Recriminan panistas la actitud servil y lastimosa de perredistas que votaron en contra

Aprueba la ALDF llamar a comparecer al jefe de Gobierno sobre las reformas electorales

La negativa del Ejecutivo a publicar las enmiendas, porque fue un dictamen exprés: Morales

GABRIELA ROMERO Y RAUL LLANOS

Con el voto en contra de seis de los 19 diputados que integran la fracción del PRD, el pleno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó por mayoría llamar a comparecer, el próximo martes a las 9 horas, al jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, ante la Comisión de Estudios Legislativos y Prácticas Parlamentarias, en relación con el decreto de reformas al Código Electoral del DF.

Las descalificaciones que un día antes hicieron Víctor Hugo Círigo y Agustín Guerrero, presidente y secretario general del PRD-DF, respectivamente, al trabajo legislativo de su fracción dieron pie a los discursos de la priísta Margarita González Gamio y el panista Federico Doring Casar, quienes dejaron en el aire la interrogante: "Dígannos con quién del PRD tenemos que hablar".

En su oportunidad, el perredista Marcos Morales justificó la decisión del GDF de no publicar las reformas y adiciones al Código Electoral, responsabilizando a los legisladores de elaborar un dictamen exprés. "El punto de discusión es el hecho de que el jefe de Gobierno sea el blanco de hostilidades de parte del cuerpo colegiado sólo por ejercer sus facultades constitucionales".

Doring Casar reviró parafraseando a López Obrador: "y su nieve, Ƒde qué la quiere, diputado?" Luego recriminó lo que calificó de actitud servil y lastimosa de los perredistas, quienes a pesar de los desaires del mandatario local y de la dirigencia de su partido reproducen prácticas que deberían estar extintas. "ƑQuién ha atacado a quién?, Ƒen quién cabe la dignidad?", cuestionó el panista.

González Gamio, por su parte, reclamó: "les pido dignidad; ayer su partido desconoció su trabajo y el jefe de Gobierno dijo que no habían leído la iniciativa, que estaban dormidos".

La vicecoordinadora de la fracción perredista, Carmen Pacheco, prefirió salir del recinto. Ruth Zavaleta hizo lo mismo, minutos después, así como otros que poco a poco fueron saliendo, hasta dejar solos a Alejandro Sánchez, Susana Manzanares, Marcos Morales, Leticia Robles, Emilio Serrano y Ricardo Chávez.

Por alusiones, solicitó la palabra Manzanares; sin embargo, el presidente de la mesa directiva, Miguel Angel Toscano, con base en el artículo 115 del Estatuto de Gobierno, se la negó en varias ocasiones. "No le autorizo el uso de la palabra y así será en toda discusión que sea de obvia y rápida resolución", advirtió. De ahí se pasó a la votación.

Minutos después Manzanares se enfrentó a la priísta González Gamio: "ƑPor qué le tienen miedo al debate? Nosotros sí nos ganamos el voto recorriendo las calles. De todas maneras no van a poder obligar a López Obrador a que venga (a la Asamblea Legislativa)".

Carmen Pacheco Gamiño aclaró que todas las propuestas de modificación o adición al Código Electoral se consultaron con el Comité Ejecutivo Estatal del PRD, y agregó: "No acepto que descalifiquen el trabajo de ningún compañero diputado, y mucho menos que se diga que votamos de buena fe; fue razonado".

Más adelante indicó: "los legisladores del PRD no somos correa de transmisión del Comité Ejecutivo Estatal ni del gobierno capitalino, y tampoco vamos a convertirnos en marionetas".

En el mismo tono se expresó Ruth Zavaleta, quien puntualizó: "Si fue un error votar a favor del Código Electoral, fue por la falta de coordinación entre la Asamblea Legislativa y el Comité Estatal". Acotó que "no se vale" que Círigo y Guerrero vayan a la Comisión de Gobierno a descalificar el trabajo legislativo.

Armando Quintero señaló que tanto Círigo como Guerrero deben hacer una autocrítica, porque estaban informados de lo que se estaba haciendo en la Asamblea Legislativa. Por su lado, Susana Manzanares, simpatizante de la Corriente de Izquierda Democrática, aceptó que en todo momento se había tenido contacto con la dirigencia del partido.