Premeditada quiebra del almacén, dicen universitarios

Se cerró la tienda de la UAM porque dejó de ser útil, afirma Mier y Terán

KARINA AVILES

Mientras que el rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Luis Mier y Terán, afirmó que la tienda de autoservicio fue cerrada porque "dejó de ser útil para los empleados" y la comunidad universitaria, y rechazó que el almacén vaya a ser concesionado o vendido a alguna cadena comercial, el sindicato de trabajadores aseguró que las autoridades de la institución dejaron de abastecer el almacén con el claro propósito de que se fuera a la quiebra y cumplir con la política en boga de despojar a los trabajadores de sus derechos.

El sindicato respondió al rector -por conducto de David Villarruel- que la tienda "dejó de ser útil... pero para los bonos millonarios que recibían las autoridades, quienes utilizaron el establecimiento como su caja chica". Por su parte, Mier y Terán reiteró el argumento de que la universidad cerró el establecimiento "tras demostrar que el déficit operativo de 34 millones de pesos anuales y acumulado de 216 millones de pesos representaba pérdidas que se asumían en detrimento de las funciones sustantivas de docencia, investigación, preservación y difusión de la cultura".

La UAM informó que comenzó "una auditoría externa" con el propósito de precisar aspectos contables y financieros del manejo del almacén, y anunció que desde ayer instaló una mesa de información en la rectoría general, que orientará al personal de base y de confianza sobre la forma en la que en lo sucesivo recibirán las prestaciones que se les otorgaban en función del programa cancelado, como "la despensa en especie, créditos por 500 pesos para la adquisición de mercancías, un vale anual de 650 pesos y una canastilla de maternidad, así como un vale para la adquisición de libros entregado al personal académico, administrativo y a los trabajadores que estudian".

Respecto a la auditoría externa, la institución apuntó que "se trata de un ejercicio que los representantes de los trabajadores se negaron a acordar bilateralmente, pero una vez cerrado el establecimiento y con la documentación disponible se pondrá en marcha con el apoyo de la tesorería y de la contraloría internas".

Por la tarde sesionó el Consejo General de Delegados del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM), instancia que definió un plan de acción que contempla movilizaciones de protesta, tanto al interior como al exterior de la casa de estudios, así como la firma de cartas de miembros de la comunidad en rechazo al cierre.

El secretario de Relaciones y Solidaridad del SITUAM, David Villarruel, afirmó que "si la tienda está en quiebra es por la mala administración de la UAM", que la dejó de abastecer e implementó medidas para que se hundiera; por ejemplo, dijo, "obligar a los miembros de la comunidad a cambiar sus vales de despensa en Sumesa y Comercial Mexicana".

Además, aseguró, las cafeterías de la universidad "no tienen como proveedor a la tienda, sino a otros distribuidores externos de los que poco se sabe". Por si fuera poco, continuó, "la universidad no denunció los grandes robos que se hicieron" al almacén.

Apuntó que "las autoridades agarraron a la tienda como su caja chica", y en todo caso lo que se debe discutir es la transparencia del presupuesto universitario. Destacó que los trabajadores defenderán ese establecimiento mediante la presentación de "los elementos ilegales en que han incurrido las autoridades", y enfatizó que los sindicalizados estarán en resistencia, porque si dejan pasar esta acción los siguientes "en la mira de la rectoría serán los centros de desarrollo infantil".

Mier y Terán manifestó que ante la constante falta de recursos para las universidades, el presupuesto que se les otorga debe ser asignado de la manera más eficiente, "sin tener cargas innecesarias".

Afirmó que los trabajadores adscritos a la tienda seguirán en la universidad, porque serán reinstalados en otras dependencias de la institución. Dijo que los empleados recibirán informes sobre los procesos de reubicación que se pondrán en marcha "una vez que la universidad acuerde lo conducente con la representación sindical, en los términos del contrato colectivo vigente".