PEMEXGATE
El gobierno insiste en que la
PGR se inmiscuya en una negociación laboral, indican
Dirigentes petroleros se dicen perseguidos políticos
Clima de acoso y linchamiento, acusa el sindicato en
cartas enviadas a Fox y la CNDH Pemex afirma que ya hizo un ofrecimiento
de casi 9%; el gremio niega la versión
FABIOLA MARTINEZ
Dirigentes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de
la República Mexicana (STPRM) se consideraron ''perseguidos políticos'',
y afirmaron que el gobierno federal comenzó ''un embate de intenciones
políticas'' contra este gremio y contra el movimiento obrero en
general.
Según
la versión del STPRM, Pemex no ha modificado su oferta de aumento
de 5.5 por ciento directo al salario, mientras fuentes de la paraestatal
aseguran que el ofrecimiento ya linda en 9 por ciento, 4.5 puntos más
que la inflación prevista para este año.
A 18 días de que venza el emplazamiento a huelga
en Pemex, las sesiones de negociación se encuentran suspendidas
y se espera que se puedan restablecer el próximo martes, posiblemente
en las instalaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión
Social, debido al clima de tensión entre las partes.
Las fuentes consultadas precisaron que a los 138 mil trabajadores
de esta empresa se les ofrece un aumento de 7 por ciento directo al salario
y entre 1.5 y dos puntos en prestaciones.
Los 36 secretarios seccionales del STPRM y el comité
ejecutivo se reunieron ayer para delinear un plan defensivo. Ahora incluso
mencionan que las autoridades no atienden los reclamos en materia de asignación
de vivienda y modernización de los hospitales y flota petrolera.
Fernando Navarrete Pérez, secretario del Exterior
y Propaganda del gremio, convocó anoche a una conferencia de prensa
-en la que no se aceptaron preguntas de los reporteros- para afirmar que
hasta el momento ''no ha habido una respuesta aceptable ni negociación
alguna que modifique la postura inicial de la empresa y el gobierno''.
En dos documentos, uno dirigido al presidente Vicente
Fox y otro a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el vocero
del sindicato petrolero aseveró que existe una ''actitud de indiferencia
de patrón y autoridades'', quienes ''han promovido un clima de acoso
y linchamiento en contra del STPRM''.
El gobierno, ''confundiendo la tutela del derecho laboral,
ha puesto en manos del Ministerio Público la calificación
de la legalidad de las negociaciones laborales, solicitando como consecuencia
de esto el desafuero de los legisladores petroleros''.
La Procuraduría General de la República
investiga el presunto desvío de casi 2 mil millones pesos de Pemex
al sindicato petrolero, que a su vez se habrían transferido a la
campaña presidencial del priísta Francisco Labastida Ochoa.
La representación social pidió el martes
al Congreso el desafuero del diputado Carlos Romero, líder del sindicato;
del senador Ricardo Aldana, tesorero de la agrupación, y del diputado
Jesús Olvera, para enfrentar acusaciones.
Según la dirigencia petrolera, el llamado Pemexgate
y la administración de justicia son usados por el gobierno ''con
propósitos de beneficio político".
Navarrete argumentó que los convenios con Pemex,
que han derivado en una docena de órdenes de aprehensión
contra ex directivos de la paraestatal y dirigentes sindicales, tienen
validez, ''por lo que no están a discusión''.
''Resulta inconcebible que se insista en que el Ministerio
Público se inmiscuya en una negociación obrero-patronal,
y pretenda convertir selectivamente en un asunto penal lo que representa
una negociación laboral'', dijo.