"Si llueve, sacaremos un paraguas", dice sobre
su concierto del 5 de octubre en México
"Nuestra música sale muy natural; dejamos fluir
las ideas": Rush
Promete lo mejor de su repertorio; "serán tres
horas de tamborazos y guitarrazos", señala Alex Lifestone en entrevista
desde Salt Lake City
En su gira promueve Vapor trails
ARTURO CRUZ BARCENAS
El próximo 5 de octubre, llueva, truene o relampaguee,
Rush, considerado uno de los mejores grupos de hard rock progresivo, ofrecerá
un concierto en el Foro Sol de la ciudad de México, dentro de su
extensa gira en la que promueve su nuevo disco, Vapor trails. "Si
llueve, sacaremos un paraguas", afirmó el guitarrista Alex Lifeson,
en entrevista telefónica desde Salt Lake City, Estados Unidos.
Rush
es dirigido por el vocalista-bajista-tecladista Geddy Lee, el baterista
Neil Peart y el citado Lifeson. Son canadienses y están contra los
estereotipos, los cartabones, las falsas imágenes que se tienen
de los oriundos de algún sitio. "Para muchos, los canadienses somos
gordos, rodeados de osos; ustedes, los mexicanos, pasan por cosas folclóricas,
pero la realidad es otra", comentó Lifeson.
El estilo de Rush se enmarca en el surgido en los años
70 bajo el genérico de rock progresivo, con bandas hoy legendarias,
como Cream, King Crimson, The Guess Who, Yes, Genesis, Jethro Tull, Focus
y Pink Floyd, muchos de los cuales se difundieron en México, por
esos años, en una serie denominada Generación eléctrica
y en el programa Vibraciones, de Radio Capital.
Los chavos de ese entonces se pegaban al radio y oían
ruidos como espaciales (como cuando se mete la cabeza en una olla grande
de aluminio), que imitaban el ir y venir de las olas del mar, efectos de
sintetizadores, coros angelicales o alaridos de monstruos de cavernas.
Era lo grueso. Lo experimental. Lo profundo.
Tres décadas de experiencia
En medio de tal mar de sonidos surgió Rush, que
ahora tiene tres décadas de experiencia. Durante muchos años
se especuló que no podía pisar suelo mexicano debido a los
problemas cardiacos de su baterista. Eso es pura especulación y
en la charla Lifeson prometió lo mejor de su repertorio en tres
horas de tamborazos y guitarrazos, con un intermedio de 20 minutos. Se
escuchará Tom Sawyer -que se hizo un clásico en discotecas-,
Roll the bones -considerada una de las más finas de Rush-
y One little victory, el primer sencillo de Vapor trails,
su nuevo disco luego de cinco años de aridez.
La banda comenzó su andar en 1968, en Toronto,
Canadá, y en 1974 grabó su primer álbum de estudio,
del que salieron Working man, dedicada a los obreros de su país;
Before and after y Finding my way. Fueron teloneros de los
maquillados de Kiss, los barbones de ZZ Top, de los pesados de Nazareth
y los cuaternarios de Aerosmith. 2112 es una de sus producciones
más famosas y para muchos es una obra maestra. La canción
que dio nombre al disco se basó en el libro Anthem, del escritor
Ayn Rand. Su siguiente material, All the world's stage, reunió
sus mejores éxitos en vivo. En 97, pusieron a la venta A farewell
to kings, del que emergió Xanadu, basado en un poema
inconcluso del poeta Samuel Taylor. Hemispheres estuvo apoyado en
la mitología griega y Permanent waves en Natural Science.
Han vendido más de 45 millones de discos.
Para Lifeson es una sorpresa saber que "tenemos un nicho
de fans en México; será la primera vez que estemos
ahí. Neil Peart ya ha estado ahí, de paseo en motocicleta.
Estamos emocionados, esperando ver qué es lo que pasa en el concierto.
Estamos enterados que ha crecido nuestra popularidad en Latinoamérica
y eso lo queremos aprovechar".
Añadió que su gira anterior fue en junio
de 1997. "Luego vino la tragedia para Neil Peart, al morir su hija en agosto,
en un accidente automovilístico; 10 meses después se murió
su esposa. Fue un periodo muy difícil, en el que obviamente el grupo
pasó a segundo plano y se trataba de ayudar a Neil; no sabíamos
qué iba a pasar. Transcurrieron casi cuatro años para que
Neil se recuperara, de sentir ganas de sentarse en una batería y
comenzar a tocar. En enero de 2001 nos dispusimos a hacer un nuevo álbum,
el cual tardó 14 meses en terminarlo. Antes no pasaba de cuatro
o cinco meses".
Unidos por fuertes lazos
Dijo: "Somos como hermanos y tenemos lazos fuertes". Reconocen
que grupos como Toll y Dream Theater aportan mucho al rock progresivo de
la nueva era, pero "nosotros hacemos lo nuestro, lo que es correcto. No
nos importa irnos por las modas, por las ideas que están afuera.
Esperamos ser una inspiración espiritual al hacer canciones basadas
en ideas surgidas de la literatura, no en mujeres, alcohol, fiestas. Nos
gusta ser más intelectuales".
Añadió que 30 años después
se sienten bien y afortunados de poder seguir tocando. "Después
de pasar por tantos problemas le damos un valor extra a la vida. Sentimos
la conexión del público con la banda. Aquí no hay
líderes; las decisiones son unánimes o se desechan. Amamos
tocar y escribir música, además de que nos reímos
mucho. Somos una hermandad".
Expuso que él no está al tanto de lo que
hacen otros músicos, por lo que no conoce las recientes producciones
de David Bowie o Bruce Springsteen. "Prácticamente no tenemos tiempo
de oír otras cosas. Nuestra música sale muy natural; dejamos
fluir las ideas. Somos como los buenos vinos".
Serán tres horas de concierto.