Luis González Souza
El frente
A lo mejor sólo es por la nostalgia. Pero desde acá, desde Vietnam, se vio como la gran noticia: "Comienzan trabajos para crear frente contra la privatizacion del sector eléctrico y la educación" (La Jornada, 22-IX-02). Pero repito, a lo mejor sólo es por la nostalgia.
La verdad es que la creación de un frente de esas características hace tiempo que es necesaria. Más vale tarde que nunca. En esta ocasión fueron la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) y los ejidatarios de San Salvador Atenco, estado de México, los artífices de la idea. Del mismo modo en que antes en Uruguay, fue creado el Frente Amplio, en Argentina el Frente País Solidario (Frepaso), y en El Salvador, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), todos los cuales, de una u otra manera, ayudaron a la salvación de sus respectivos países. En México, desde antes del nuevo frente sólo se había creado el frente del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Y es que la embestida de Estados Unidos para la desnacionalización de nuestros países data de un buen tiempo atrás. Por lo menos desde que Reagan y su célebre Comité de Santa Fe nos pusieron en la mira, a principios de los años 80 del siglo pasado. No queda pues más que resistir.
Qué bueno, entonces, que la CNTE, el SME y los ejidatarios de San Salvador Atenco hayan por fin decidido crear un "frente contra el neoliberalismo, y en defensa del sector eléctrico y de la educación en México". Qué lástima, sin embargo, y a lo mejor sólo es por la nostalgia, que sólo sean ellos, y que sólo sea para defender la electricidad y la educación. Porque la embestida de la que hablamos es mucho más integral, profunda y persistente, mucho más ahora que Bush II insiste en su maquiavélica "guerra contra el terrorismo", y que, como ya es evidente, sólo es una coartada para reciclar todo el complejo militar-industrial-informático y anexas de su país. Por consiguiente, se requieren no uno, sino muchos frentes, y no sólo para defender la electricidad y la educación en México, sino para defender a toda la nación. Lo que requerimos es un frente de reafirmación nacional que sepa reinsertarnos en el llamado mundo de la globalización sobre bases de inteligencia y dignidad. Así como los cristianos han de ser confirmados una vez que han sido bautizados, México requiere también del sacramento de la confirmación.
Qué lástima, pues, pero a lo mejor sólo es por la nostalgia. Como sea, valgan todos los esfuerzos hacia la reafirmación de la nación. Por lo pronto, bienvenido el nuevo frente. Y si parecemos muy exigentes, a lo mejor sólo es por la nostalgia.
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