El organismo internacional prevé crecimiento de 1.5% en México para este año
FMI: crisis en Pemex manifiesta debilidad del gobierno para financiar sus gastos
Calcula para 2003 aumento del PIB de 4%, contra el casi 5% de Hacienda La reciente depreciación del peso no es motivo de preocupación, como sí lo es la debilidad fiscal del país
ROBERTO GONZALEZ AMADOR, JIM CASON Y DAVID BROOKS ENVIADO Y CORRESPONSALES
Washington, 25 de septiembre. El optimismo del presidente Vicente Fox en relación con la economía mexicana recibió este miércoles un baño de realismo, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo sus pronósticos acerca del crecimiento del producto interno bruto (PIB) en 2002 y en especial para 2003.
El organismo, en cambio, expresó que no existe mayor preocupación por la reciente depreciación del peso frente al dólar, pero alertó que la falta de acuerdos políticos, como lo pone de manifiesto el conflicto en torno a Petróleos Mexicanos (Pemex), ha hecho evidente la vulnerabilidad del gobierno para financiar sus gastos.
Este miércoles, el FMI presentó su pronóstico semestral acerca de la economía mundial, en el que advirtió sobre un menor dinamismo al esperado para los próximos meses. El organismo estableció que el PIB mundial crecerá este año 2.8 por ciento, mismo nivel que el esperado en la última proyección, realizada en abril pasado. En cambio, para 2003 el incremento será de 3.7 por ciento, tres décimas menos que lo previsto hace cinco meses.
El menor ritmo de actividad económica, que provocó una reducción de los pronósticos para Estados Unidos -el PIB de ese país crecerá 2.6 por ciento en 2003, en vez del 3.4 por ciento previsto en abril pasado- y, al mismo tiempo, afectó las proyecciones sobre la economía mexicana.
En el Panorama de la economía mundial (WEO, por sus siglas en inglés), dado a conocer este miércoles, el FMI estimó que el PIB de México tendrá este año un incremento de 1.5 por ciento, nivel que representó una reducción de dos décimas respecto al 1.7 por ciento previsto por el organismo en el WEO publicado en abril pasado. El gobierno mexicano mantiene la meta de lograr en 2002 un incremento del PIB de 1.7 por ciento.
El mayor ajuste, sin embargo, fue hecho por el FMI respecto de la proyección para 2003, año en que México tendrá una elección federal para renovar la Cámara de Diputados, un proceso en que el actual gobierno está empeñado en ganar la mayoría legislativa para el Partido Acción Nacional del presidente Vicente Fox.
Según el Fondo Monetario Internacional, la economía mexicana crecerá 4.0 por ciento en 2003. Este pronóstico representa una reducción de casi un punto porcentual respecto de la previsión hecha por el organismo internacional en abril pasado, cuando estimó un incremento de 4.9 por ciento.
Un peso menos
A juicio del Fondo Monetario Internacional, la reciente depreciación de la moneda mexicana -el peso acumula una devaluación de 14 por ciento frente al dólar desde abril pasado- no es motivo de preocupación, al menos de momento, como sí lo es la debilidad de la estructura fiscal del país, que hace vulnerable el financiamiento del gasto del gobierno.
En una conferencia de prensa en la que fue presentado el WEO, Kenneth Rogoff, economista en jefe y director del departamento de investigación del FMI, se refirió al tema del valor de la moneda en términos de que el ajuste es consecuencia de la inestabilidad de las economías latinoamericanas.
"Ha habido una depreciación del peso, pero éste, por otra parte, el peso se había apreciado antes de manera importante. Así que no sé si este último ajuste sea malo", planteó Rogoff.
La expresión de Rogoff coincide con las opiniones que en México consideran que el peso se ha sobrevaluado recientemente. Como dicen los exportadores mexicanos, un peso sobrevaluado limita la competitividad de los productos mexicanos en el exterior, así que estos círculos no ven mal un ajuste cambiario, dado que aumenta las exportaciones al hacerlas más baratas en términos de dólares.
En el WEO divulgado ayer, el FMI se refiere a México para señalar que la substancial necesidad del país de obtener financiamiento externo ha expuesto a la economía a los vaivenes provocados por el cambio de percepción entre los inversionistas sobre la situación de los países latinoamericanos. Sin embargo, el organismo destaca que México, junto con Chile, han tenido hasta ahora un contagio limitado de las crisis provocadas por Argentina y Brasil.
"Las recientes reformas fiscales en México no han tenido éxito en elevar los ingresos fiscales no petroleros, como era la intención", señaló el FMI.
En la opinión de David Robinson, subdirector del departamento de investigación del FMI, es la vulnerabilidad del gobierno para financiar sus gastos lo que se ha hecho más evidente con el conflicto relacionado con Pemex.
Sin hablar de temas políticos ni de la huelga planteada por los trabajadores petroleros, Robinson comentó que para los inversionistas ha quedado de manifiesto la amplia dependencia que tiene el gobierno de los ingresos petroleros y de lo vulnerable que resultan las finanzas públicas a lo que ocurra con el mercado petrolero.
"Creo que la autoridad ha hecho un buen trabajo para buscar reducir el déficit y abatir la inflación", expuso Robinson. "Para los siguientes años, con la mira de cumplir esos objetivos, una de las cosas que deben ser hechas es avanzar en las reformas fiscales que iniciaron este año y reforzarlas. Esa será una importante acción política del gobierno, trabajando con el Congreso, por supuesto", apuntó.