en los hechos violentos de 1968 como en los de 1971 hubo muchos "errores"; corresponsabilidad general, le llamó. No es cierto que ordené quemar los muertos, afirmó. La responsabilidad de la marcha estudiantil y el desenlace era del Departamento del Distrito Federal. ¿Los halcones?, era un grupo parapoliciaco que "de repente salió". Sí, respondió cuando le preguntaron si tendría un careo con Martínez Domínguez, a quien cesó después de la matanza.

Martínez Domínguez había declarado hacía años que tres días antes del 10 de junio de 1971 la responsabilidad del grupo paramilitar estaba a cargo del Estado Mayor Presidencial. Y a partir de los citatorios que expidió el fiscal especial Ignacio Carrillo Prieto para que compareciera como indiciado, Martínez Domínguez se refugió en sus padecimientos para retrasarla e incluso presentó unos 12 certificados médicos para eludir el interrogatorio.

Pero los aprendizajes sobre espionaje, consumados a su paso por la Dirección Federal de Seguridad en los años 60, fueron antecedidos por una primera diputación en 1946. Su amigo Gustavo Díaz Ordaz dispuso que le entregara la banda presidencial cuando en 1964 el neoleonés repitió como legislador en la Cámara de Diputados. Otro amigo, José López Portillo, lo hizo gobernador.

Acusado de reprimir a los panistas -encabezados entonces por el actual gobernador Fernando Canales Clariond- en la elección de su sucesor en la gubernatura, Jorge Treviño, los reportes periodísticos relatan que el ex mandatario se encargó de negociar con el grupo empresarial, y con el otorgamiento de generosas concesiones económicas logró remontar aquel conflicto electoral.

sepelio2Fue célebre también el enfrentamiento que tuvo como gobernador con Víctor Manzanilla Schaffer, a quien prácticamente expulsó del estado después de que éste, como delegado del PRI en Nuevo León, rechazó las listas de candidatos a diputados para la elección federal intermedia.

Las exequias prevén homenajes en la Macroplaza de Monterrey y en el PRI, que culminarán el viernes con una ceremonia religiosa en la parroquia de Fátima, antes de que sus restos sean cremados.

El ex gobernador Sócrates Rizzo propuso ayer bautizar la Macroplaza con el nombre de Martínez Domínguez.

Por la capilla desfilaron Jorge de la Vega Domínguez, Humberto Lugo Gil, Patrocinio González Garrido y hoy se espera al líder nacional priísta, Roberto Madrazo Pintado.

Los ausentes en la capilla del que también fuera dirigente del sector popular del tricolor y líder de la burocracia, fueron los representantes de los grupos empresariales que benefició durante su gobierno, entre 1979 y 1985.

Jorge Chapa Salazar, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial, pareció ser la excepción, pero él mismo aclaró que acudió a la funeraria a dar las condolencias a su amigo Amado Díaz por la muerte de su esposa.

El gobernador Canales Clariond acudió a la capilla por la noche. También estuvieron Luis Santos de la Garza, compañero de Martínez Domínguez en el Senado, y Mauricio Fernández Garza, uno de los aspirantes panistas a la gubernatura que se renovará el próximo año.

Liliana Flores Benavides, dirigente de El Barzón, expresó que Martínez Domínguez se llevó a la tumba grandes secretos sobre la matanza del jueves de Corpus y la de 1968, cuando era líder nacional priísta.

Martínez Domínguez tuvo cuatro esposas y 11 hijos. En la sala del hospital donde falleció, hubo un conato de incendio que despertó comentarios acerca de que la conflagración fue causada por la colilla del último cigarro que se fumó.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año