Niegan que sean causados por el paso intenso de vehículos pesados
Ignoran autoridades de Azcapotzalco daños a viviendas
MIRNA SERVIN VEGA
Los hundimientos y daños a varias unidades habitacionales, atribuidos al paso de más de 2 mil tráileres diariamente por Azcapotzalco, mantienen enfrentados a vecinos y autoridades de la delegación.
Los vecinos presentaron un peritaje particular que indica que las grietas y los daños de las unidades Cuitláhuac y Hogares Ferrocarrileros son causados por el tránsito pesado de la zona, y acusan a la delegación, encabezada por la panista Margarita Saldaña, de ignorar los resultados y negarse a hacer un estudio al respecto.
Por su parte, Rafael Guarneros, director de Desarrollo Económico de esa demarcación, asevera que ni se tiene dinero para tal estudio ni las unidades mencionadas son de alto riesgo, ya que los daños pueden deberse a problemas de su construcción o por el terremoto de 1985.
Guarneros, representante de la delegación en las negociaciones con los vecinos por los problemas ocasionados por los tráileres, sostiene que todo Azcapotzalco sufre daños en sus vialidades precisamente por el tránsito de vehículos pesados, pero no se ha precisado que éste haya dañado las unidades. "La construcción de muchas de ellas se realizó con deficiencias desde la propia cimentación y a su vez fueron afectadas por los sismos de septiembre de 1985."
Para determinar dicha problemática, afirma Guarneros, se han hecho contactos con especialistas del Instituto de Ingeniería de la UNAM, a quienes se les ha solicitado apoyo para hacer diagnósticos de la zona y "ver qué tanto daño ha sido provocado por los tráileres.
"El contacto con instituciones académicas es para que haya una entidad totalmente ajena a la delegación, las empresas y los vecinos, que pueda emitir un dictamen totalmente confiable."
Hay aspectos de construcción de los edificios, abunda, que tendrán que resolver los vecinos o en un programa emergente del Instituto Nacional de Vivienda, "porque la delegación ni está facultada para meterse ahí ni cuenta con los recursos para hacerlo".
Rafael Velázquez, uno de los representantes de las unidades en conflicto, explica que se estudia un convenio para que la aduana de México cambie el módulo aleatorio para el pago de impuestos de contenedores, con el objetivo de que los tráileres ya no salgan por la unidad ferrocarrilera, pero ello agravaría el problema a los habitantes de la unidad Cuitláhuac.
Pero para ello quieren quitar unas bodegas "propiedad de los habitantes de aquí" que interfieren para habilitar una avenida, lo que no aceptarán si la empresa Ferrovalles no se compromete a construirlas en otra área cercana a la unidad, agrega.
Por contraste, Guarneros dice que esas bodegas no pertenecen a los colonos, pero que hay disposición de la empresa a llegar a un acuerdo que favorezca el tránsito de esta demarcación. No obstante, asegura, si los vecinos cooperan "el problema se solucionaría inmediatamente".