En los ámbitos popular o comercial, sí desplaza el trabajo humano: Rodrigo Sigal

La música clásica no se subordinará a la tecnología

ANGEL VARGAS

Para el compositor Rodrigo Sigal, quien ha centrado su trabajo en la música electroacústica y está a punto de concluir un doctorado en la especialidad, en Londres, resultan infundados los recelos que existen hacia el uso de nueva tecnología en el arte sonoro, y afirma que la computadora nunca desplazará la participación humana.

Esa premisa resulta válida sólo para la música de concierto o clásica, explica, porque en el ámbito popular o comercial es un hecho fehaciente desde hace tiempo que la tecnología se utiliza para desplazar a las personas para abatir costos y obtener mayores ganancias, como es el caso de algunos grupos para amenizar fiestas, que pueden estar integrados sólo por dos personas pero sonar como si tocará una docena, merced al uso de aparatos electrónicos.

''En otros ámbitos o actividades sí es fundamentado el temor de que el uso de la tecnología desplace el trabajo del hombre, porque así lo ha demostrado la historia del desarrollo económico, pero en el caso del arte, y específicamente de la música clásica, no tiene razón de ser", opina.

''La computadora no sustituye ni sustituirá jamás a nada ni nadie; es sólo una herramienta o un instrumento más que ofrece, eso sí, muchas posibilidades, incluso antes inimaginables."

Conferencia en el Centro de las Artes

Sigal, de 31 años y originario de la ciudad de México, abundará sobre el tema en la conferencia Nuevas técnicas de electroacústica en percusiones que, al lado del percusionista estadunidense Robert Esler, dictará hoy a las 17 horas en el aula magna José Vasconcelos del Centro Nacional de las Artes, CNA (Río Churubusco y Calzada de Tlalpan).

La ponencia es una de las dos actividades que tiene de visita a ambos músicos en el país. La otra es el concierto que ofrecerán mañana a las 20:30 horas en el auditorio Blas Galindo, también del CNA, en la que Esler hará el estreno nacional de cuatro obras, una de ellas, Rimbarimba, escrita por el compositor mexicano para marimba y medios electroacústicos.

Rodrigo Sigal subraya la urgencia de abatir el sinfín de prejuicios que pesan sobre la música electroacústica, como el hecho de considerarla un género ajeno a la música contemporánea y de suma complejidad.

''Difiero de esas visiones -enfatiza-. Es música de cámara que tiene, sobre todo hoy día, la gran ventaja de ser sumamente accesible; incluso es más difícil aprender a tocar el chelo o el piano, además de que cuesta menos una computadora que algunos instrumentos."