ELECCIONES EN EU
El proceso, tapado por noticias y chismes de medios
El abstencionismo, verdadero vencedor en la jornada electoral
JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES
Washington y Nueva York, 5 de noviembre. ƑQué pasaría si alguien invitara a todos a una fiesta democrática y nadie llegara? Pues, al parecer, eso no quedó tan lejos de lo que sucedió aquí, en el país campeón del mundo democrático, con las elecciones intermedias -le-gislativas y estatales- celebradas hoy, donde aun antes de conocerse todos los resultados ya hay un claro ganador por abrumadora mayoría: el partido abstencionista.
Aunque en algunos estados donde las contiendas eran las más disputadas y cerradas se registró una participación récord, a escala nacional los indicadores preliminares son de una asistencia baja a las urnas.
Gallup había pronosticado que aproximadamente 35 por ciento del electorado participaría hoy en determinar la totalidad de los 435 ocupantes de la Cámara baja, 34 de los cien del Senado y 36 gubernaturas. Además, estaban en juego las legislaturas estatales y más de 200 referéndums en 40 estados.
Entre estos referéndums había todo tipo de temas, que incluían iniciativas para legalizar la mariguana en cantidades pequeñas en Ne-vada y Washington DC, la propuesta para un sistema de salud público universal en Oregon, la eliminación de la educación bilingüe en Colorado y la imposición de tratamiento en lugar de cárcel para los que cometan su primer delito de droga en Ohio y la capital de Estados Unidos.
La apuesta política más grande en estas elecciones es la del control del Congreso federal. Ambos partidos buscaban lograr mayorías en ambas cámaras y cambiar en su favor el equilibrio actual.
Los demócratas necesitan incrementar su total por siete escaños en la Cámara baja para superar la mayoría republicana actual; en el Senado, los demócratas tenían mayoría por un sólo voto hasta el día en que murió el senador Paul Wellstone, y ahora ambos partidos cuentan con 49 puestos, junto con dos independientes (uno de los cuales se inclina hacia la tendencia demócrata).
En las gubernaturas, lo que está en juego a nivel nacional es el control del panorama electoral para las elecciones presidenciales que se realizarán en 2004.
Adicionalmente, cada día más temas na-cionales se resuelven o se disputan a escala estatal, desde la reforma de las leyes sobre drogas, la política de seguridad pública, la educación y hasta el tema de la inmigración.
Por tanto, quién es gobernador y de cuál partido tiene un amplio impacto sobre la dinámica política nacional en este país.
Pero a pesar de que todo esto esté en juego, más el control de la agenda política nacional durante los próximos dos años -incluyendo la política exterior en torno a Irak, inmigración, política sobre sida, medio ambiente, libre comercio, etcétera- y que éstas sean las primeras elecciones nacionales después del 11 de septiembre de 2001 y sus secuelas, en las calles, escuelas, oficinas, fábricas y hasta medios locales no se nota que hoy es un día de definición nacional con impacto mundial.
Por ejemplo, de las primeras ocho planas del periódico The New York Daily News, el diario local más importante de esta ciudad, sólo hay dos planas dedicadas a la elección, y no son las primeras. De hecho, la portada no la menciona.
En esas primeras ocho planas las noticias son sobre el ataque de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) contra supuestos terroristas en Yemen, otra sobre la familia real británica y sus escándalos, el fin de una serie televisiva (Sexo y la ciudad), una sobre una ex Spice Girl, otra del juicio a la actriz Winona Ryder y el funeral del gran artista de rap Jam Master Jay. Medios locales de otras entidades no son tan diferentes.
Gran parte del debate, el poco que hay, en las calles no es sobre candidatos particulares, sino sobre cómo votar como acto defensivo: votar no por alguien o algo, sino para detener o limitar a los otros.
Y claro, muchos se quejan de que no están votando por el mejor candidato, sino contra el peor, o entre el mejor de dos malos.
Así, algunos dicen que urge votar para "evitar que una mayoría republicana en el Congreso promueva la agenda conservadora del presidente George W. Bush, y que éste instale ultraconservadores en puestos judiciales", o que hay que "deshacerse de esos demócratas que siguen obstaculizando medidas como una mayor reducción de los impuestos".
De hecho, esta elección también es la primera prueba para Bush como líder de su partido, y establecerá si él puede lograr traducir su alta aprobación popular en votos para sus simpatizantes.
También es el primer paso para todos los políticos que están considerando lanzarse por la presidencia en dos años más. Así, el resultado de la contienda por un puesto del Senado en Dakota del Sur no es sólo una entre los dos candidatos, sino también entre el líder demócrata del Senado, Tom Daschle, cuyo colega es el candidato ensu estado natal, y el propio Bush que ha invertido mucho en derrotar al demócrata en esa entidad.
Como se ha repetido, la competencia electoral por los 435 puestos de la Cámara y los 34 del Senado en verdad se reduce a una contienda sobre sólo unas cuantas decenas de curules, ya que la gran mayoría de los puestos en verdad no está en duda y los que buscan su relección la obtendrán.
Por tanto, toda la atención se concentra en sólo seis o nueve estados donde los resultados definirán el mapa político nacional.
"Lo que más me asombra sobre la política contemporánea no es que el sistema ha sido tan corrompido por el dinero. Es que tan poca gente entiende el vínculo entre sus vidas y lo que esos payasos hacen en Washington y en nuestras capitales estatales", comentó recientemente la gran columnista política Molly Ivins.
Al describir el nivel de apatía y enajenación de tantos, insiste en que todos los temas clave de la vida cotidiana (desde cómo muere uno a qué tanto acceso se tiene a servicios médicos, educación, vacaciones, empleo) son asuntos que se definen políticamente.
"La política no es un cuadro en la pared o una comedia de televisión sobre la cual puedes decidir que no te interesa mucho... no te puedes escapar de ella por falta de interés", advierte Ivins.
Pero es precisamente esta ruptura entre la vida cotidiana y el mundo de la política que prevalece aquí, donde pocos -especialmente los que no tienen dinero e influencia, o que no son profesionales de la política- creen que lo que ellos piensan importa en el ámbito político. Esencialmente, muchos creen que su voto no vale.
El líder liberal popular, y comentarista político, Jim Hightower, lo resumió así en el titulo de su último libro: "Si los dioses quisieran que nosotros votemos, nos hubieran ofrecido candidatos".