La justicia no llega
Oaxaca. La profesora Columba
Palacios, mixteca de la región de Sola de Vega, miembro de la Comisión
Magisterial de Derechos Humanos, piensa que los maestros rurales deben
preocuparse no sólo por la represión en contra de los integrantes
de su gremio, sino de los campesinos, entre quienes trabajan y viven. Porque
suele ocurrir que cuando en alguna región estalla un conflicto,
las escuelas cierran, los maestros se repliegan y miles de niños
quedan por meses sin estudios.
Es el caso, en estos días, de Amoltepec. Un viejo
conflicto electoral no resuelto desencadenó en febrero un desalojo
violento del ayuntamiento, con un saldo de dos muertos, varios heridos
e incluso desaparecidos. Desde esa fecha, en las 26 comunidades
del municipio, correspondientes a dos zonas escolares, todas las escuelas
están cerradas, en paro obligado 140 maestros y miles de niños
sin clases.
Columba es viuda. Su esposo, Adelfo Velázquez,
es una de las víctimas de la ofensiva desatada en el SNTE jonguitudista
en contra del impulso democratizador, en los años 80. El maestro
Velázquez, zapoteco de Santa María Zaniza, en la sierra Sur,
era profesor de enseñanza indígena, pero también cumplía
cargo de tesorero municipal en el sistema de usos y costumbres. En 1984,
pistoleros del cacique regional emboscaron a las autoridades en el paraje
conocido como Piedra de Iguana. Murió el maestro y un síndico.
El presidente municipal fue herido. En 18 años la fiscalía
magisterial no ha logrado hacer justicia en este caso.
Tampoco en el caso del profesor Nabor Rodrigo Figueroa,
mazateco. Su viuda, María Demetria García Estrada, también
maestra, cuenta que Nabor, secretario general de telesecundarias, tuvo
en los años 80 una participación muy activa en lo que los
disidentes del SNTE llamaban el "rescate de escuelas", la toma de
planteles por parte de los "democráticos", que desplazaron así,
gradualmente, al vanguardismo de Carlos Jonguitud. Después continuó
con una militancia muy activa en la CNTE desde su región, en la
cañada de Huautla de Jiménez. El 22 de noviembre de 1994
murió en un accidente de carretera que la maestra María Demetria
califica de "dudoso".