Consorcios, cártel en pos de utilidades: Eugene Coyle

Detalla experto ante senadores desastre eléctrico de California

Expone el consultor de EU riesgos de privatizar el sector

ROBERTO GARDUÑO Y ANDREA BECERRIL

El consultor estadunidense Eugene P. Coyle advirtió anoche a los legisladores que dictaminan la reforma eléctrica sobre los riesgos de privatizar esa industria. "Les puede pasar lo mismo que en Brasil, donde el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) exigieron al gobierno de esa nación privilegiar a inversionistas privados en detrimento de la empresa pública."

Dijo que la propuesta de crear un mercado paralelo de energía sin regular, en la que se sustenta la iniciativa de Fox, supone serios riesgos debido a que la experiencia internacional muestra que los consorcios privados acaban por ir quitando cada vez más clientes a la empresa pública, en este caso la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Pero no fue todo. Coyle, quien ha participado activamente en el debate nacional en Estados Unidos en torno a la restructuración y desregulación de la industria eléctrica en ese país, expuso a los legisladores la experiencia que han tenido en California, estado que debido a la actuación de las corporaciones privadas, parece ahora "un país tercemundista", con altas tarifas, desabasto de energía y apagones.

Asesor en materia de desregulación eléctrica de los Congresos de Nevada, Rhode Island, Oklahoma y la Casa de Representantes de Brasil, Coyle respondió a las preguntas de los senadores Manuel Bartlett, Laura Alicia Garza y Martha Tamayo, y precisó que en ningún país en que se privatizó la industria eléctrica bajaron las tarifas. Sostuvo que las trasnacionales de ese sector actúan como cártel, al que únicamente le interesa conseguir grandes utilidades a costa de prácticas ilegales, como "las interrupciones deliberadas del servicio".

La experiencia estadunidense

La crisis eléctrica que vive California, dijo, es un claro ejemplo de lo que ocurre con los mercados no regulados de energía. La cuenta de electricidad en ese estado aumentó de 8 mil millones de dólares en 1999 a 28 mil millones en 2000 y llegó a casi 50 mil millones en 2001, "incremento que sólo puede explicarse por la operación de un cártel de la electricidad y el fracaso inevitable de la desregulación".

Tan sólo en enero de 2001, en el estado de California hubo cerca de 15 mil apagones deliberados como parte de las presiones de las empresas privadas para lograr aumentos de tarifas.

En un año, resaltó, la energía pico para entrega en el límite de California-Oregon pasó de 36 a 345 dólares por megavatios hora, pero no fue el único caso, ya que en Washington y otros estados los precios se elevaron de manera similar. Además, debido a las altas tarifas, algunas empresas redujeron su personal, como fue el caso de Montana, donde la mina de metal más grande pasó de pagar el costo de la energía de 26 dólares por megavatio-hora a 320 dólares o más.

Así como en California, la privatización eléctrica ha fracasado en Canadá y en Brasil. En este último caso, dijo, el FMI y el BM condicionaron al gobierno brasileño el otorgamiento de un préstamo a que abriera la puerta a empresas extranjeras para la construcción de nuevas plantas eléctricas, haciendo a un lado a la empresa pública nacional, que siempre había operado bien.

Coyle resaltó ante los legisladores que ahora Brasil tiene problemas de suministro de energía eléctrica e incluso hay "racionamientos draconianos" a los consumidores industriales, a los que se imponen severas sanciones si consumen más energía de la permitida.

En ese sentido, dio la voz de alerta a los legisladores: México puede también ser objeto de presiones del BM y el FMI "y ellos les van a decir que sólo extranjeros pueden construir nuevas plantas eléctricas", advirtió a los legisladores.

A la reunión asistió el diputado priísta Miguel de la Madrid Cordero, uno de los impulsores en San Lázaro de la reforma foxista. En todo momento trató de echar abajo los planteamientos del experto. Dijo incluso que el problema en California se debió también a una fuerte sequía, e insistió en que en el caso mexicano se trataría de un esquema mixto, pero Coyle le repitió lo que ha sido la experiencia internacional con el cártel de la electricidad.

Si los consorcios extranjeros se apoderan del mercado mexicano, dijo, poco a poco irán quitando los clientes a la CFE, ya que actúan como monopolio y a mediano plazo crearán problemas de abasto, apagones y tarifas más caras. "Yo creo que lo más probable es que pase lo mismo que en Brasil", evaluó. Además, el gobierno mexicano tendría que seguir pagando los subsidios a los más pobres y se quedaría sin las ganancias que antes tenía su empresa pública.

Autor de una treintena de estudios y ensayos sobre privatización eléctrica, Coyle expuso, a una pregunta de la senadora Tamayo, que no conoce país alguno en que se haya privatizado la energía eléctrica y las tarifas bajaran.

Asimismo, el experto estadunidense hizo notar que México no resolverá sus problemas con entrar a un mercado paralelo de energía.

Sodi apoya la reforma constitucional

Por la mañana, en el Senado hubo algunas voces de legisladores del PRI y el PRD en favor de reformar la Constitución. El perredista Demetrio Sodi dijo que la Carta Magna debe modificarse no en el sentido que Fox lo propone, pero sí para dar certeza a la inversión privada que ya existe. "Ya basta de ser farsantes, si hay que cambiarla, hay que cambiarla", señaló.

Argumentó que la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica -en la que se estableció en 1992 la participación de particulares- no es congruente con la Constitución y tiene que haber un cambio, como expuso ya la Suprema Corte de Justicia.

"Hay que tomar las medidas necesarias para que la Constitución dé cobertura a una generación privada de energía eléctrica, que ya existe y es conveniente para el país", agregó.

Igualmente, el senador priísta Marco Fernández dijo que debe analizarse llevar a cabo las modificaciones constitucionales necesarias y dejar de ver el tema de manera maniquea, ya que el sector eléctrico requiere transformarse.