Round entre PRD e IEDF por el Código
Electoral
El rechazo del gobierno capitalino a publicar las reformas
al Código Electoral del Distrito Federal provocó ayer una
discusión áspera entre consejeros del Instituto Electoral
(IEDF) y el representante perredista ante ese órgano, Agustín
Guerrero, quien exigió la renuncia de cuatro de ellos, mientras
que los funcionarios electorales lo retaron a que promueva en su fracción
legislativa la destitución.
Luego de conocer los detalles de esa discusión,
que se dio en el comedor ejecutivo del IEDF, el presidente del Consejo
General del instituto, Javier Santiago, consideró que "los excesos
verbales no ayudan a dialogar civilizadamente", por lo que hizo un exhorto
"a que todos se serenen, empezando por el jefe de Gobierno, y que tomen
las cosas con más calma. El respeto es regla básica para
dialogar y la prudencia no es ingrediente que le caiga mal a la política".
Los ánimos se enconaron momentos antes de iniciar
la sesión del Consejo General del IEDF, cuando Agustín Guerrero
dio una conferencia de prensa para desmentir los señalamientos de
los consejeros Eduardo Huchim, Rosa María Mirón, Rubén
Lara y Rodrigo Morales, en el sentido de que habría incertidumbre
e ingobernabilidad en los comicios de 2003 si se aplica el actual Código
Electoral. "Con esa postura manifiestan su falta de compromiso con sus
funciones institucionales, y si es así mejor que presenten su renuncia",
planteó.
Huchim respondió, en entrevista, que esa era una
"estrategia política de una fracción" del PRD, pero con todo
y eso lo retó a que promueva esa acción entre sus diputados,
y calificó los argumentos del perredista como "absolutas mentiras".
Con sus matices, Lara León coincidió con él y agregó
que la postura de Guerrero prueba que "están empeñados en
acabar con el IEDF" y entregarle a López Obrador "un instituto cómodo
y sumiso".
Durante la sesión del Consejo General, Huchim y
Lara retaron al representante del partido del sol azteca a debatir los
argumentos en torno a las reformas electorales, pero no obtuvieron respuesta.
Al terminar el acto volvieron a insistir y junto con Mirón Lince
lo emplazaron a debatir en ese momento.
La condición del perredista era: uno de ustedes
habla por los tres y yo hablo tres veces, "porque ustedes representan un
punto de vista y yo otro. Porque si no eso es echar montón; más
bien como digo, porque en mi barrio es como echarse un tirito uno
a uno". Lara completó: "pero en mi barrio eso se llama descontón".
Ante la imposibilidad de ponerse de acuerdo, los consejeros
se dirigieron al comedor ejecutivo del IEDF para iniciar el debate. Ya
ahí ninguno se sentó, pues faltaban los términos del
debate, por lo que ahí se desató la discusión. Rosa
María Mirón Lince le dijo a Guerrero que ella tenía
un punto de vista distinto al de Huchim y Lara, por lo que debía
también intervenir. El perredista insistía en que representaban
una sola visión.
Airado, el perredista reclamó: "resulta que ahora
el árbitro dejó de ser árbitro y se pone los guantes".
Huchim le espetó que esa era una forma de eludir el debate. Lo que
pasa, dijo Guerrero, es que "quieren echar montón".
Como Guerrero rehuía el debate, el consejero Huchim
empezó a enumerar todas las "mentiras" que, según él,
tanto el perredista como el jefe de Gobierno han expresado públicamente.
Le aclaró que nunca han pronosticado crisis ni ingobernabilidad
en el DF; le precisó que ya hay una contraloría interna y
rechazó que vaya a aumentarse la estructura del IEDF. "Ojalá
te pusieras a estudiar", le endilgó.
El perredista le arrebató la palabra para expresar
a los medios de comunicación que los errores de la doble votación
se pueden evitar con mejor capacitación del instituto. De nueva
cuenta, Eduardo Huchim dijo que Guerrero mintió al decir en su conferencia
que el PRD no propuso a ninguno de los cuatro consejeros de los que pide
su renuncia: "yo le digo que su partido me propuso, ¿o ni eso sabía?"
El perredista no supo qué responder. El consejero remató:
"si no estás conforme con este árbitro, que tu partido promueva
mi destitución".
Rubén Lara dijo que lo más seguro es que
el PRD ya tuviera un ex dirigente listo para sustituirlos. Guerrero les
alegaba que se habían ya puesto los guantes con los partidos y así
ya no eran imparciales. "Yo me pongo los guantes con cualquier mentiroso,
porque no soy imparcial con la mentira." Así terminó la discusión,
y cada quien se retiró, no a su esquina, sino a su oficina.