Queremos un acuerdo con base en políticas
de crecimiento, aseguró el jefe de gabinete
Argentina no aceptará que el FMI exija más
ajustes a cambio de ayuda financiera
Planteó meta de superávit fiscal de 2.18%
y el organismo pretende que sea de 2.5 por ciento
REUTERS
Buenos Aires, 25 de octubre. El gobierno dijo el
viernes que no aceptará que el Fondo Monetario Internacional (FMI)
exija más ajustes, como un mayor superávit fiscal en 2003,
para cerrar un acuerdo de ayuda financiera que el país necesita
con urgencia para revivir una economía que no crece desde 1998.
"Nosotros dijimos que queremos un acuerdo cuyas bases
no sean ya los ajustes, como se ha hecho en otras épocas, sino las
políticas de crecimiento", dijo a los periodistas el jefe del gabinete
de ministros, Alfredo Atanasof, en relación con las exigencias del
organismo.
La semana pasada, tras 15 días de negociaciones
entre técnicos del FMI y del gobierno en Washington, el organismo
redactó el borrador de carta de intención que creía
sería el definitivo.
Pero
unos días después, el ministro de Economía, Roberto
Lavagna, expuso ante los periodistas cuáles eran los puntos que
el gobierno no estaba dispuesto a aceptar.
Entre esos puntos se encontraba incrementar impuestos
para elevar la meta de superávit fiscal para el 2003, inicialmente
fijada en 2.18 por ciento del Producto Interno Bruto, unos 3 mil 225 millones
de dólares.
Una fuente del Ministerio de Economía confirmó
a Reuters que el organismo busca elevar esa meta a 2.5 por ciento del PIB.
El jueves por la noche, la subdirectora gerente del FMI,
Anne Krueger, dijo: "Enviamos un borrador de acuerdo, que consideramos
que estaba bastante negociado con ellos. Si hubieran aceptado los términos,
el acuerdo ya habría concluido".
Pero Lavagna ya había advertido la semana pasada
que el gobierno no subiría impuestos y que la delicada situación
social del país impide una reducción importante en los gastos.
El gobierno busca desde febrero que el FMI acepte postergar
el cobro de deudas al país durante los próximos 14 meses.
Un acuerdo de ese tipo le permitiría al gobierno,
además, prorrogar pagos que debe hacer a otros organismos internacionales
de crédito. Todos los pagos a entidades financieros internacionales
suman 14 mil 500 millones de dólares hasta diciembre del año
próximo.
Argentina declaró en diciembre el incumplimiento
de los pagos sobre su deuda pública con acreedores privados, pero
hasta este mes se cuidó de seguir pagando a los organismos internacionales
de crédito.
El 15 de octubre falló en pagar una deuda por unos
820 millones de dólares al Banco Mundial, y ya están corriendo
los 30 días que el país tiene para cancelar ese pago antes
de caer oficialmente en incumplimiento con el organismo.
Así, el gobierno busca concluir el pacto antes
de que eso ocurra, porque le cerraría la última fuente de
financiamiento que le queda abierta.
Krueger dijo el jueves que "es posible" que el acuerdo
esté cerrado en las próximas dos semanas.
Otro punto que genera conflictos es un anuncio de alza
en las tarifas de servicios públicos, puesto que el gobierno se
niega a elevarlas hasta en 30 por ciento, como desea el FMI.
El presidente Eduardo Duhalde congeló y
convirtió a pesos las tarifas de servicios públicos tras
devaluar el peso en enero, y las compañías, en su mayoría
filiales de grupos europeos, pasaron a tener deudas en dólares pero
ingresos en pesos, lo que obligó a muchas a declarase en cesación
de pagos.
El FMI y Lavagna tampoco están de acuerdo con los
tiempos para desmantelar un sistema de controles en el mercado cambiario,
que permitió al Banco Central estabilizar el valor del peso desde
que fue devaluado. Entre enero y junio la moneda perdió más
de 70 por ciento de su valor.