lunes 19 de agosto de
2002 |
Tendajón Mixto Asalto a la razón n Jaime Ornelas Delgado |
1. Estremece conocer la existencia,
en el gobierno estatal, de funcionarios como el señor
Eugenio Miranda, subsecretario de Educación Superior,
quien declaró que Puebla "no se puede dar el lujo
de abrir más carreras humanistas (pues) lo que requiere
el estado son carreras de corte técnico". Es
difícil saber cómo entiende este preclaro funcionario
foxista (sí no lo es, parece serlo por sus
despropósitos), el desarrollo de una sociedad sin
humanismo, pero si por lujo debe entenderse inutilidad,
ningún gobierno puede darse el lujo de sostener a
funcionarios como éste, que en aras del productivismo y
la técnica deshumanizada quiere llevarnos a la barbarie
de la incultura. 2. En la dichosa lista de libros que integrarán la biblioteca de aula para la educación básica (primaria y secundaria), La Jornada informa que no se incluyó obras de Carlos Fuentes ni de Octavio Paz, tampoco de Juan José Arreola, José Emilio Pacheco y, mucho menos de José Revueltas (en los tiempos que corren, más bien debemos agradecer a los "expertos" que no hayan recomendado quemar los libros de este espléndido escritor comunista). Cierto, es difícil hacer una selección de 25 títulos (12 al final, porque los otros 13 son de difusión científica) y dejar conforme a todo el mundo, pero sí convendría conocer los criterios de selección, o los de exclusión, sobre todo porque, sabiendo la manera como actúan las autoridades educativas del país, podemos quedarnos con la idea de que muchos autores fueron eliminados porque escriben "pornografía", o porque a Marthita y a los jerarcas de la iglesia católica no les gustan, o que en la selección hayan influido funcionarios de la talla de Eugenio Miranda, y eso sí, francamente, sería un verdadero horror. Para poner fin a la polémica, la propuesta de Héctor Vasconcelos, embajador de México en Dinamarca, me parece estupenda: hacer la lista definitiva con los textos excluidos por los "expertos". 3. No señor Fernández de Cevallos, una película no es porquería; porquería es ser senador y litigante; es el tráfico de influencias y la doble moral; la violación de niños y monjas por curas; el financiamiento externo de campañas electorales; la manipulación de los sentimientos religiosos para ganar votos; porquería es prohibir y, en fin, condenar moralmente lo que se desconoce, y pretender tener autoridad para hacerlo. 4. Así es que no son 40 millones los pobres que decía Fox que había en el país, sino que, según una "nueva metodología", casi llegan a 54 millones. Lo peor es que, ante esta difícil situación, el gobierno de Vicente Fox mantiene como prioritario su empeño inútil de modificar la Constitución para privatizar el sector energético y entregarlo al capital extranjero. ¿De verdad creerá el foxismo que así se podrá combatir la pobreza? 5. De ninguna manera es suficiente que el presidente Fox le haga al héroe diciendo que resiste a quienes lo invitan "a reprimir o a usar la violencia"; tiene además la obligación de informar quién o quiénes le hacen tan torpe invitación. 6. Y como diría el presidente Fox (y sí no lo dijo, merecería decirlo): errar es de humanosÉ pero echarle la culpa a otros es hacer política. |