Ministros de Defensa de la OTAN califican la acción de intolerable
Miles condenan en silencio, en diversas regiones de España, el atentado adjudicado a ETA
La proscripción de Batasuna, "ataque fascista para acabar con abertzales", acusa el grupo armado
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 25 de septiembre. Miles de personas se concentraron hoy en silencio ante los edificios públicos y las sedes de los ayuntamientos de España para manifestar su repudio a la reciente acción violenta atribuida a la organización armada vasca ETA, que ayer causó la muerte de un agente de la Guardia Civil e hirió a otros tres durante un atentado perpetrado en Navarra.
De su lado, ETA acusó al jefe de gobierno vasco, el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, de cometer "un robo electoral" y de querer "secuestrar el futuro de Euskal Herria en un contexto autonómico sin salida". En un comunicado conocido a última hora de este miércoles, el grupo armado condenó el cierre de las sedes de la suspendida coalición Batasuna, que calificó de "ataque fascista para acabar con la izquierda abertzale (nacionalista)".
La muerte del cabo Juan Carlos Beiro Montes, víctima de la explosión de la bomba que colocó un supuesto comando etarra en la localidad de Leitza, congregó a miles de personas que reiteraron en las calles de las principales ciudades del país su más enérgica repulsa a las acciones terroristas de la organización armada, que en lo que va del año ha matado a cuatro personas: una niña de seis años, un concejal del Partido Socialista de Euskadi, un civil de 57 y el agente del cuerpo policial.
Al filo del mediodía, en la mayoría de los edificios públicos se agruparon manifestantes en silencio y con lemas escuetos como "ETA, no". La convocatoria de las concentraciones fue diversa, desde los estamentos de la administración pública española y vasca, la Federación Española de Municipios y Provincias y las organizaciones pacifistas Gesto por la Paz y el Movimiento contra la Intolerancia.
Hubo manifestaciones en el Congreso de los Diputados, el Senado, ministerios, juzgados y en las plazas de las principales ciudades, como la capital, Madrid, así como en Sevilla, Valencia, Málaga, Zaragoza, Valladolid, Barcelona, Jerez, Palencia, Oviedo y Córdoba, Bilbao, Vitoria y San Sebastián.
Según explicó el consejero de Interior del gobierno vasco, Javier Balza, estas protestas pretenden expresar "la repulsa más absoluta a la violencia ciega de ETA, que lo único que persigue es el desastre de esta sociedad".
El cuerpo de Juan Carlos Beiro fue trasladado a su pueblo natal, Sama de Langreo, en Asturias, donde fue incinerado tras una ceremonia a la que acudieron, entre otros, el Ejecutivo español, José María Aznar, el líder de la oposición socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ministro del Interior, Angel Acebes.
Pequeño incidente
En las actividades de duelo por la muerte del agente sólo ocurrió un altercado en el consistorio de San Sebastián, donde tuvieron que ser expulsados del salón del pleno los concejales de la suspendida coalición nacionalista Batasuna, a la que se acusa de ser brazo político de ETA.
Los ediles abertzales mostraron durante la sesión varias pancartas en las que denunciaban la prohibición del derecho a manifestarse y acusaban a la Guardia Civil y a la Ertzaintza de torturas y malos tratos, o imágenes alusivas al cierre de las sedes y locales de la coalición de la izquierda separatista.
El alcalde, Odón Elorza, ordenó entonces a los ediles que retiraran los carteles, pero ante la negativa finalmente la Guardia urbana se los arrebató. Además, se cortó el sonido del micrófono que utilizaba el vocero del grupo, a quien se le comunicó que no tenía el uso de la palabra.
El guardia civil que resultó herido de gravedad en el atentado de Leiza, internado en el hospital Donostia, de San Sebastián, presenta una "situación estable", según el más reciente parte médico, por lo que se cree que está fuera de peligro, si bien tendrá secuelas importantes.
Los ministros de Defensa de los 19 países integrantes de la OTAN, durante un
encuentro informal en Varsovia, condenaron el atentado imputado a ETA que causó la muerte a un guardia civil español en Navarra, que calificaron como acto de "cobardía no tolerable por ninguna democracia", y expresaron su determinación de combatir el terrorismo y su solidaridad con el gobierno español.
Identifican a etarra
El gobierno vasco informó que el segundo presunto etarra muerto el pasado lunes en Bilbao, a raíz de la manipulación de dinamita en mal estado que también costó la vida a otro joven de 21 años, es Egoitz Gurrutxaga Gogorza. Se trata de un activista que estaba prófugo después de que en noviembre pasado fuera puesto en libertad bajo fianza.
En la historia de la organización armada, la muerte de sus activistas debido a la explosión de sus propias bombas ha sucedido en varias ocasiones y ha costado la muerte a alrededor de 40 supuestos etarras, a los que después de ser identificados, una labor que siempre resulta difícil dada la potencia del armamento utilizado, se les rinde una serie de homenajes en Euskadi.
Como ejemplo, destacan los que se llevaron a cabo en agosto de 2000 a raíz de la muerte de cuatro etarras, cuyo vehículo explotó en Bolueta. Sin embargo, la justicia y el gobierno españoles advirtieron que cualquier tipo de homenajes son ilegales y que en caso de llevarse a cabo serán considerados actos delictivos.
Por otra parte, el ministro francés de Justicia, Dominique Perben, declaró que el envío de una comisión rogatoria a París por parte del juez español Baltasar Garzón para solicitar el cierre de las oficinas del partido radical vasco Batasuna, en el sureste de Francia, quizá "no sea la fórmula adecuada". Indicó que aunque aún no recibe tal petición, la estudiará en caso de recibirla próximamente.
En contraste, un fiscal del Tribunal francés de Apelaciones francés de Agen se declaró favorable a la petición española de extraditar a Eneko Aizpuru Giraldo, de 21 años, de la organización juvenil radical vasca Segi, bajo cargos de violencia callejera.
