miércoles 21 de agosto
de 2002 |
n Exigen ciudadanos evitar nuevas formas de explotación selectiva o peonaje para indígenas |
Por deforestación, 16 mil has desaparecen al año; graves problemas de polución en Puebla: funcionarios |
q Rinden informe de labores, dependencias federales relacionadas con el medio ambiente |
Ignacio Juárez Galindo n |
Las delegaciones federales en la
entidad relacionadas con el cuidado del medio ambiente,
en un hecho inédito, presentaron ayer un informe
público sobre el avance y condiciones en las que se
encuentra la situación ambiental en Puebla, así como la
aplicación de los recursos. Coincidieron en señalar que
anualmente se pierde 16 mil hectáreas de áreas verdes
debido a la tala ilegal y el cambio de uso de suelo; en
la zona metropolitana, se arrojan 40 mil 922 toneladas de
partículas contaminantes a la atmósfera y existen
problemas serios de polución de aguas y suelos. Empero, la propuesta para evitar el deterioro es lograr la reforestación de 16 mil hectáreas en un año, de las cuales se espera que sobreviva por lo menos la mitad, e incorporar 21 mil hectáreas al manejo legal del uso de suelo y más 4 mil 500 hectáreas de plantaciones con fines comerciales. En lo que va del año, informó Antonio Vera González, director de enlace estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), han sido recuperadas 9 mil 140 hectáreas. Por su parte, Lorenzo Pérez Arenas, presidente de la Comisión de la Transparencia y contra la Corrupción, exigió a las autoridades que las formas de participación gubernamental y políticas del actual gobierno federal no signifiquen "una nueva forma de explotación selectiva ni una nueva forma de peonaje para los indígenas y gente pobre". Argumentó que la innovación de los sistemas de gestión de la calidad no sólo abarca la correcta aplicación de los recursos sino el trato humano y digno a los usuarios e indios. Ante los funcionarios de la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Conafor, la gerencia estatal de la Comisión Nacional del Agua, entre otros, sostuvo que para detener el proceso de deterioro ambiental se requiere de la apertura de las autoridades para la participación ciudadana. Dicho problema, señaló, es producto de una crisis social y de civilización, "de una crisis moral de las decisiones políticas federales, estatales y municipales, de los aparatos jurídicos de dominación que siguen beneficiando a un grupo que sobreexplota los recursos naturales y genera relaciones sociales injustas entre los pueblos. De un modelo económico, tecnológico y cultural que ha depredado la naturaleza, es el resultado de una visión mecanicista, de un mundo que ignoró los límites geofísicos de la naturaleza y de los estilos de vida". Teniendo como escenario el salón de proyecciones del edificio Carolino de la UAP, Pérez Arenas afirmó que la sociedad civil demanda "acuerdos básicos" sustentados en una visión en común, que respete los destinos y "espacios territoriales de hábitat para el desarrollo de sociedades sustentables que permitan reducir la brecha entre crecimiento y distribución y la participación y marginación". "Demandamos -agregó- una nueva institucionalidad para hacer frente a las inequidades de la distribución económica, entre la concentración del poder y corporaciones que están ávidas de aprovecharse de nuestros recursos (naturales). Es necesario detener abusos de funcionarios, corrupción, avanzar hacia formas de gobernabilidad más democráticas". Por su parte, Alí Chumacero, delegado de la Semarnat en Puebla, apuntó que los problemas en la pérdida forestal, erosión, afectación de la biodiversidad y actividades productivas se reporta en los parques nacionales IztaPopo y Malinche, así como las sierras Noroccidental y Mixteca. Estos últimos dos sitios, abundó, al igual que las cuencas del Alto Balsas y Necaxa, también reportan severos conflictos por la disponibilidad y calidad de agua debido al uso ineficiente, contaminación, disminución en la recarga de los mantos acuíferos y la ineficiente capacidad de almacenamiento de la infraestructura hidráulica. Según el funcionario, en la entidad hay mil 13 autorizaciones vigentes de aprovechamiento de recursos forestales, que permiten tener una superficie controlada de 80 mil hectáreas (la mitad de la superficie con vocación forestal) y una explotación de 304 mil metros cúbicos (m3) de madera. Por el contrario, abundó, se tiene reportados 830 centros de almacenamiento de materias primas forestales, con una capacidad instalada 415 mil m3. "Esto indica que hay un desbalance y que el abastecimiento puede ser clandestino o proveniente de otras partes", dijo. En la zona metropolitana, expuso, se presentan graves problemas de contaminación de aguas y suelos por la generación de materiales y residuos peligrosos, basura, descarga de aguas residuales industriales, sumado a "la emisión de contaminantes a la atmósfera por fuentes móviles". Se estima, dijo, que se elimina 19 mil toneladas de residuos peligrosos, de los cuales, de los cuales 12.2 mil toneladas son de desechos sólidos y 2 mil 346 toneladas son de productos biológicoinfecciosos. |