El bajo número de egresados obstaculiza
el desarrollo científico, afirma Rubio Oca
Preocupa a la SEP la reducida eficiencia terminal en
posgrado
En México se forman cada año sólo
mil doctores frente a 6 mil en Brasil y 50 mil en EU
Autoridades educativas y especialistas señalan
la necesidad de crear un programa nacional
CLAUDIA HERRERA BELTRAN ENVIADA
Morelia, Mich., 21 de octubre. El posgrado en México
enfrenta severos problemas: cada año se forman mil doctores frente
a 6 mil de Brasil y 50 mil de Estados Unidos, las tasas de eficiencia terminal
son bajas, la mayoría de los 4 mil programas que se imparten son
de dudosa calidad y demasiado rígidos, advirtieron autoridades educativas
y de universidades públicas.
Al inicio de los trabajos del Congreso Nacional de Posgrado,
el subsecretario de Educación Superior e Investigación Científica
de la SEP, Julio Rubio Oca, señaló que al paso que vamos
se necesitarán 11 años para formar 8 mil doctores, el número
que llega a graduar un solo país anualmente, como refirió
Rosaura Ruiz, directora general de Estudios de Posgrado de la Universidad
Nacional Autónoma de México.
Rubio Oca indicó que las bajas tasas de eficiencia
terminal son uno de los principales obstáculos para la mejora del
posgrado. Como muestra de ello señaló que 33 por ciento de
los estudiantes de maestría desertan y 50 por ciento obtienen su
grado en cinco o seis años, cuando deberían hacerlo en dos.
Bajan tasas de egreso
Una investigación sobre la generación que
ingresó al doctorado en 1990 reveló que sólo 23 por
ciento de los alumnos se graduó entre el tercero y cuarto años,
y el resto se llevó hasta diez años en concluir estudios,
cuando el plazo máximo era de cinco.
Lo
más grave, dijo, es que las tasas de egreso están disminuyendo
a medida que se incrementa la matrícula de posgrado, que actualmente
es de 132 mil 473 alumnos y representa menos de 5 por ciento de la matrícula
en educación superior, que consta de 2 millones 300 mil educandos.
Por ello advirtió que si no se logran mejorar las
tasas de egreso "será muy difícil" que México pueda
ampliar su capacidad científica, porque ésta depende en gran
medida de que haya recursos humanos de alto nivel.
En su conferencia, el subsecretario explicó que
si bien las universidades públicas están abriendo más
programas, todavía persiste el problema del centralismo, ya que
de 3 mil 848 programas escolarizados que se imparten en el país,
950 se concentran en el Distrito Federal.
Dijo que éste es el nivel educativo que ha crecido
más en México, con tasas del 7 por ciento anual. Detalló
que la matrícula pasó de 5 mil 953 estudiantes a principios
de 1970 a 132 mil 473, en 2001. Del total de alumnos inscritos, 9 mil 700
estudian alguna especialidad 93 mil 900 la maestría y casi 30 mil
el doctorado.
Ante el incremento del número de profesores que
imparten clases en posgrado (actualmente suman 11 mil; de ellos 9 mil están
en universidades públicas y casi 2 mil en instituciones particulares)
dijo que es necesario mejorar los programas de preparación de los
docentes para que tengan la calidad que se requiere.
También refirió que la matrícula
se está concentrando demasiado en las disciplinas de ciencias sociales.
Actualmente los programas con mayor población en maestría
son los de administración, educación, derecho, finanzas e
impuestos. En tanto los de doctorado son de educación, biología,
derecho, química y ciencias sociales.
Además de estos problemas, se refirió a
la rigidez de los programas de estudios, en particular los de ciencias
sociales y humanidades, y a la falta de estrategias de seguimiento de alumnos
y de una mayor oferta de especialidades.
A pesar del panorama negativo señaló que
hay buenas noticias, como el hecho de que cada vez es mayor el número
de mujeres que hacen estudios de maestría o doctorado. Hace diez
años la matrícula femenina representaba 34 por ciento del
total; hoy equivale a 44 por ciento.
La directora adjunta del programa de becas del Consejo
Nacional de Ciencia y Tecnología, Judith Zubieta, amplió
este panorama y dijo que de los 4 mil programas que se imparten en el país
poco más de 600 son certificados por el Conacyt.
Indicó que en la primera convocatoria que emitieron
luego de la reforma del padrón del Conacyt recibieron mil 220 solicitudes
y de ellas 618 fueron aprobadas en las siguientes modalidades: 193 formarán
parte del Programa Nacional de Posgrado, cien continuarán en el
antiguo padrón de excelencia y 325 entrarán al Programa Integral
para el Fortalecimiento del Posgrado.
Para Zubieta esto significa que hay avances, porque se
incrementó en 43 por ciento el número de programas reconocidos
por el Conacyt. El año pasado había 431 programas certificados
y este año serán 618, sobre todo de universidades públicas.
Errores de evaluación
Sin embargo, admitió que el consejo cometió
errores en la más reciente evaluación, pues tuvo problemas
"operativos" en la recepción de solicitudes, además de que
omitió incluir los programas de reciente creación y tampoco
dio la suficiente información para que se presentara un mayor número
de propuestas sobre el apoyo de especialidades, que tradicionalmente han
estado marginadas frente a maestrías y doctorados.
Por su parte, la directora de Posgrado de la UNAM, Rosaura
Ruiz, expuso que la matrícula es baja para un país como México
y la comparó con la de otras naciones. Indicó que en Brasil
y España 6 mil doctores obtienen su grado anualmente y en Estados
Unidos esta cifra supera los 50 mil.
Además habló del centralismo. La mayor parte
de la población escolar está concentrada en cinco estados
y de éstos, puntualizó, un número importante se encuentra
en el Distrito Federal. Empero, advirtió que ni siquiera en el centro
del país se ha logrado tener un posgrado del nivel que México
requiere.
Ante este panorama dijo que después de 16 años
de intentos por superar estas dificultades hoy se dan las condiciones que
se requieren para crear un plan nacional de posgrado, tema que se discutirá
durante tres días como parte de los trabajos del Consejo Mexicano
de Estudios de Posgrado.