Renovará 38 alcaldías y 35 diputaciones

Probará Coahuila su nueva ley electoral en los comicios del 29

La nueva normatividad considera los periodos más breves de campaña y los topes de gasto más bajos

MIREYA CUELLAR

Coahuila pondrá a prueba el próximo 29 de septiembre su nueva legislación electoral con unos comicios a los que están convocados un millón 334 mil 703 ciudadanos, para renovar las autoridades de 38 alcaldías y los 35 representantes populares que integran el Congreso. Los partidos políticos podrán en ese momento evaluar si su decisión de acotar las gastos y tiempos de campaña fue acertada.

Como en ningún otro estado, en Coahuila la legislación electoral regula hasta los más pequeños detalles de las campañas, que se desarrollan en forma escalonada en función del número de electorales. Los candidatos a alcaldes por Torreón, Saltillo, Monclova y Piedras Negras, las ciudades más grandes del estado, iniciaron sus actividades proselitistas el 22 de agosto; mientras que los más pequeños pudieron iniciarlo apenas el 6 de septiembre. Es decir, tendrán sólo 20 días de campaña porque el miércoles 25 tendrán que parar porque tres días después será la jornada electoral.

No sólo serán los periodos más breves de campaña, sino los topes de gasto más bajos. Ninguno de los 11 partidos que el último domingo de este mes se disputarán en el estado podrá gastar más de 6.4 millones de pesos en toda la campaña estatal. Y está prohibido colocar propaganda en el centro histórico de las ciudades. Quien viole ese precepto se expone a que las autoridades municipales levanten los materiales.

La nueva legislación cierra la llave del derroche de los recursos pero abrió la posibilidad de que los partidos puedan presentarse a las elecciones con candidatos comunes; el aspirante será el mismo pero cada partido podrá cuantificar sus propios votos. Con está modalidad el PRD lleva como candidato por el municipio de Torreón al ex senador priísta Francisco Dávila, quien también es apoyado por el Partido del Trabajo.

Los comicios serán una danza de partidos, en la que participan tres organizaciones con registro local; el Partido de la Libertad, una escisión del PT que se presenta por primera vez; el Partido Cardenista, o lo que queda del Partido del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, ligados a Rafael Aguilar Talamantes, y el Partido de la Unidad Democrática Coahuilense, que formó Evaristo Pérez Arreola y que heredo su hijo Lenin.

El resto son los mal llamados partidos nacionales -porque sólo tres tienen una presencia más o menos extendida; PRI, PAN y PRD-, entre los que se cuentan Convergencia por la Democracia, el de la Sociedad Nacionalista, el Partido Alianza Social y los de reciente registro, que son México Posible y el Partido Liberal. La mayoría de estas pequeñas fuerzas va a las elecciones en coalición con los partidos más fuertes.

Para toda la llamada "chiquillada" será difícil abrirse espacio en una entidad tradicionalmente bipartidista. El PRD apenas les disputa 10 por ciento del electorado, y el resto se lo reparten el PAN y el PRI. Aunque se le atribuye en cierto modo al fenómeno Fox, en 2000 Acción Nacional se quedó con los dos senadores de mayoría por esa entidad y cuatro de los siete asientos en la Cámara de Diputados federal que tiene Coahuila. Después del impacto que en 1988 tuvo la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, el PRD nunca pudo volver a ganar la comarca lagunera, una región integrada por cinco municipios y que concentra 42 por ciento de la votación estatal.