Condena Jacques Chirac cualquier acción
militar "unilateral o preventiva" contra Bagdad
EU planea atacar Irak antes del 30 de noviembre, asegura
la prensa israelí
Dos generales estadunidenses informaron de la acción
bélica a colegas de Tel Aviv y Ammán
Propone Londres un ultimátum al país árabe
para que acepte el regreso de inspectores de armas
AFP, DPA, REUTERS Y PL
Paris, 29 de agosto. El presidente francés,
Jacques Chirac, condenó hoy cualquier acción militar "unilateral
o preventiva" contra Irak, al tiempo que el gobierno británico propuso
emitir un ultimátum para que el país árabe acepte
el regreso de los inspectores de armas, en mo-mentos en que informes de
la prensa israelí indicaron que Washington planea atacar Bagdad
an-tes del 30 de noviembre próximo.
Chirac sostuvo que la decisión de atacar pertenece
al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU),
y sólo en caso de que Irak rechace el re-greso "incondicional" de
inspectores de desarme a su territorio.
El
mandatario admitió su in-quietud en una reunión con embajadores
de su país en el extranjero, al afirmar: "Vemos asomar la tentación
de legitimar el uso unilateral y preventivo de la fuerza. Esta evolución
es preocupante. Si Bagdad se obstina en rechazar el re-greso sin condiciones
de los inspectores de desarme, será necesario entonces que el Consejo
de Seguridad de la ONU, y sólo él, decida las medidas a tomar".
De su lado, el ministro de Relaciones Exteriores británico,
Jack Straw, indicó que Londres está dispuesto a examinar
una propuesta de ultimátum a Bagdad, en lo que se interpretó
como una nueva muestra de que ese país, pese a ser el principal
aliado de Estados Unidos, no está preparado para unirse a una aventura
militar.
Según fuentes oficiales citadas por Afp, el gobierno
estadunidense está escéptico ante la propuesta británica,
pues "un simple retorno de los inspectores a Irak no constituye el objetivo
de la partida. Queremos que éstos sean capaces de hacer su trabajo
y tengan acceso pleno, y eso es algo que a nuestro entender el presidente
Saddam Hussein no desea".
Buscar y detener a Saddam Hussein, objetivo de Bush
La prensa israelí aseguró este jueves que
Estados Unidos prevé atacar Irak antes del 30 de noviembre de este
año, información que se basa -aseguró- en una "amplia
conversación" que dos generales del ejército estadunidense
mantuvieron recientemente con varios colegas israelíes y jordanos.
El diario Maariv dijo que obtuvo los detalles completos
de una reunión privada en la que generales estadunidenses explicaron
a sus colegas israelíes y jordanos sobre los planes de ataque estadunidenses
contra Irak.
Señaló el rotativo que el objetivo principal
de la operación sería eliminar a Saddam Hussein, y que el
ataque comenzaría con un bombardeo aéreo "masivo" apoyado
por una ofensiva por mar, que liberaría el terreno para que fuerzas
terrestres entraran a Bagdad para encontrar y luego detener al mandatario
iraquí.
Según el diario, los militares israelíes
recibieron la promesa de que Estados Unidos intentará evitar que
durante la operación Irak ataque Israel como represalia, y también
se les aseguró que Washington estaría en constante contacto
con Tel Aviv.
Mientras la comunidad internacional seguía oponiéndose
a una agresión contra Irak, Bagdad mostró hoy resignación
y daba por he-cho que el país será atacado, pese a todo,
por Estados Unidos.
El vicepresidente iraquí, Taha Yassin Ramadan,
afirmó que en realidad ya no servirá de nada que su gobierno
permita el ingreso de los inspectores de armas, porque el presidente George
W. Bush tomó hace tiempo la decisión de atacar al país
árabe.
"Para qué serviría un gesto de buena voluntad,
que permitiría que regresen esos espías, si la administración
estadunidense proclama día y noche que el problema no es ése.
Esto no tiene nada que ver con el regreso o no de los inspectores. Para
Washington sólo se trata de cambiar el régimen iraquí
por la fuerza. Nos debemos preparar para eso", afirmó.
Mientras, el secretario general de la ONU, Kofi Annan,
reiteró que sólo el Consejo de Seguridad de la organización
puede decidir qué medidas tomar si Irak no respeta sus resoluciones.
Cabe recordar que ninguna de las recientes ofensivas militares
de Estados Unidos en Yugoslavia y Afganistán, e incluso en Irak,
tu-vieron el visto bueno de la ONU.
Sin embargo, y obviando dicho antecedente, el vicepresidente
es-tadunidense, Dick Cheney, aseguró que su gobierno no adoptará
medidas unilaterales "en su guerra contra el terrorismo, en la promoción
de sus intereses nacionales ni en sus esfuerzos por provocar un cambio
de régimen" en Irak.
"Ahora y en el futuro, Estados Unidos trabajará
con la coalición global" para evitar que terroristas y países
que los apoyan obtengan la tecnología y los conocimientos para fabricar
armas de destrucción masiva, aseguró Cheney, considerado
uno de los principales impulsores de la ofensiva contra Irak.
Según
el diario The New York Times, altos funcionarios de Washington ni
siquiera tienen claro si el presidente Bush buscará la aprobación
del Congreso antes de lanzar un ataque contra Irak, pues no se ha hablado
de convocar a un voto formal sobre el tema.
El rotativo agregó que los funcionarios debaten
si deben acudir una vez más a la ONU para justificar su caso contra
Irak y recalcar la necesidad de que regresen al país los inspectores
que salieron en 1994, luego de que Bagdad los acusó de realizar
labores de espionaje para Washington.
El ex jefe de inspectores de di-cha misión, Richard
Butler, confesó posteriormente que sí había proporcionado
información sobre instalaciones militares de Irak a las autoridades
estadunidenses.
En Irak, el diario As Saura, ór-gano del
partido gobernante Baas, llamó a los países árabes
a revisar sus relaciones con Washington.
"Estados Unidos no es un lobo feroz terrorífico,
y aún si posee la potencia militar para aterrorizar a los pueblos
del mundo entero no podrá vencer a un pueblo que cree en sus derechos,
sus riquezas y sus capacidades", afirmó.
Añadió: "Es tiempo de superar las divergencias
árabes y reforzar la solidaridad, en especial en el campo de la
seguridad, empezando por una toma de posición pública y firme
contra los complots que tienen como objetivo a Irak".
También en el contexto de la guerra global contra
el terrorismo proclamada por Estados Unidos, y a pesar del éxito
inicial del congelamiento de las cuentas bancarias de organizaciones y
empresas que financiaban a Al Qaeda, a la que Washington responsabiliza
de los atentados del 11 de septiembre, un nuevo informe de la ONU señala
que la red liderada por Osama Bin Laden aún tiene fondos suficientes
para operar, pues las acciones contra su financiamiento han sido lentas
e ineficientes.
El informe, obtenido por varias agencias, señala
que tras los atentados Estados Unidos dispuso congelar unos 113 millones
de dó-lares en activos pertenecientes a grupos asociados con Al
Qaeda; sin embargo, en los ocho meses anteriores sólo se han bloqueado
10 millones de dólares.