El índice más alto se registró
en julio, con 19 casos; este mes 11 se han quitado la vida
En lo que va del año, 109 suicidios en la ciudad
Entre ellos, nueve menores y seis ancianos Predominan
los hombres entre 20 a 30 años
SUSANA GONZALEZ G.
Del primero de enero hasta ayer domingo 18 de agosto,
un total de 109 personas se han suicidado en el Distrito Federal y el índice
más alto se registró el mes pasado, con 19 casos mientras
que en lo que va de este mes ya suman 11, de los cuales los últimos
cuatro ocurrieron este fin de semana, según se desprende de los
reportes cotidianos de la Secretaría de Seguridad Pública
(SSP).
El 8 por ciento de quienes han determinado quitarse la
vida en este año son menores de edad (6 varones y 3 niñas),
entre ellos una pareja de novios, de 17 años de edad cada uno, que
se mató ingiriendo pastillas el 12 de junio. La misma decisión
de matarse tomaron seis personas de la tercera edad, entre ellos una anciana
de 60 años que se arrojó al paso del metro el 3 de marzo
en la estación Colegio Militar de la línea 2 o de un octogenario
que el mes pasado se arrojó desde un décimo piso del edificio
donde vivía. Los reportes policiacos incluyen también las
muertes de 14 mujeres de entre 22 y 52 años de edad, lo que significa
que la mayoría de los suicidas son hombres.
El suicida más joven que hasta el momento ha reportado
la policía es un niño de 13 años de edad, llamado
José Antonio, que antes de colgarse de una viga de su casa el 7
de agosto, en la delegación Xochimilco, escribió un recado
que rezaba: "Mamá, gracias por cuidarme y por todo lo que me diste.
Veo que te estorbo y causo problemas y que les vaya bien. Adiós".
Otra adolescente de 15 años, Karla Alejandra, también
explicó a su mamá en un papel por qué se mataba: "Trato
de hacer las cosas bien, pero siempre me salen mal. Tomo esta decisión
porque prefieres a la hija del segundo matrimonio de mi padre".
Las explicaciones dejadas en recados póstumos son
excepcionales, pues además de los dos mencionados sólo existen
cuatro casos más donde el suicida explica a sus seres queridos su
decisión o por lo menos su deseo de matarse para que no se culpe
a terceros. Por ejemplo, el 17 de julio, una mujer de 45 años escribió
a sus hijos "Sólo tengo ganas de morir" y así lo hizo, amarrándose
una bolsa de plástico que impregnó de éter.
Más de la tercera parte de los suicidas son jóvenes
de entre 20 y 30 años de edad, y al igual que las mujeres, niños
y ancianos utilizan un cordel, un cinturón o un lazo para llevar
a cabo su propósito, el cual cuelgan de alguna ventana, estructura
o regadera de su casa. Prácticamente son excepcionales los suicidas
que utilizan un arma de fuego pues apenas se contabilizan 15, entre ellos
un policía judicial, otro bancario y uno auxiliar.
La policía reporta diez casos de personas que decidieron
arrojarse al paso del metro y de ocho personas que se lanzaron al vacío
desde puentes peatonales o del edificio donde vivían (hay por ejemplo
tres casos de la unidad habitacional Tlatelolco, el último ocurrido
el jueves pasado).
Si bien el domicilio familiar se convierte en el principal
escenario de los suicidas, hay por lo menos cinco casos de gente que se
ahorcó en árboles de la calle y parques públicos;
dos en hoteles; otro par en obras en construcción; en un establo;
fábricas abandonadas o incluso en una bodega de ataúdes del
panteón civil. Pero también ha habido suicidios en cárceles,
como ocurrió el 21 de junio en los separos de la agencia 33 del
Ministerio Público, cuando un hombre que fue detenido por ingerir
bebidas embriagantes en la calle se colgó de los barrotes con su
ropa; lo mismo sucedió con un reo del Reclusorio Sur el 11 de febrero.