Pérdida invaluable en los esfuerzos por
recuperar la especie
Mueren cuatro lobos grises a causa de incendio en reserva
de California
El Wolf Center es un espacio en el que los animales
son preparados para su liberación
Fundado en 1977, funciona con voluntarios y se financia
con donativos y membresías
MARIANA NORANDI ESPECIAL
San
Diego, California. La ola de incendios forestales que este verano afecta
el suroeste de Estados Unidos ha acabado trágicamente con la vida
de cuatro lobos grises mexicanos que habitaban en el California Wolf Center,
reserva natural situada 80 kilómetros al este de San Diego. Estos
cuatro ejemplares eran parte del Programa Binacional para la Recuperación
del Lobo Gris Mexicano (Canis lupus baileyi) especie que desde hace
30 años se encuentra en peligro de extinción y cuya restauración
compete a los gobiernos de México y Estados Unidos.
Dos días antes que comenzara el incendio (30 de
julio), La Jornada había acudido a esta reserva, invitada
a la reunión del Comité Binacional para la Recuperación
del Lobo Gris Mexicano.
Conservación y educación
El California Wolf Center es una reserva privada de más
de 200 kilómetros cuadrados, catalogada como centro de "preliberación",
porque allá se preparan lobos para reintroducirlos a su hábitat
natural. Fundado en 1977, funciona con un equipo de voluntarios y se financia
con donaciones y membresías. Según cuenta Dan Moriarty, veterinario
del centro, "la reserva se inició cuando sus fundadores originales
rescataron a dos lobos que estaban en manos de particulares. Luego obtuvieron
los permisos federales y comenzaron a crear un espacio de conservación
y educación enfocado en el lobo gris de Norteamérica. Esta
reserva se incorporó oficialmente a los programas de conservación
en 1994 y, tres años más tarde, empezamos a tener lobos grises
mexicanos".
El paisaje es árido, montañoso y posee zonas
boscosas idóneas para los lobos. El clima es caluroso en verano,
frío en invierno y ventoso durante todo el año, especialmente
en las noches. En él, además de estos depredadores, habitan
todo tipo de insectos, anfibios y aves originarias de la región.
La reserva está dividida en amplios encierros, donde están
establecidos los 31 lobos residentes, 12 de ellos mexicanos.
Todo empezó el martes 30 de julio a eso del mediodía.
La fuerte ola de incendios forestales que azotaba la región llegó
al California Wolf Center propagándose a gran velocidad. Llamas
de más de 30 metros de altura se expandieron por el encierro llamado
México II, en el que habitaba una familia de lobos mexicanos, integrada
por Apache, un macho de siete años, su compañera de
ocho y seis cachorros nacidos el pasado 23 de abril. Según explica
Patrick Valentino, director de la reserva: "desafortunadamente esta hembra
siempre había utilizado esta zona cuando se encontraba nerviosa
y debió de haber permanecido ahí cuando el fuego se acercaba.
Se supone que atrajo la atención de tres crías que murieron
con ella. El macho se mantuvo alejado del fuego en el mismo encierro, protegiendo
a las tres crías restantes".
La hembra era muy nerviosa
La hembra, que había llegado a esta instalación
el pasado15 de noviembre, parece ser muy nerviosa. De hecho, cuando visitamos
la reserva, los responsables del recinto no nos permitieron acercarnos
hasta su encierro, debido a que se inquietaba ante la presencia humana,
y más ahora que tenía cachorros.
Los daños materiales están calculados en
60 mil dólares, cantidad que ha empezado a reunirse con donativos
de instituciones y particulares, pero la muerte de estos cuatro lobos es
un daño invaluable. El director de la reserva comenta al respecto:
"La pérdida de estos cuatro individuos es una tragedia. No sólo
eran importantes por su valor individual, sino también por su importancia
como miembros del esfuerzo que se está realizando por recuperar
el lobo mexicano". Y es que, según el último censo efectuado
en la reunión binacional de San Diego, existían 273 lobos,
por lo que la pérdida de cuatro ejemplares, para una población
tan reducida, es inmensa.