Luis Javier Garrido

La sumisión

El principal problema que deberá afrontar el pueblo mexicano en el futuro inmediato es el de la sumisión del gobierno foxista a los intereses del exterior, que es factor fundamental de la desastrosa situación que prevalece en el país.

1. El aspecto más preocupante de lo que acontece en México es que ante la gravedad de la coyuntura internacional, marcada por la guerra contra Irak anunciada por el presidente estadunidense George W. Bush, cuyo objetivo es el petróleo y que constituye sólo una fase más de la guerra económica que las multinacionales están librando contra los pueblos en las dos últimas décadas para controlar los recursos estratégicos del planeta, los intereses de México se hallan a la deriva, pues no existe un gobierno nacional que defienda al pueblo mexicano.

2. El caso de Fox es patético, pues si bien logró ser el primer presidente electo en México después de 14 presidentes surgidos del partido de Estado, para lograrlo hubo de recurrir al apoyo logístico y financiero del exterior, como ahora se empieza a saber al ir apareciendo la información que lo evidencia, y entró en componendas con sectores del Partido Republicano de Estados Unidos, diversas empresas multinacionales que tienen intereses en México y con oscuros grupos de la ultraderecha europea y latinoamericana, a los que ahora tiene que retribuir los recursos y favores recibidos entregándoles las riquezas básicas del país y cediendo la soberanía nacional.

3. ƑA quién puede sorprender, por lo mismo, que se hable de las inversiones que los Amigos de Fox planean hacer en el sector energético o del dinero recibido por Fox en su campaña y que presuntamente provino desde la Enron hasta del cártel anticastrista de Miami?

4. Las políticas entreguistas de Vicente Fox no son sólo consecuencia de las primitivas ideas ultraderechistas de él y de sus principales colaboradores, que escondió a medias durante el proceso electoral de 2000 y por las que no votaron los mexicanos, sino sobre todo a) de esos arreglos para financiar su campaña, que hizo en abierta violación al marco constitucional y legal del país con el desprecio que le caracteriza hacia nuestras leyes, y b) de la avidez por hacer negocios tanto de él como de los Amigos de Fox, que quieren meterse con fuerza a la petroquímica, al sector eléctrico y a toda la obra pública del Plan Puebla-Panamá, todo lo cual hace urgente que en México se termine con la impunidad presidencial.

5. Una cuestión central para la defensa de los intereses de México es, por lo mismo, poder aplicar la ley a aquellos que ahora detentan el poder, y ésa es una tarea para la sociedad y no para el gobierno foxista que por sus compromisos no la va a encarar. Los responsables de los crímenes del 68, del 71 y de la guerra sucia contra los movimientos populares deben enfrentar su responsabilidad, pero también tendrían que hacerlo de tener México un régimen de derecho, lo mismo Carlos Salinas que Ernesto Zedillo, a quienes Fox está protegiendo, creyendo que ya se han olvidado sus crímenes políticos y económicos. El actual desastre nacional es también consecuencia del saqueo desenfrenado que el salinismo hizo del país en nombre del TLC y del neoliberalismo para apoderarse de buena parte de la riqueza nacional, y lejos de haber una reparación Fox está protegiendo esos intereses.

6. Quienes por motivos políticos o tontería afirmaron ante el conflicto de Pemex algo tan burdo como que el gobierno actual luchaba contra la corrupción, mentían al país. La imposición de las políticas neoliberales para disponer de los recursos estratégicos de un país se sustenta precisamente en las prácticas institucionales de corrupción a las que se les está otorgando en los hechos un estatuto internacional de impunidad. El cambio político en México tendrá, en consecuencia, que pasar por la posibilidad de poderle aplicar la ley también al Ejecutivo, que históricamente se ha situado por encima de la legalidad, en un plano de impunidad y, como ahora se ve, Fox no quiere ser la excepción,

7. El interés popular reclama que la ley pueda aplicarse también a quienes ahora están gobernando México, a Fox y a sus amigos, lo que constituiría el mejor signo de que el país ha entrado en la modernidad. Vicente Fox ha cometido en menos de dos años en Los Pinos múltiples violaciones a la carta constitucional y graves agravios en contra de los mexicanos.

8. "La transición", de la que tanto le gusta hablar a Fox sin entender en su limitada cultura lo que dice, suponía esencialmente un cambio de régimen político, pero para que se modificaran las formas de tomar las decisiones y, sobre todo, las políticas del gobierno, y el grupo foxista, heredero directo del salinismo, no ha cambiado ni en las formas ni en el fondo la política de sus predecesores y le sigue dando a los mexicanos más de lo mismo, con múltiples agravantes, como acontece en la política exterior.

9. El gobierno foxista no parece tener ya reparo alguno en evidenciar que la diplomacia mexicana trabaja no para defender los intereses de México, sino del gran capital trasnacional y que se ha doblegado por completo de manera sumisa en favor del proyecto imperial estadunidense y de la intentona de George W. Bush por controlar la producción mundial de energía. Abandonado el mandato constitucional de buscar la solución pacífica de los conflictos, al gobierno no le importa, ya que ha comprometido de antemano su voto en Naciones Unidas a favor de la guerra contra Irak.

10. El destino de México como país con cultura y proyecto propios no está en manos del gobierno, sino de los mexicanos que, paradójicamente, tienen más que nunca que luchar contra quien pretende representarlos pero ya no puede ocultar que sirve a intereses extranjeros.