FORO DE LA CINETECA
Carlos Bonfil
La guerrilla de la memoria
Lucha antifranquista de miles de hombres y mujeres El olvido no debe sepultar a la justicia
PRIMERO DE ABRIL de 1939, último parte de guerra franquista emitido en Burgos, proclamación de la victoria fascista en España. Desde ese momento y hasta mediados de los años 60, miles de hombres y mujeres persisten en la lucha clandestina contra el régimen autoritario.
EL MAQUIS EN los montes, la guerrilla urbana en Barcelona, la resistencia activa que no retrocede ante la violencia y al atentado, esta actividad antifascista, a menudo ignorada en el tránsito parlamentario a la democracia, y en la amnesia de gobiernos renuentes a instruir el proceso formal a la dictadura, todo esto es la materia de La guerrilla de la memoria, documental del peruano Javier Corcuera, radicado en Madrid. Filme de apenas una hora, escueto, conciso, inspirado en el largometraje de ficción Silencio roto, de Montxo Armendáriz.
COMO EN LA película del realizador vasco, los testimonios que recoge Corcuera informan de la participación sustancial de la mujer en el combate clandestino; se relata la vida cotidiana en los montes, las estrategias de comunicación y de supervivencia; las lecturas entrañables y los posicionamientos ideológicos. Uno a uno se suceden los comentarios, las reflexiones, las anécdotas de los protagonistas ya desarmados, pero dueños todavía de un ánimo y una beligerancia verbal admirables. Cincuenta años después, todos los entrevistados, ellos y ellas, mantienen la memoria aún viva. Al respecto, el título del filme es elocuente.
LA MEMORIA ES el tema central en buena parte del documental histórico europeo. Trátese de Marcel Ophuls y su clásico Le chagrin et la pitié, radiografía de un pueblo (Clermont Ferrand) bajo la ocupación alemana, o del portentoso documento visual de nueve horas, Shoa, de Claude Lanzmann, sobre el exterminio nazi, el procedimiento es el mismo: los sobrevivientes toman la palabra, cuestionan, enjuician, rescatan, corrigen la realidad vivida, todo para impedir que el olvido termine por sepultar a la justicia, o que el horror se vuelva banalidad en boca de algún líder de extrema derecha. Impedir, con la determinación del rechazo moral, la liberación de un Maurice Papón en Francia, el olvido de los crímenes de Klaus Barbie en Lyon (Hotel Terminus, Ophuls), la tentación de rendir hoy homenaje en España a la memoria del dictador Franco. Los sobrevivientes de la guerrilla antifranquista confrontan la realidad actual y lo vivido durante la proclamación del triunfo fascista. El desencanto (título también de un estupendo docudrama histórico de Jaime Chávarri) se confunde con la nostalgia aguerrida, y de todo ello se desprende la congruencia de un compromiso ético inalterado.