El prejuicio antirreligioso y la persecución
contra homosexuales ''están superados''
Rectificar errores, principal virtud y fuerza de la
Revolución Cubana: Cintio Vitier
El gobierno de la isla apuesta por una cultura con sentido
original, expresa el poeta
Recibirá el premio de literatura Juan Rulfo en
el contexto de la FIL de Guadalajara
ARTURO GARCIA HERNANDEZ ENVIADO
La Habana, 12 de septiembre. La Revolución
Cubana ''no ha sido perfecta", comete ''errores e injusticias esenciales",
pero ha tenido su mayor grandeza y virtud ''en la capacidad de rectificar",
a diferencia de otros movimientos de esa naturaleza que no lo hicieron.
Tal es la perspectiva del poeta cubano Cintio Vitier, quien recordó:
''Las revoluciones generalmente no rectifican; la Revolución
Francesa cada vez fue peor; la rusa, cada vez peor, hasta la bolivariana
fue cada vez peor. La rectificación ha sido la virtud de la cubana,
y aunque no todos los momentos han sido felices, nos ha permitido seguir
creyendo en ella."
Vitier
-poeta expresamente católico- señaló que dos de esos
errores fueron el prejuicio antirreligioso y la persecución a homosexuales,
yerros hoy absolutamente rectificados: ''Durante los años 70 hubo
lo que fue calificado y se conoce como el quinquenio gris del proceso revolucionario.
No sólo fue gris, a veces más que gris. Se cometieron injusticias
basadas en dos equivocaciones: que la religiosidad era incompatible con
la revolución. Doy testimonio porque soy católico y eso me
costó en ese tiempo algunas indiferencias y, cómo se diría,
algunos rasguños, para no ser dramático, lo mismo que a otros
compañeros de la misma fe o de otras".
En cuanto a la persecución de los homosexuales
-abundó Vitier- ''quisiera que alguien me explicara qué relación
tiene el problema de los homosexuales con el marxismo. Que yo sepa, Marx
nunca se pronunció en ese tema. Eliseo Diego, que tenía mucho
sentido del humor, me decía que estábamos fabricando una
especie de marxismo victoriano, que tanto le costó al pobre Oscar
Wilde, quien siendo homosexual había recibido los mayores elogios
de José Martí, quien también elogió los sus
libros acusados de, digamos, inmoralidad. Eso fue un descomunal error.
¿Este error persiste? No, en absoluto. Se ha superado totalmente
y eso es una prueba de lo que dije antes: pienso que esa es la mayor fuerza
de la Revolución, su capacidad de perfeccionarse, de superar errores,
de ir hacia delante".
Unico fundador sobreviviente del grupo reunido en torno
de la revista Orígenes, al que pertenecieron autores como
José Lezama Lima y Eliseo Diego, Vitier obtuvo este año el
Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, que recibirá
en el contexto de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara,
en la que Cuba es el país invitado de honor.
Amistad y distanciamiento con Paz
En charla con periodistas, Vitier repasó de manera
breve temas diversos: el surgimiento de la revista Orígenes,
de Lezama Lima; la literatura y autores mexicanos; su admiración
por Sor Juana Inés de la Cruz y su relación con Octavio Paz;
José Martí y la importancia que el gobierno cubano atribuye
en estos momentos a la creación y la promoción cultural.
''A Octavio Paz lo conocí en 1949, cuando era agregado
cultural en la embajada de México en París. Es una de las
grandes figuras de la poesía y el ensayo. Recuerdo en particular
El laberinto de la soledad. También conocí a Carlos
Fuentes, Alí Chumacero."
Con Paz, Vitier mantuvo un intenso intercambio epistolar
antes de que surgieran las diferencias que los distanciaron: ''Tengo cartas
de Octavio Paz hasta el año 68, con grandes elogios para la Revolución.
Algunas de ellas se han publicado en Casa de las Américas. Hacía
un gran elogio de la Revolución. Ese año ocurrió su
renuncia a la embajada de México en India con motivo de los sucesos
de Tlatelolco. Fue un gesto siempre recordable. Desde el país asiático
me escribía y desde allí recibí estos testimonios
de ardiente simpatía por la Revolución Cubana. La causa por
la cual él cambió su perspectiva es tan penosa y tan larga
de explicar que yo quisiera que ustedes me excusaran. Yo nunca hablé
con él acerca de las causas por las que después estuvo en
desacuerdo con la Revolución. Sospecho que tuvo que ver con el llamado
caso del poeta Heberto Padilla, cuando se produjo una llamada autocrítica
que les hizo pensar a varios escritores notables en el mundo que era producto
de la tortura, lo cual traía inmediatamente a la memoria juicios
chinos y soviéticos. Pienso que ahí está la causa
fundamental del distanciamiento de Paz, porque muchos llegaron a la conclusión
de que Cuba iba por ese camino. Eso ha durado casi hasta hoy, pero el propio
Padilla, ya en Estados Unidos, manifestó que nunca había
sido torturado. No quisiera hacer un comentario duro de Padilla, porque
además sus últimos años en ese país fueron
muy tristes, murió muy desamparado; era un poeta notable y fue un
amigo, y a los amigos hay que quererlos siempre y, en definitiva, y hay
que perdonarles muchas cosas; además, tienen que perdonarnos a nosotros,
desde luego".
Entonces, ''lo que creo es que eso pudo llevar a Paz a
hacer causa común con esa crítica contra la Revolución;
desde luego ésta no ha sido perfecta, se han cometido muchos errores
pero -insistió- ha tenido quizá como su mayor grandeza la
capacidad de rectificar".
Director del Centro de Estudios Martianos, Cintio Vitier
expuso ante los periodistas la estrecha relación que existe entre
el pensamiento de José Martí y la actual apuesta del gobierno
de Cuba por la cultura, que resumió en una frase del prócer:
''Ser culto para ser libre".
Aseguró que la Revolución ''se ha ido fortaleciendo
espiritualmente" y se convierte ''cada vez más en una revolución
cultural en un sentido original, cubano, buscando de nuevo las raíces
de esos orígenes que tanto nos atraían (al grupo reunido
en torno de la revista Orígenes); están siendo revitalizados
por la Revolución".