La ayuda debe prolongarse a la difícil
tarea de la reconstrucción, asegura el cardenal
Pide Rivera continuar el auxilio a damnificados
Recomiendan entregar aportaciones en la Cruz Roja para
evitar un uso proselitista
JOSE ANTONIO ROMAN
Luego de señalar que el gobierno federal no se
vio rebasado por la emergencia del huracán Isidore, el arzobispo
primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, pidió
a la sociedad en su conjunto no cesar su ayuda a los damnificados en varias
entidades del sureste.
Primero
en su homilía y posteriormente en breve entrevista, el prelado reconoció
que la emergencia en los estados de Yucatán, Quintana Roo, Campeche
y Chiapas aún no concluye. La ayuda, agregó, no sólo
debe darse en este momento, cuando lo prioritario es atender las necesidades
básicas de la población, sino prolongarse a la también
difícil tarea de la reconstrucción.
Desde el altar de la Catedral Metropolitana agradeció
la solidaridad y ayuda de los mexicanos hacia "los hermanos que sufren
la emergencia meteorológica", para después acudir al Zócalo
capitalino a entregar un donativo de 500 pesos a la fundación de
una de las televisoras privadas que realizan acopio de víveres y
ayuda en ese lugar.
"Estas iglesias que están en el sureste saben perfectamente
que ustedes no solamente están orando por ellos, sino que todos
los de esta arquidiócesis los ayudaremos y lo haremos efectivamente",
señaló el prelado durante la celebración religiosa.
Ahí mismo el cardenal Rivera se refirió
a las incongruencias que muchas veces existen entre la fe y la vida, en
las que no sólo incurren los creyentes que no actúan conforme
a lo que dicen creer, sino también aquellos que "presumen" de su
ateísmo pero en la oscuridad, a escondidas, en la clandestinidad
misma buscan a Dios y piden los auxilios y servicios de la Iglesia.
"El ideal cristiano no está ni en el hijo que dice
sí y no va a trabajar, ni en el que dice no y va; el ideal es el
hijo que dice sí y va a la viña a cumplir la voluntad de
su padre", señaló el cardenal Rivera, al comentar la lectura
bíblica dominical.
Agregó que cada uno debe asumir su responsabilidad
en esta incongruencia, "sin pretender culpar a los demás de nuestras
fallas y errores, en las que con mucha frecuencia se afirma que el medio
ambiente y las presiones sociales influyen de manera negativa en el incumplimiento
de la fe.
"Si el qué dirán o los prejuicios sociales
nos han atado a una fe vergonzante, ya es hora de que vivamos nuestra libertad
religiosa, porque esta libertad depende más de nuestra actitud interior
que de las leyes externas."
Entrevistado en el lugar, el director de Cáritas
Emergencia, Alejandro de Hoyos, dijo que hasta el momento se ha enviado
la ayuda vía aérea por conducto del Ejército Mexicano
y la Secretaria de Gobernación, pero que ya empieza a fluir el apoyo
por vía terrestre.
Comentó que debido a la magnitud del huracán
se sabe que todavía hay más de un centenar de comunidades
incomunicadas en Campeche, donde sólo el Ejército puede acceder
a ellas.
Respecto al peligro de que la ayuda humanitaria pueda
utilizarse con fines proselitistas, afirmó que esta situación
puede combatirse si la población que desea ayudar lo hace por medio
de organismos independientes, como Cáritas, la Cruz Roja y el propio
Ejército. La ayuda humanitaria. añadió, no debe tener
colores, religión ni distingos, y por ello la población que
desea ayudar debe acudir a los organismos independientes que distribuyen
en forma justa y equitativa los apoyos.