Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 19 de agosto de 2002
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Economía
Petroprecios, entre ''bravuconadas geopolíticas'' y debilidad económica: expertos

La amenaza de que EU declare la guerra a Irak carga una prima de 6 dólares al barril de crudo

Si se desata el conflicto, el petróleo llegará a costar 40 dólares por unidad durante varios meses, afirma instituto de Canadá Fuerte impacto sobre la economía mundial, prevén

NOTIMEX

Montreal, 18 de agosto. Un eventual ataque contra Irak y el conflicto palestino-israelí imponen una ''prima de guerra'' de seis dólares sobre cada barril de petróleo, según el economista canadiense Vicent Lauerman.

Lauerman, del Instituto de Investigaciones en Energía de Canadá (CERI, en inglés), afirma que los precios del crudo West Texas Intermediate (WTI) están vapuleados entre ''las bravuconadas geopolíticas'' (contra Irak) y el debilitamiento de los indicadores económicos y bursátiles.

Expuso que el alto nivel de inventarios a comienzos del tercer trimestre de 2002 debería situar el precio de 20 a 22 dólares por barril del WTI.

pemex_yacimiento-perforaciPero la amenaza de guerra contra Irak y el conflicto israelí-palestino están sobrecargando un ''premio de guerra'' de al menos seis dólares por barril, lo que explica que el 15 de agosto el referencial WTI cerrara en 29.06 dólares.

El CERI mantiene su índice de referencia (previsión) de julio para el precio del barril en 25.75 dólares para todo el año 2002 y en 24.75 dólares para 2003, a menos que haya un cambio de coyuntura política y económica.

Si hay guerra total contra Irak en el cuarto trimestre de 2002 o en el primero de 2003, según el CERI, el precio del crudo llegará y permanecerá varios meses en 40 dólares el barril, y el promedio anual este año sería de 29.50 dólares, y de 32 dólares para 2003.

La economía global, que está en una situación delicada, sufrirá un impacto muy fuerte por el alza del precio del crudo.

Incumplimiento de cuotas

Lauerman añadió que la inminencia de un ataque contra Irak, si se acepta que el presidente estadunidense George W. Bush descartó cualquier arreglo con el régimen de Saddam Hussein, se compensa por otra situación: el incumplimiento de las cuotas de cinco países productores externos a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que son Angola, México, Noruega, Omán y Rusia, los cuales acordaron acatar las cuotas de producción fijadas con el cártel internacional.

De acuerdo con el experto, estos cinco países son responsables de la mitad del aumento (de mil 300 millones de barriles diarios de petróleo en el primer trimestre y mil 700 en el segundo) de la producción petrolera mundial, a pesar de sus compromisos.

Rusia, agregó el analista, aumentó su producción en 600 millones de barriles diarios durante el primer trimestre, mientras los 10 países de la OPEP la recortaron en 2 mil 800 millones, bajando a 30 por ciento su parte en el mercado mundial de crudo.

Agregó las ''recientes especulaciones'' sobre tensiones internas en la OPEP por los esfuerzos de Argelia y Nigeria para aumentar su tasa, ''mientras Venezuela parece haber actuado unilateralmente al excluir de su cuota el petróleo ultrapesado del Orinoco''.

Caracas aduce que tomó esa medida porque los ingresos gubernamentales provenientes del petróleo sintético derivado del crudo ultra pesado, conocido como orimulsión, ''son marginales''.

Crecería la producción del Pérsico

Pese a estas cifras y actitudes no hubo guerra de precios, porque el conflicto bélico contra Irak ''es una posibilidad real'' que cortaría el crudo iraquí del mercado y daría una oportunidad de aumentar la producción a los países del golfo Pérsico, columna vertebral de la OPEP.

La presión alcista de la situación en Medio Oriente sobre el crudo supera la presión a la baja creada por la precariedad de la recuperación económica mundial, según Lauerman.

Destacó que la economía estadunidense sigue frenándose y ''revive los temores de una doble recesión'', mientras la japonesa se hunde cada vez más en la deflación, el crecimiento es débil en Europa y América Latina flirtea ''con otra crisis financiera de grandes proporciones''.

A este panorama se agrega, según el CERI, la tendencia a la baja de los mercados bursátiles en el mundo industrializado, que exacerban las dificultades económicas ''a través del efecto de la riqueza'', lo que plantea la posibilidad de una baja en la demanda de petróleo.

Al comentar las posibilidades de una nueva guerra de Estados Unidos contra Irak, el CERI resalta los índices que apuntan a esta eventualidad, como el aumento de la Reserva Estratégica de Petróleo.

Todo indica que la administración Bush se prepara para atacar Irak, a pesar de la oposición casi unánime de los países aliados de Washington y de expertos y políticos estadunidenses, que temen que esa operación desestabilice a toda la región.

''La seguridad energética de Estados Unidos es otra importante razón que explica la determinación de la administración de Washington en derrocar a Saddam Hussein, quien es especialmente popular en el mundo árabe'', comentó.

Desde el 11 de septiembre de 2001, a raíz de los ataques en Nueva York y Washington, dice Lauerman, la estabilidad del grupo gobernante en Arabia Saudita, la Casa de los Saud, está cada vez más amenazada por los musulmanes radicales.

A pesar de la brutal represión de las protestas públicas, agregó el analista del CERI, van en aumento las demostraciones contra el gobierno saudita y su política proestadunidense.

''La oposición pública (al régimen de Ryad) aumentó tanto que el Pentágono, según se supo por recientes publicaciones, patrocinó recientemente una conferencia secreta para explorar las ramificaciones que tendría el derrocamiento de la casa de los Saud''.

Arabia Saudita controla una cuarta parte de las reservas probadas de petróleo convencional y la instalación en Irak de un gobierno prooccidental le daría a Estados Unidos un mayor control sobre las reservas de crudo de ese país, que constituyen el 10.7 por ciento de las mundiales y son extraíbles a bajo costo. 

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