viernes 6 de septiembre de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Colonos que defienden la zona podrían enfrentarse con los labriegos: SAEM
Más de 100 has. de la reserva ecológica de Toltepec son devastadas por comuneros

Martín Hernández Alcántara nn

Más de 100 hectáreas de la reserva ecológica de Toltepec están siendo devastadas por comuneros de esa zona, quienes han comenzado a fraccionar el terreno y a abrir calles para vender lotes, denunciaron la Sociedad de Arquitecos Ecologistas de México, Sector Puebla (SAEM), y vecinos de las colonias aledañas.
Al menos 800 árboles han sido talados, y destruidas gran cantidad de encinos y fósiles de troncos "petrificados". La situación, advirtió Lorenzo Pérez Arenas, presidente de la organización, podría derivar en un enfrentamiento entre los labriegos y los colonos del oriente del municipio, que utilizan el área afectada para hacer ejercicio o tener momentos de esparcimiento. En el largo plazo, abundó el especialista, los estragos los sufrirán todos los habitantes de la localidad, porque se perderá un importante generador de oxígeno.
El facultativo calculó que en el mediano plazo serán afectados con la depredación del ecosistema -donde hay 60 especies de aves, conejos, zorras, ardillas y otro tipo de fauna-, unas 35 mil personas de las colonias Clavijero, Gonzalo Bautista, Lagunilla, Toltepec, Unidad San çngel, Ampliación Vista Hermosa, El Salvador, Lomas de Chapultepec, Historiadores, Unidad y Progreso, Villa de Reyes y Ampliación Vista Hermosa.
Desde hace seis meses Jorge Ricardo Cardoso Trujillo, habitante de la colonia Historiadores, interpuso una denuncia penal contra quien resulte responsable de la deforestación. Los vecinos, por su parte, han solicitado formalmente la intervención del ayuntamiento angelopolitano, la Comisión Estatal de Ecología, las dependencias federales encargadas de la protección al ambiente y hasta la presidencia de la República, pero hasta el momento ninguna de esas instancias ha ejercido su autoridad para detener la tala.

La culpa es del gobierno
Pérez Arenas aseveró que lo que sucede en la Reserva Ecológica de Toltepec es un ejemplo ilustrativo "del conjunto de problemas que impiden el ejercicio de la ordenación y planificación para el desarrollo sustentable. El escenario que tenemos es propiciado por la falta de comunicación de las autoridades sobre sus planes de desarrollo en lo que se refiere a los beneficios y perjuicios que recibirán".
Explicó que al elaborar la carta urbana de usos del suelo y establecer las reservas territoriales y ecológicas, las autoridades "no consultan a los comuneros ni los capacitan para el manejo de ese nuevo uso del suelo. Los comuneros, al ver que se les impone un cambio de uso de suelo a sus propiedades, pasando su tierra de pastoreo y para recoger leña a ser una reserva de la que no tienen un beneficio claro... recurren entonces a la experiencia que les dio buenos resultados, cuando vendieron sus parcelas para establecer lo que hoy son las colonias antes mencionadas. Vender la tierra pareciera que es la tendencia de quien posee tierras comunales y quiere sacar algún provecho".
En esa dinámica, abundó el profesionista, los intentos por lograr el desarrollo sustentable de las ciudades sean obstaculizados "por las inercias" de quien está acostumbrado a imponer usos del suelo.
"Por eso la planeación institucional ha sido superada por la especulación de los promotores del desarrollo urbano, que con su actuar van afectando los ecosistemas agrarios y naturales. La corrupción expresada en distintos matices va desde autorizar construcciones en lugares que son reservas ecológicas. Pareciera que propiciar la irregularidad genera a las autoridades beneficios económicos y les garantiza votantes cautivos", abundó.
Pérez Arenas resumió: "Las necesidades ciudadanas que emergen día con día, van haciendo más profundo el incumplimiento de las autoridades para dotar de vivienda y servicios públicos a sus habitantes".
Agregó que lo que la confrontación entre los campesinos de Toltepec -que han introducido maquinaria para fraccionar el terreno y hacer calles de 15 metros de largo- y los habitantes que defienden la zona pone al descubierto a que "la carta urbana de uso de suelo es utilizada como instrumento de advertencia para quien ha de ser afectado por una expropiación, y como motivo de prevención, especula con la tierra y hasta la venta de materiales para la construcción. De la carta, no sale ninguna obra ecológica".