En Montevideo, paro de trabajadores bancarios en defensa de 2 mil 500 empleos

Caída del PIB de 11% e inflación de 40% en 2002, calcula el gobierno de Uruguay

Argentina debe negociar desde una posición de fuerza ante el FMI, recomienda Stiglitz

En carta al fondo para solicitar crédito, Batlle proyecta dos años de profunda recesión

AFP Y DPA

Montevideo, 20 de agosto. El gobierno de Uruguay reveló hoy el contenido de una carta de intención con el Fondo Monetario Internacional (FMI) firmada para obtener una ampliación de crédito por 3 mil 900 millones de dólares, mientras los trabajadores bancarios del país realizaron un paro para exigir la reapertura de cuatro bancos suspendidos y en defensa de 2 mil 500 empleos.

En tanto, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz advirtió que Argentina debería estar en una posición negociadora de fuerza ante el FMI, porque serían los organismos financieros los más perjudicados si el país incurre en una nueva moratoria de la deuda.

Argentina y Uruguay trabajaban hasta la semana anterior en la redacción de cartas de intención para allegarse un crédito que ayude a la región a salir de la crisis económica y financiera.

La carta de intención del gobierno uruguayo reconoce la gravedad de la crisis por la que atraviesa el país al proyectar dos años de profunda recesión, fuerte inflación y altos déficit fiscales, y se compromete a liquidar los bancos insolventes.

El documento, con el cual se pretende obtener una ampliación de la ayuda que recibirá el país hasta finales de 2003 por 3 mil 900 millones de dólares, proyecta una caída del producto interno bruto de 11 por ciento en 2002 y de 4.5 por ciento en 2003, para completar cinco años de recesión desde 1999, con 27.6 por ciento de retracción acumulada de la actividad.

La inflación prevista será de 40 por ciento en 2002 y de 50 por ciento en 2003, mientras el déficit fiscal podrá llegar a 3.5 por ciento del PIB este año y 1.5 por ciento el año próximo.

El gobierno reveló el contenido de la carta de intención en medio de un paro de trabajadores bancarios que inició a la hora de apertura al público de los locales bancarios, y que culminó después de una concentración en el centro de Montevideo, donde los trabajadores expusieron sus demandas de reabrir cuatro bancos suspendidos.

El Banco Central planteó mayores exigencias para autorizar la reapertura de los bancos privados suspendidos, lo que complicó las negociaciones que deberían culminar esta semana.

El dirigente sindical Juan José Ramos reveló que en el caso del Banco de Crédito el gobierno exige 35 millones de dólares como fondos frescos, 28 millones de capitalización mediante dos depósitos que el socio privado ya tiene en la institución, y otros 28 millones que deben ser avalados por un banco con titularidad en Estados Unidos.

El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, dio el apoyo solidario de su país a Uruguay, a la vez que intensificó las gestiones ante su colega uruguayo Jorge Batlle para reflotar al Mercosur, durante la visita de 27 horas a Montevideo que comenzó este martes.

En un discurso ante la Asamblea General Legislativa de Uruguay, Cardoso planteó "el sueño de la moneda común". Sostuvo además que los organismos crediticios internacionales carecen de respuestas para prevenir crisis y turbulencias en los países, y que éstas afectan en mayor medida a las medianas economías.

A su vez, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz dijo que Argentina, que busca una reprogramación del pago de sus obligaciones, está o debería estar en una posición negociadora de fuerza ante el FMI, porque serían los organismos financieros los más perjudicados si el país incurre en una nueva moratoria de la deuda.

"Lo que hay que entender", dijo el ex vicepresidente del Banco Mundial, es que Argentina "no va a recibir flujos efectivos de capitales de afuera. Esto es común para todos los países" en casos de cese de pagos.

Buenos Aires, que prevé un crecimiento a partir de diciembre, negó que existan presiones del FMI y de los bancos para que el presidente Eduardo Duhalde vete las leyes de suspensión transitoria de las ejecuciones hipotecarias.

Incluso, el diario británico Financial Times aseguró que los bancos extranjeros que operan en Argentina exigen que se atrase el acuerdo con el FMI.

En tanto, el director ejecutivo de la empresa Telefónica, Fernando Abril Martorell, consideró que la crisis económica argentina ha "tocado fondo" y que su empresa es capaz de reducir el impacto negativo de la situación en el país, por lo que se mantendrá su presencia.

En este sentido, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias, declaró que América Latina no cuenta aún con una buena "arquitectura financiera internacional" que permita evitar con medidas adecuadas los contagios de crisis financieras de un país a otro.