El grupo tomó la Gran Vía, en su primera presentación ante el público de Madrid
"Ya no hay revolución... lo que hay es mucho tráfico de droga", afirman Los Tigres del Norte
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 10 de septiembre. Los Tigres del Norte, desde hace pocos meses un grupo de culto en España, tomó literalmente la Gran Vía madrileña en lo que fue su primera presentación en más de 30 años de historia ante el público de esta ciudad, que vio entre la perplejidad y la emoción cómo esos cinco mexicanos que cantan corridos de mojados o narcotraficantes recorrían la mítica calle bajo la comparsa de un mariachi. Antes, uno de sus integrantes, Jorge Hernández, denunció la censura a la que se ha visto sometida una de sus últimas canciones, Crónica de un cambio, prohibida en algunas emisoras por "orden de él (en alusión a Vicente Fox) o de alguna secretaría".
Este grupo sinaloense que abrió brecha en la recuperación del corrido revolucionario como género de expresión "del pueblo" comenzó el pasado 6 de septiembre su primera gira en España. Sus canciones suenan en las radios y sus discos se venden en las tiendas desde hace pocos meses, una vez que se popularizó en este país el llamado narcocorrido, en gran parte debido a La reina del sur, la más reciente novela del escritor español Arturo Pérez-Reverte, el novelista más leído y que confesó haberse inspirado en gran medida en la música de Los Tigres del Norte, sobre todo en el personaje de Camelia La Texana, del corrido Contrabando y traición.
Después de tocar su primer concierto en la sala La Paloma de Barcelona, Los Tigres del Norte fueron presentados en Madrid en la sala de exposiciones de la librería Fnac, que se abarrotó de incondicionales del grupo, por el cineasta Alex de la Iglesia y el crítico de música Diego Manrique, quienes se refirieron a la música de este grupo con 55 discos y 14 películas grabados.
Manrique, uno de los críticos con más prestigio, se limitó a apuntar que "este es un acontecimiento histórico y me siento muy alegre de haberlo vivido porque son 30 años de escuchar a Los Tigres del Norte, en los que hemos comprobado cómo un grupo modesto, que se ganaba la vida cruzando la frontera con Estados Unidos, ha logrado algo extraordinario: vivificar un género que estaba en esos momentos en horas bajas, el corrido, y convertirle en uno de los grandes géneros narrativos, de crónica o de periodismo, que existe en estos momentos. Mucha gente piensa en la ecuación Tigres del Norte=narcocorridos, pero resulta que hay muchísimas más cosas, historias de mojados, de fronteras".
Reportajes hechos canción
De la Iglesia, autor de la película Perdita Durango, en la que se incluyen dos canciones de Los Tigres, dijo por su parte que "ellos dicen que son la voz del pueblo y eso es la pura verdad, pues el tema de la frontera y los mojados, por ejemplo, no es algo misterioso u oculto ahí, sino que es algo cotidiano, que se da todos los días. Entonces descubrí que Los Tigres del Norte estaban haciendo con sus canciones unos reportajes de lo que es vivir y sufrir esa frontera, pero la más fascinante es que esa realidad terrible la cantan con corridos, con alegría. Por eso para mí, sin duda alguna, Los Tigres del Norte son la banda más radical que existe, pues es gente que tiene un compromiso político muy fuerte con su pueblo a nivel musical".
Hernán, otro de los integrantes del grupo, explicó que su música siempre ha intentado "dignificar" al corrido a pesar de los problemas y el rechazo que había -y hay-, pues, según él, "se piensa que es música de pueblo o de rancho, como siempre se le ha catalogado, pero nosotros lo que cantamos es la realidad, por lo que tampoco podemos evitar que después de los corridos de Pancho Villa o de Emiliano Zapato ahora están los del subcomandante Marcos y el modo de vida de ahora, que nos obliga a cantar ese tipo de historias".
No se contribuye a hacer famosos a los narcotraficantes, dicen
El integrante del grupo mexicano explicó que si bien ahora "ya no hay revolución" como a principios del siglo pasado, ahora "lo que hay es mucho tráfico de droga, pero nosotros empezamos a escribir corridos en 1968, cuando sacamos el primer disco, y desde entonces hemos cantado lo que sucedía: en los años 70 cantamos historias de los ilegales, en los 80 cantamos lo de la amnistía y así hemos cantado lo que va sucediendo y ahora el narcotráfico es un asunto incontrolado y el único que lo puede parar es el gobierno, pero Los Tigres del Norte no están contribuyendo a que se haga famosa esa gente (en alusión a los narcotraficantes)".
Al referirse a los corridos políticos, Hernán explico que es "otra línea del grupo" con la que pretenden "decirle a los que nos prometen cosas que no se han cumplido y lo que la gente quisiera decir. Es otra manera de ayudar a nuestra gente para decirle a los que nos gobiernan que cumplan y que traten de hacer más por el bienestar de la gente".
"Narramos la historia de nuestra gente"
Por eso, señaló Jorge Hernández, "nosotros narramos la vida del pueblo, las historias que vive nuestra gente, tanto de México, de Estados Unidos o de otros países que recorremos, como Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Colombia, Perú o Bolivia".
Si bien no es la primera vez que una de sus canciones es censurada por el gobierno, Jorge se quiso referir al último episodio que han sufrido, al prohibirse su canción Crónica de un cambio en algunas emisoras del país: "Es un tema que no tiene por qué haber sido censurado, pues uno lo único que pide es que él (en alusión a Fox) actúe con lo que ya está hecho; en la canción le decimos que pare a esos personajes de Petróleos Mexicanos que se van a Las Vegas a gastarse el dinero de la nación y él sabe que eso es verdad. Por eso nosotros le pedimos que nos ponga en su lugar y que si él nos prometió un cambio, como él dijo, que lo haga. Que se sienta que las cosas están cambiando, pero nosotros ahora todo lo vemos muy lento y el cambio no se ha visto. Pero de repente esa canción dejó de aparecer en las estaciones de radio a lo mejor por una orden de él o de una secretaría, que obligó a la canción a salir del aire en ciertos lugares. Lo que ocurre con ese tipo de temas que son censurados, como El Gato Félix hace tiempo o la Crónica de un cambio como sucede ahora, lo que hace la gente es comprar ese disco y escucharlo en la calle o en sus carros o cuando van a los bailes y publican aquello que no quisieron que se escuchara, por lo que no hay forma de que con censurar una canción se vaya a erradicar el problema que existe en México o en cualquier otro país. Esas canciones están ahí porque existe una gran masa de gente que sabe de los problemas que están ahí desde hace mucho tiempo y que el gobierno los ignora y no hace nada."
Después de finalizado el encuentro en el cerrado foro, Los Tigres del Norte enfilaron por la Gran Vía, siempre seguidos por un mariachi que tocaba sin cesar, que hacía que el sonido de las trompetas se confundiera con el del claxon de los vehículos, hasta llegar a una conocida tienda de discos, donde firmaron algunos autógrafos antes de que, mañana en la Sala Riviera, den su esperado concierto.