Julio Boltvinik y Armando Bartra advierten sobre el crecimiento de la pobreza

México, "campeón" mundial del éxodo de pobres, señalan expertos

La destrucción de la economía, origen de la "catástrofe migratoria", afirman los especialistas

MATILDE PEREZ U.

El gobierno foxista es insensible a lo social al continuar con la política de mantener distanciadas a las secretarías del ramo con las responsables de la economía, la situación ha llegado a tal extremo que al no garantizar a la población em-pleo ni alimentos ha provocado una "desbandada" de la población a Estados Unidos, destacaron Julio Bolvitnik y Armando Bartra en el foro Estrategias de desarrollo social y derechos humanos, que organizó el PRD.

Al aplicar la política neoliberal que tiene como filosofía restringir la intervención del Estado a la pobreza extrema, es decir, "subsidiar la demanda, dándole dinero o vouchers a los pobres para que puedan de-mandar en el mercado y que sean las empresas capitalistas las que provean estos servicios", el gobierno federal cae inevitablemente en el asistencialismo, abundó Bolvitnik, articulista de La Jornada.

Límites de los changarros

Luego de mencionar que "es muy mala" idea impulsar los changarros como vía para superar la pobreza, el también investigador de El Colegio de México explicó que ello puede ser bueno para promover el desarrollo económico y fomentar la actividad económica, pero "como vía para superar la pobreza es muy ineficaz".

También criticó la decisión gubernamental de trasladar a la Secretaría de Economía (SE) los apoyos a los microempresarios: "el lugar adecuado debería ser la Secretaría de Desarrollo Social, pues es la que tiene la posibilidad de actuar e interactuar con los pobres. En la SE a lo que están acostumbrados es a hablar con los empresarios ricos y se han mezclado institucionalmente estos microcréditos con los destinados a la pequeña y mediana empresa, que son algo totalmente distinto".

Ante militantes del PRD e integrantes de organizaciones campesinas y no gubernamentales defensoras de derechos humanos y de algunos sindicatos, Bolvitnik dijo que una política social progresista debe llevar a la desmercantilización de las áreas de la vida humana para hacerlas menos dependientes del mercado, cuya naturaleza es desigual y tiene sus fluctuaciones. Hay que sacar de esa esfera mercantil los satisfactores básicos, destacó.

La mayoría de los partidos políticos están preocupados por el aplastamiento de todo lo social -allí están los recortes y subejercicios en los presupuestos- y por eso propusieron candados al gasto social, dijo. Sin embargo, consideró que para rebalancear lo económico y lo social tendría que crearse una comisión intersecretarial y lograr que de este modo las medidas del gabinete económico sean de consulta obligatoria en dicha instancia.

Dentro del panorama de desigualdades sociales, el director del Instituto para el Desarrollo Rural Maya, Armando Bartra, se refirió a los derechos de los migrantes y de los no migrantes. La migración, explicó, no es un fenómeno del mercado que sirve para redistribuir racionalmente la oferta de fuerza de trabajo en función de la demanda; "el éxodo es un derivado de la exclusión económica, política y social".

Como ejemplo de un futuro incierto para millones de personas, comentó que según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el arranque de este siglo unos 24 millones de personas perdieron su trabajo y en la próxima década se sumarán al mercado laboral 500 millones de nuevos solicitantes, pero apenas se crearán unos 100 millones de empleos.

El gobierno de Fox, abundó, habló de la nueva relación México-Estados Unidos e in-cluso, en septiembre de 2001, proclamó unilateralmente que ambos países firmarían el convenio sobre trabajadores huéspedes, pero se derrumbó al igual que el World Trade Center. En vez del acuerdo laboral anunciado, lo que se intensificó fue la colaboración de México con el sellamiento de la frontera estadunidense. Así las líneas migratorias, que antes eran un purgatorio para los migrantes, se transformaron en un infierno. "México se transformó en el cancerbero del imperio", expresó.

México, puntualizó Bartra, se ha convertido en una nación en tránsito, "somos los campeones mundiales del éxodo, ningún país se vacía tan rápidamente como nosotros", revelan las cifras del Servicio Nacional de Migración, que indican que el origen de la mayoría de los migrantes legales es mexicano, y a eso hay que sumarle el caso de los indocumentados. En remesas también tiene un lugar destacado, ya que de los 23 mil millones de dólares que según el Banco Interamericano de Desarrollo reciben América Latina y el Caribe por ese concepto, a México le corresponde 40 por ciento; y en esa perspectiva mundial -según el Banco Mundial- "sólo estamos atrás de India".

La catástrofe migratoria, añadió, tiene su origen en la destrucción de la economía, en el quebranto de la seguridad alimentaria y laboral, en la incapacidad de garantizar a la población lo mínimo: comida y empleo.

En ese contexto, las remesas de los mexicanos alcanzaron 10 mil millones de dólares el año pasado, tres veces el valor de las exportaciones agrícolas, 50 por ciento más de lo que aporta el turismo y una cantidad similar a los ingresos petroleros o las inversiones extranjeras directas. De estas remesas dependen casi 7 millones de personas. Para Bartra es dudoso que las decisiones adoptadas por algunos gobiernos de hacer inversiones productivas con ese dinero -programas como Tres por Uno, en Zacatecas, y Mi Comunidad, en Guanajuato- puedan inducir el desarrollo económico cuya ausencia provocó la migración.

Lo que se requiere, concluyó, son políticas industriales y agrícolas orientadas a la defensa y ampliación de la planta productiva y de los cultivos de interés nacional, y restaurar la seguridad laboral.