Pide por carta al gobernador Gray Davis readmitirlo
Aboga Soberanes por niño expulsado de su escuela en California, por un dibujo
El ombudsman nacional, José Luis Soberanes, pidió al gobernador del estado de California, Gray Davis, que el niño Jesús Corona, quien fue expulsado de una escuela estadunidense por haber hecho un dibujo con pistolas y aviones en combate, pueda continuar sus estudios sin sufrir discriminación alguna.
En una misiva, el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) calificó el hecho como un atropello y un caso más de discriminación en el que se violan los derechos humanos de migrantes mexicanos.
Soberanes también dirigió una carta a los padres del infante y les ofreció el apoyo del organismo; en caso necesario, ofreció trasladarse a ese país para gestionar ante las autoridades educativas el respeto a los derechos humanos del niño de 10 años de edad.
Calificó la expulsión de Corona como una violación a los derechos humanos de migrantes mexicanos "por el único hecho de ser diferentes".
Para el ombudsman "este caso no es consecuencia lógica de la condenable amenaza terrorista que no sólo se cierne sobre el territorio continental y los ciudadanos de Estados Unidos, sino sobre el mundo entero".
Recordó al mandatario californiano el contenido de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Declaración de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas.
Explicó que según estos documentos el niño tiene derecho a recibir educación, que será gratuita y obligatoria al menos en las etapas elementales, y que favorezca la cultura general y le permita, en condiciones de igualdad de oportunidades, desarrollar sus aptitudes y su juicio individual y ser un miembro útil de la sociedad.
De acuerdo con estos instrumentos internacionales, advirtió, el niño debe ser protegido contra las prácticas que puedan fomentar la discriminación racial, religiosa o de cualquier otra índole. También debe ser educado en un espíritu de comprensión, tolerancia, amistad entre los pueblos y fraternidad.
Las cartas fueron entregadas por un funcionario de la CNDH en las oficinas del gobernador Gray Davis, en la ciudad de Sacramento, capital de California, y a los padres del menor, que viven en Stockton.