Posible, que el Partido de los Trabajadores
recurra a fuerzas de derecha o centristas
Comienza en Brasil el juego de las alianzas; Garotinho,
clave en las negociaciones
Lula afirma que no se están pactando cargos en
la búsqueda de apoyos para el día 27
STELLA CALLONI ENVIADA
Sao Paulo, 7 de octubre. Tras la incertidumbre
vivida el domingo en la espera por ver si habría o no segunda ronda,
no obstante la arrolladora victoria del Partido de los Trabajadores (PT),
comenzó hoy en Brasil el juego de las alianzas para los dos contendientes,
Luiz Inacio Lula Da Silva y el oficialista José Serra.
Ambos
deberán coquetear con una de las figuras difíciles,
como es el pastor evangélico Antonhy Garotinho, cuya esposa Rosinha
acaba de ser electa gobernadora del Río de Janeiro. Garotinho, en
un tercer lugar que conquistó obstinadamente y sin aparato de propaganda,
aunque con el apoyo de millones de fieles evangélicos, dijo hoy
no estar dispuesto a votar por Serra.
"Somos opositores al modelo que él representa",
sostuvo, pero al mismo tiempo mencionó que le resulta difícil
una alianza con Lula por sus coaliciones con figuras como el ex presidente
José Sarney, con el Partido Liberal.
Sin embargo, muchos analistas locales estiman que más
allá de los dichos de Garotinho, la gente de su Partido Socialista
Brasileño está dispuesta a votar por el PT, especialmente
después de destrabarse la situación en Río, cuando
se pensaba que Roshina iba a ir a un segundo turno con la actual gobernadora,
la petista Benedita da Silva.
De todos modos, el PT comenzará un trabajo de ingeniería
que estará fundamentalmente en manos de José Dirceu, el hombre
que de perseguido político y clandestino con una vida de novela,
pasó a ser el responsable de la visión que transformó
al PT en un partido que pudo tomar la opción del camino electoral,
gracias a u habilidad negociadora.
Prioritariamente, los caminos del PT llevan a Ciro Gomes,
que habría decidido anoche mismo dar su apoyo a Lula, adelantándose
a su propio partido, aunque se espera una declaración oficial para
mañana. Gomes dijo incluso que su apoyo no será sólo
formal. sino que entrará en la campaña.
Los líderes de los Partidos Popular Socialista
(PPS) y Trabalhista Brasileño -del veterano Leonel Brizola-, que
conforman la alianza en torno a Ciro, aún debaten el camino a seguir,
aunque Brizola también ya adelantó su apoyo a Lula.
El hueso duro de roer es Garotinho, por su marcado individualismo
y su fuerte personalidad, ahora crecido por el triunfo de su esposa, y
porque él mismo ha logrado una gran votación en Río
de Janeiro. Pero también es posible que el PT recurra a fuerzas
de derecha o centristas, como el poderoso PMDB (Partido del Movimiento
Democrático Brasileño-centrista), que ha tenido diferencias
con el gobierno actual.
Mientras, los avances del PT en estados como Sao Paulo,
donde José Genoino desplazó sorprendentemente al poderoso
gobernador Paulo Maluf para la segunda ronda, también ayudan con
vistas al 27 de octubre. Esto le da poder para hacer alianzas de distintos
tipos para los segundos turnos en los estados, alianzas incluso con el
oficialismo en aquellas entidades donde éste se enfrente a derechistas
o conservadores.
Lula dejó en claro esta mañana que hay negociaciones
de alianzas programáticas, más allá de personas y
figuras, y que no se están jugando cargos en estas negociaciones.
Por otra parte, la idea de que las elecciones del domingo
acabaron con los coroneles que manejaban la política parece
un poco arriesgada, cuando cifras en el empobrecido noreste indican que
hasta ahí no ha llegado la democratización. Si bien es acertado
lo que dijo el presidente Fernando Henrique Cardoso sobre el retroceso
de estos caudillos, queda aún mucho camino por andar para que salgan
de la escena política.
Hay otro factor en juego: el del fraude electrónico.
Para muchos analistas, el PT deberá cambiar su "ingenua" posición
en cuanto a negar que el fraude electrónico existe, luego que se
informó sobre el hallazgo en varias ciudades de urnas clandestinas.
Además, no sólo se discute la posibilidad
de que estas urnas electrónicas puedan ser manipuladas, sino también
que pueden dar pie a errores incorregibles, en un país en que son
millones los que en su vida han tocado una computadora.
En este panorama, el empresario textil Jose Alencar, compañero
de fórmula de Lula, se mostró hoy confiado en que existe
una "gran fuerza" para el segundo turno.
Y mientras algunos sectores radicales critican que un
empresario acompañe al ex metalúrgico y líder de las
más importantes luchas obreras contra la dictadura, Alencar explica
que hay una enorme afinidad con Lula.
"Los dos somos de origen humilde. El representa el trabajo,
yo represento la empresa. Sólo que la empresa no puede prescindir
del trabajo (...) El trabajo comenzó antes que la empresa en la
historia de la civilización. Y también en mi vida", comentó
a La Jornada.
Alencar, que destaca que existe además la coincidencia
de querer un Brasil independiente que pueda hacer frente al Area de Libre
Comercio de las Américas, habla de retomar el crecimiento productivo
y el trabajo, cuando existen más de 11 millones de desempleados
a los que se le suma un millón por año. "No podemos quedarnos
de brazos cruzados, debemos volver a crecer, y por eso la sociedad brasileña
ya demostró que quiere este cambio", concluyó el empresario.