Adeudo del IMSS impidió que les surtieran la receta

Seropositivos en Colima no tuvieron medicamentos durante dos meses

VERONICA GONZALEZ CARDENAS CORRESPONSAL

Colima, Col, 15 de agosto. Derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) contagiados con el virus de inmunodeficiencia adquirida (VIH) carecen de medicamentos retrovirales necesarios para controlar su enfermedad e ignoran la concentración de virus en su sangre, porque desde febrero pasado la institución no les aplica los exámenes CD4 de carga viral, informó el presidente de la asociación Amigos Colimenses contra el VIH/sida (Acolsida), Jorge Iglesias de
la Cruz.

Señaló que los 75 derechohabientes del IMSS infectados con el VIH temen que merme su salud debido a que frecuentemente la institución tiene problemas de abasto de medicamentos y no les surte con oportunidad el Estavudina, un retroviral que disminuye la concentración de virus en la sangre y los ayuda a conservarse sanos por más tiempo.

Resaltó que en los dos meses pasados al menos cinco pacientes estuvieron sin el retroviral debido a que la farmacia del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), que subroga la medicina, rehusó surtirles la receta porque el IMSS tenía un adeudo con ellos. Aunque la situación se resolvió en días pasados, los pacientes temen que el virus haya creado resistencia al medicamento durante los dos meses que no lo consumieron.

El precio normal del Estavudina en las farmacias comerciales rebasa los mil pesos, mientras que en un laboratorio privado los estudios de carga viral para medir la concentración de virus en la sangre tienen un costo de 3 mil 800 pesos, dinero que los derechohabientes del IMSS no pueden pagar, porque la mayoría son de bajos recursos económicos,
explicó.

Apuntó que el 13 de febrero pasado el IMSS aplicó el anterior examen de carga viral a una decena de pacientes, pero hay quienes tienen un año sin saber cómo está la concentración de virus en su sangre porque quedaron fuera de la lista de beneficiarios, a pesar de que deben someterse a dichos análisis cada seis meses.