A UN AÑO DEL 11-S

Denuncian represión

Gobiernos del mundo se unen a EU en el homenaje

AFP, DPA, REUTERS Y PL

Bruselas, 11 de septiembre. Ciudadanos, instituciones y gobiernos de todo el mundo se unieron hoy a Estados Unidos en el homenaje a las víctimas del 11 de septiembre, con mi-nutos de silencio, ceremonias religiosas, ofrendas florales y promesas de defender la democracia ante la "amenaza terrorista".

Pero también hubo advertencias sobre "las desestabilizaciones regionales, la legitimación inaceptable de las violaciones ma-sivas de los derechos humanos", surgidas so pretexto de la lucha contra el terrorismo.

"Alentados por el ejemplo de Estados Unidos, dirigentes del mundo aprovecharon la ola para activar o adoptar leyes similares, y reforzar su arsenal represivo (...) como lo hicieron China y Rusia, o Egipto, Argelia Túnez y Colombia", agrega la Federación Internacional de Ligas de los Derechos Humanos, con sede en París.

En Bruselas, entre tanto, el secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, George Robertson, advirtió que "todavía no hemos ganado la guerra", mientras la Unión Europea sostuvo que "los terroristas nos atacaron a todos".

Gran Bretaña, el más fuerte aliado de Estados Unidos, organizó una ceremonia en la catedral londinense de Saint Paul en la que participaron el primer ministro Tony Blair y el príncipe heredero Carlos.

En París, dos haces iluminaron el cielo en homenaje a las víctimas, y en Alemania el canciller federal Gerhard Schroeder dijo que "independientemente de las actuales divergencias", la amistad con Estados Unidos "existe de manera perdurable".

Polvo blanco y solidaridad

En tanto, embajadas o consulados estadunidenses en Alemania, Dinamarca, Italia y Luxemburgo recibieron cartas con polvo blanco, aunque en la mayoría de los casos se descartó que se tratara de ántrax.

En Rusia, el presidente Vladimir Putin envió un mensaje de solidaridad a George W. Bush, aunque desde la Duma numerosos líderes advirtieron que la intención de atacar a Irak "sólo anima el terrorismo". China recordó que se considera como una víctima del terrorismo de las fuerzas separatistas musulmanas que actúan en Xinjian.

Otros actos tuvieron lugar en Asia, concretamente en Singapur, Vietnam y Filipinas. En Africa, centenares de personas asistieron a un servicio religioso en Nairobi.

En el mundo árabe, las embajadas estadunidenses fueron cerradas. El papa Juan Pablo II, por su lado, afirmó que "ninguna injusticia ni sentimiento de frustración, fi-losofía o religión justifica" el terrorismo.

En América Latina también hubo conmemoraciones con actos y mensajes, así como medidas de seguridad reforzadas.

En Brasil, el consulado de Estados Unidos en Sao Paulo realizó un acto ecuménico, durante el cual uno de los líderes de la comunidad islámica local, jeque Jihad Hassan Hammadeh, dijo que los musulmanes que viven en la Triple Frontera sufrieron mucho tras los atentados, por las acusaciones de que era un santuario antiterrorista.

En Cuba, la prensa oficial se sumó a la condena mundial de los atentados, pero afirmó que esos hechos fueron aprovechados por Washington para afianzar su "hegemonía" y una prédica antibelicista.