CIUDAD PERDIDA
miguel Angel Velázquez
Rechazo a la privatización
POCO A POCO y sin levantar polvaredas, la gente de este país -bueno, la gente que aún no se ha enajenado con el discurso falaz de la democracia de mercado-, empieza a organizarse para impedir que sus recursos, como la energía eléctrica, le sean arrebatados.
POR LO PRONTO son ya 140 personas en el DF y algunas otras en Aguascalientes y Baja California quienes han presentado amparos en contra de los aumentos decretados a partir de la puesta en marcha del Servicio Doméstico de Alto Impacto, forma que ha servido a las autoridades para retirar el subsidio a mucha gente en el país.
DE PASO ESTOS mexicanos advierten, con los amparos, su rechazo a la privatización, que empezará a generar no sólo esta forma de manifestaciones en contra de los proyectos foxistas.
EN LAS OFICINAS gubernamentales no se escuchan los lamentos ni la irritación de la gente, por eso las formas de lucha irán en aumento. También la provocación gubernamental toma vuelo con los pocos aires que aún le quedan al PRI.
AYER 50 PERSONAS más pidieron amparo y hay una lista de otras 200 que empezaron a recibir toda clase de información para enderezar el recurso en contra del aumento en las tarifas.
SON GENTE QUE no milita en ningún partido, pero ya sabe quién es su enemigo, lo tiene claro y hará lo posible para impedir que la energía eléctrica quede en manos de los usureros que la pretenden.
EL CINISMO DE estos señores del dinero ha llegado a tanto que ahora los que vendieron la banca al capital extranjero y los mismos banqueros quieren quedarse con las empresas generadoras de energía eléctrica, mientras los habitantes de este país seguimos pagando los intereses que genera el Fobaproa, una de las muchas formas con las que los gobiernos neoliberales han favorecido a la empresa privada.
Y ES QUE los gobiernos de las pasadas dos décadas -permítame no decir los nombres, porque a fin de cuentas son del mismo signo-, se desviven por promocionar los intereses de la empresa privada.
ADULAN A LAS corporaciones, respaldan sus causas y satisfacen sus necesidades. En lugar de controlarlas, estos gobiernos les proporcionan innumerables facilidades para su expansión y sobrevivencia y, en lugar de limitarlas en su actividad, permiten que sean ellas, las empresas, las que marquen la agenda política del país, en contra, como es natural, de las mayorías.
MAS VALDRIA QUE quienes siguen en la provocación contra la gente tuvieran en cuenta que su paciencia tiene límites. Se ha abusado de la población en el caso del Fobaproa, del IPAB, del rescate carretero, de los ingenios azucareros, de los cambios al 27 constitucional y otras linduras, pero parece que esta provocación ha llegado al límite.
NO SERAN LOS partidos políticos ni la organizaciones no gubernamentales que reciben subsidios del exterior y que desaparecen cuando se trata de respaldar causas ciudadanas; será la gente la que se organice para impedir que este proyecto de usurpación llegue a su fin, así que mejor le vayan midiendo el agua a los camotes.
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