Precios estables en tiempos de paz, promete
la OPEP
Producir menos petróleo, exigen ambientalistas
en la cumbre de Brasil
DPA Y AFP
Río de Janeiro, 5 de septiembre. El 17 Congreso
Mundial del Petróleo finalizó este jueves en medio de protestas
de ambientalistas, que exigieron fomentar el uso de recursos renovables
en la generación de energía, mientras las compañías
petroleras reiteraron su rechazo a esa propuesta.
La organización Greenpeace denunció que
las empresas del sector presionan a los gobiernos para que estos, a su
vez, rechacen la fijación de metas definidas para el aumento del
uso de fuentes renovables en la generación de energía, tal
y como sucedió en la Cumbre de la Tierra efectuada en Johannesburgo.
''No se trata de ensuciar menos el medio ambiente, sino
de producir menos petróleo'', resumió Greenpeace.
Los
activistas pintaron con tinta negra un cartel ubicado en la entrada principal
del encuentro: ''Petrobras, Exxon, muerte, contaminación'', y realizaron
el ''entierro simbólico del cadáver de la cumbre de Johannesburgo''.
Los grupos ecologistas fueron invitados a participar en
los debates por primera vez; sin embargo, los empresarios no mostraron
ninguna intención de reducir el uso de combustibles fósiles.
''Pese al rápido crecimiento de los recursos renovables,
su participación (en la matriz energética mundial) aumentará
solamente de 2 a 3 por ciento hasta 2020. Esas fuentes seguirán
siendo marginales", afirmó el presidente de la francesa TotalFina
Refinación, Jean-Paul Vettier.
Tanto la Agencia Internacional de Energía como
la Organización de Países Exportadores de Petróleo
(OPEP) aseguraron que la reducción de la producción de crudo
no solucionaría los graves problemas ambientales, sino que obstaculizaría
el desarrollo de los países pobres.
El vicepresidente de la empresa Repsol-YPF, Ramón
Blanco, advirtió incluso a los países latinoamericanos que
no adopten ''antiguas prácticas de intervención estatal en
el sector de gas'', porque ello podría ''hacer perder las conquistas
logradas en los últimos años".
Blanco dijo que su empresa ve a América Latina
como una región de ''grandes oportunidades, pero al mismo tiempo
de grandes dificultades'' para el sector. Algunos gobiernos de la región,
sostuvo, ''se sienten tentados" a restablecer prácticas de intervención
estatal e incluso ''a cambiar reglas en casos de contratos que ya estaban
cerrados''.
A su vez, la OPEP y las grandes empresas petroleras se
comprometieron a mantener en tiempos de paz precios del crudo ''estables,
justos y razonables para todos''.
El secretario general de la OPEP, Alvaro Calderón,
dijo que el cártel mantendrá precios ''razonables'' y garantizará
el suministro de crudo en tiempos de paz, pero advirtió que ''acontecimientos
desestabilizadores están fuera de nuestro control. La OPEP es como
la Cruz Roja Internacional, que actúa más allá de
los conflictos, añadió Calderón durante una conferencia
al margen del congreso y consideró que ''el mundo sí debe
preocuparse por lo que pase en Irak'', pues una guerra en la zona del golfo
Pérsico afectará no sólo a los precios sino también
al suministro de crudo.