Incluye 18 trabajos de 14 artistas
Tomos somos pecadores, muestra de arte nórdico en el Rufino Tamayo
MERRY MAC MASTERS
Cualquier idea preconcebida acerca del arte de Suecia, Dinamarca, Finlandia y Noruega quedará en entredicho después de visitar en el Museo Rufino Tamayo la exposición Todos somos pecadores. Arte nórdico contemporáneo, que incluye 18 obras entre fotografías, esculturas y videos de 14 artistas.
De hecho, la curadora Magali Arriola explica que quiso ''sacarle la vuelta'' al asunto de la representatividad, en este caso, geográfica, incluso, de identidad nacional. Una de sus preocupaciones, entonces, era cómo evitar hacer una afirmación tajante acerca de lo que pudiera ser, por ejemplo, ''determinada realidad escandinava''. Con esa intención, Arriola adoptó una posición contraria, al escoger obras que cuestionan o se burlan de ''sistemas sociales, económicos, políticos, culturales que en cierto momento pretenden coptar la realidad y darle sentido, algo muy difícil a mi ver''.
No hacen exactamente eso todas las obras que integran la muestra. Una que sí es la serie fotográfica de la noruega Vibeke Tandberg, que trabaja en torno a la identidad. Esa pieza se refiere al estereotipo de belleza escandinava de mujeres altas y rubias. En la serie la retratada lleva una peluca que, en vez de convertirla en "esa mujer fantástica", la hace adquerir conotaciones "medio monstruosas", apunta Arriola.
El nombre de la exposición viene de una observación hecha por el cineasta danés Lars Von Trier, quien en 1995, junto con varias colegas, hizo un 'voto de castidad' al jurar someterse a una estricta reglamentación que habían establecido en su manifiesto Dogma 95. Pocos años después Von Trier reconocería que la película Dogma perfecta aún no había sido realizada y que quizá nunca lo sería. En ese sentido el cineasta afirmaba que todos los seguidores de dicho manifiesto resultaron pecadores, puesto que las reglas no pudieron ser respetadas y que, de hecho, parecían haber sido hechas para romperse.
El artista sueco Mans Wrang presenta el proyecto The average citizen (El ciudadano medio), que lleva tres años y se prolongará siete más. Dividida en dos partes, después de establecer un perfil estadístico en cuanto a ingreso, edad, educación, se lanzó una campaña en los medios para encontrar a la persona correcta. Resultó ser una mujer de nombre Marianne. La segunda parte del proyecto consistió en darle para transmitir sus ideas los mismos métodos empleados por las grandes corporaciones y grupos de interés.
Wrang explica: ''Marianne fue entrevistada acera de sus ideas en cuanto a cómo le gustaría cambiar la sociedad. Después, contactamos una selección de las personas muy influyentes de Suecia para pedirles que utilizaran sus opiniones en una situación pública. De manera que, los conceptos de Marianne se han presentado en una popular serie televisiva, en un discurso de un miembro del paralamento y en una novela de un escritor sueco. Entre otras cosas, manifestó su deseo de que el gobierno diera la misma importancia a resolver el problema del desempleo como el de la soledad''. El último paso del proyecto será la realización de encuentras públicas de opinión.
Por su parte, la sueca Gunilla Klingberg presenta la pieza Non-stop unfold, consistente en un video hecho en un almacén, una pista de audio en vivo, y una escultura que parte de una lámpara de papel. Su obra se refiere a los distintos trastornos que resultan de la saturación de imágenes consumidas a diario.