Anuncia la participación de Anagrama
en la próxima FIL de Guadalajara
Fácil de pinchar, el globo formado por grandes
editoriales: Herralde
En España se emprenden ''campañas de fomento
a la lectura que sólo son fuegos de artificio''
Comienzan a surgir en ese país pequeñas
casas editoras con proyectos culturales claros, dice
CESAR GÜEMES
A Jorge Herralde, fundador y director de Anagrama, no
lo hace temblar la fusión de editoriales, el sello con el que arrancó
en España la industria del libro en el siglo pasado. En paz visita
México, con miras a la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara
y a las novedades de otoño de su empresa, entre las que se cuentan
esperados libros como la más reciente y polémica novela de
Michel Houellebecq, Plataforma, lo mismo que la participación
de señalados autores mexicanos.
Antes de entrar en temas como la escasa promoción
que recibe la lectura en España, Herralde adelanta, sin más:
''Por
lo pronto publicaremos una crónica escalofriante de Sergio González
Rodríguez, Huesos en el desierto, sobre los crímenes
en contra de mujeres en Ciudad Juárez. Además, ya que Cuba
es el país invitado, contamos con un autor que ha tenido éxito
no sólo en América Latina sino en España, Pedro Juan
Gutiérrez. Aparte de todo el fondo editorial que llevaremos a Guadalajara
habrá ciertas novedades de otoño. Entre las más importantes
está la nueva novela de Michel Houellebecq, Plataforma. Como
se sabe, él es uno de los autores más incisivos, polémicos
y transgresores de la literatura francesa de los últimos años.
''Plataforma es una especie de visión corrosiva
del turismo sexual. En Francia fue muy bien aceptada y despertó,
como era de esperarse, opiniones encontradas. A ello sumamos la mejor novela
del British dream team, escrita por Ian McEwan, Expiación.
Una obra excepcional."
Búsqueda de nuevos autores
En cuanto al ensayo, Herralde señala que Anagrama
estará presente en Guadalajara con Alessandro Baricco, mediante
su nuevo libro Next, así como La literatura y los dioses,
de Roberto Calasso. También llegará a México el volumen
Ultimo
ensayo antes de liquidación, de Frédéric Beigbeder,
quien entró con paso firme al mercado del libro en español
con la sátira 13,99 euros.
-Aparte de autores como Sergio Pitol o Carlos Monsiváis,
¿contempla promover autores de nuevo cuño?
-Buscamos como siempre, y no sólo en México
sino en todas las literaturas, a los nuevos escritores. También
hacemos política de autor con los de casa, que por fortuna no dejan
de escribir libros excelentes. Es lo que ocurre con prosistas como Enrique
Vila Matas, Roberto Bolaño o Alvaro Pombo, que este año consiguió
un gran éxito con el Premio Fundación Lara.
''Por cierto, Pombo me confió que lleva ya bastante
avanzada su nueva novela, que ocurre la mitad en Santander y la otra en
México; la protagonista es una mujer excéntrica que viaja
a este país y se involucra en la guerra cristera. Confío
en su gran talento.''
-En México se ha generado un debate en cuanto a
los libros que deben estar en las bibliotecas escolares. ¿Cómo
funciona este sistema en España?
-Allá es algo muy deficiente eso de las bibliotecas
de aula, marcha más bien de forma descentralizada. Hay libros que
son, en todo caso, de lectura recomendada. En España no ha habido
una actuación como la que se dio en México, polémica,
según he leído. Parece que el peso de grandes grupos editoriales
resultó escandaloso.
Concentración de sellos
-¿No es contradictorio que en España, el
país que en el ámbito editorial es el más firme en
castellano, no se fomente la lectura desde los primeros años?
-Diría que la industria editorial florece a pesar
de la falta de ayuda gubernamental. De cuando en cuando se anuncia aparatosamente
una campaña de fomento a la lectura que se queda en agua de borrajas
o fuegos de artificio. En España, por una parte, está la
fortaleza de la industria, pero por otra nos enfrentamos a la gran concentración
de sellos, autores y fondos editoriales. Así que además de
los dos grandes grupos, que son Planeta y Santillana, ahora aparece Random,
que agrupa a Grijalbo, Mondadori, Plaza & Janés, Lumen y Debate.
Eso sin tomar en cuenta a Vivendi, la propietaria de Anaya y Alianza. Luego
estamos las editoriales independientes fuertes, no muchas por cierto. El
lado esperanzador de todo esto es que comienzan a surgir pequeñas
casas editoras con proyectos culturales claros, coherentes y que hacen
su camino con las naturales dificultades.
-¿Teme usted a las grandes fusiones?
Responde Herralde al botepronto, si bien con calma.
-No. El gran globo que forman algunas de ellas puede ser
fácilmente pinchable.