Acuerdo en la Cumbre de la Tierra sobre la ayuda al desarrollo
EU y Arabia Saudita, contra la sustitución de fuentes energéticas
AFP, DPA, REUTERS Y PL
Johannesburgo, 28 de agosto. Los países industrializados se comprometieron este miércoles en Johannesburgo a poner en práctica los acuerdos alcanzados en la Cumbre de Monterrey este año y aumentar el dinero que dedican a Ayuda Pública al Desarrollo (APD).
Sin embargo, trascendió que delegaciones de Estados Unidos y Arabia Saudita, entre otras naciones, presionan para evitar que proceda una iniciativa para sustituir las actuales fuentes energéticas por otras basadas en recursos renovables.
En la Cumbre de Desarrollo Sostenible de la ONU se ha llegado a la conclusión de que para 2010 debe remplazarse 15 por ciento de la base de la producción energética por tecnología renovable, pero Estados Unidos, Arabia Saudita y otros países industrializados y productores de petróleo desean que no se fijen metas exactas con este propósito. En todo caso, fuentes de la Unión Europea dijeron que no descartan lograr un acuerdo sobre este tema para cuando concluya la reunión, el 4 de septiembre próximo.
En la madrugada del martes y miércoles, los negociadores de los 189 países que participan en la cumbre de la ONU llegaron a un acuerdo sobre el párrafo que se refiere a la APD en el llamado plan de acción, que será aprobado por más de 100 jefes de Estado la próxima semana.
En este plan, que será referencia para la próxima década, Estados Unidos y Europa se comprometen a cumplir los compromisos de Monterrey, es decir, a aumentar en 5 mil y 7 mil millones de dólares, respectivamente, su APD hasta 2006.
Estados Unidos concede actualmente 0.11 por ciento del PIB, mientras que la Unión Europea destina 0.33 del PIB.
El objetivo de 0.7 por ciento del PIB fue fijado en una conferencia de la ONU en 1969, y hasta hoy sólo Dinamarca, Holanda, Noruega y Suecia lo cumplen.
En la reunión de Monterrey se acordó que este aumento de ayuda estuviera condicionado a lo que se llama "buena gobernanza", concepto que abarca sólidas instituciones democráticas, crecimiento económico y otros indicadores de la salud de un Estado. Este punto sobre la gobernanza no consiguió todavía el acuerdo necesario en las negociaciones, según el documento emitido este miércoles.
Las discrepancias vienen porque los países en desarrollo, que se benefician de la APD, no creen que ésta deba ser una condición para recibir la cooperación económica de los países industrializados.
"La cuestión de la buena gobernanza es una trampa", declaró a la Afp la ministra venezolana de Medio Ambiente, Ana Elisa Osorio, cuyo país preside el Grupo de los 77 (países en desarrollo).
Según el G-77, los industrializados dedican a las subvenciones agrícolas inversiones seis veces mayores que las concedidas a la APD: 311 mil y 55 mil millones de dólares en 2001, respectivamente.