Luis Javier Garrido
El autoencubrimiento
Vicente Fox ha perdido toda credibilidad democrática al segundo año de su gobierno, pero ni él ni sus consejeros parecen haberse dado cuenta de lo que acontece en el país, y al acercarse el segundo Informe pretenden mejorar su imagen con golpes propagandísticos.
1. La política exterior del gobierno foxista ha buscado desde un principio promover la imagen personal de Fox, y para ello parece no tener escrúpulos, como acontece ahora con la reciente ejecución de un mexicano en Estados Unidos.
2. El tardío apoyo de Vicente Fox a la petición de clemencia al ciudadano mexicano Javier Suárez Medina, sentenciado a muerte en Texas por homicidio, y que habían hecho decenas de organizaciones mexicanas al presidente George W. Bush y a Rick Perry, gobernador de ese estado (13 de agosto), como la decisión que tomó dos días después de cancelar su visita a Estados Unidos, supuestamente por la negativa de las autoridades estadunidenses a atender su solicitud y ejecutar con inyección letal a este connacional (14 de agosto), constituyen dos ejemplos bastante vergonzosos de cómo de Los Pinos se están tomando las decisiones de Estado, no para buscar el bien del país sino en función de la imagen presidencial.
3. El viaje de Fox y su comitiva a Texas había sido ya impugnado desde meses atrás por diversas organizaciones chicanas de ese estado, como diversos medios lo hicieron saber de manera oportuna, ya que había sido organizado en función de las próximas elecciones locales para gobernador, a fin de que Fox participara activamente, y era evidente que debía enfrentar múltiples protestas durante ese viaje, por lo que se buscó un pretexto para cancelarlo que, al mismo tiempo, le permitiera levantar su alicaída imagen a escala internacional dado que tanto por los traspiés del gobierno mexicano en diversas iniciativas como por sus propios excesos e ignorancia, es ya identificado como "el Bucaram mexicano".
4. El gobernar por medio de la propaganda puede revertirse muy fácilmente, como acontece en esta ocasión, pues a lo largo de toda su gestión, en los hechos Fox no se había dado por enterado de los problemas reales de los mexicano-estadunidenses en EU, con el propósito de no tener fricción alguna con quien ha sido su principal protector: George W. Bush. Y así ignoró otras ejecuciones y pasó por alto que, durante la gestión de Bush como gobernador de Texas, éste fue un férreo partidario de la pena de muerte y no atendió una sola petición de clemencia en los casos de mexicanos, a sabienda de la clase de procesos en los que se les condena. Porque el problema central no lo constituye tan sólo que esté de nuevo en vigencia en Estados Unidos la pena de muerte, sino el hecho aberrante de que existen en ese país dos tipos de justicia: una para los estadunidenses blancos, anglosajones y protestantes (y acaso hoy día también para los afroamericanos, que están defendiendo de mejor manera sus derechos), y otra para los trabajadores de origen mexicano, y que Fox haya sido cómplice de esto.
5. El aspecto central del problema no lo constituye tan sólo la pena de muerte, con la que cualquiera pude adornarse combatiéndola, como ahora pretende hacerlo Fox, sino el hecho de que a los acusados de origen mexicano se les sentencie con base en procesos inequitativos, en los que de manera sistemática se violan sus derechos fundamentales y en los que no tienen garantía alguna. Como acontece con los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, para los que no hay respeto legal.
6. Los mexicano-estadunidenses han crecido en importancia en la vida económica y social de EU y sin embargo son las víctimas predilectas del racismo judicial que impera en ese país. ƑO de qué otra manera puede interpretarse el hecho de que haya 53 ciudadanos de origen mexicano en el corredor de la muerte de diversas prisiones de Estados Unidos, que constituyen 44 por ciento de los condenados muerte que luchan por salvar su vida?
7. La diplomacia foxista ha tenido desde el primero de diciembre de 2000 la tarea singular de trabajar, a) no para defender los derechos de los mexicanos ante el exterior sino los intereses trasnacionales en México, y de manera muy especial b) a fin de promover la imagen personal de Fox, aunque haya sido con el resultado deplorable que se conoce, y esto último precisamente para paliar la realidad: que Fox encabeza el gobierno más entreguista de la historia reciente de México, y después de las experiencias de Salinas y de Zedillo esto tiene un significado. El (fallido) mayor activismo "de México" en el exterior, es decir de Fox, desde la iniciativa de 2001 "para reunificar a las dos Coreas", hasta la pretendida lucha ahora contra la pena de muerte en Estados Unidos, incluyendo sus incontables viajes de autopromoción al exterior, no ha buscado más que eso: encubrir que Vicente Fox encabeza un gobierno sin dignidad, plenamente subordinado a Washington y a sus intereses imperiales. En otras palabras, busca lavarle la imagen.
8. Los hechos, en todo caso, no son ocultables con la autopromoción. El incremento del número de mexicanos que se ven obligados a salir del país se debe a las políticas antinacionales de los últimos gobiernos priístas que Fox ha hecho suyas, pues está desmantelando de manera acelerada a la nación, entregando de manera más abierta los recursos nacionales al capital extranjero, despojando a pueblos y comunidades de sus tierras y sus derechos esenciales, y es esto lo que busca encubrir, en especial ahora que se intensifica la lucha por los recursos naturales básicos: el petróleo y la electricidad.
9. La iniciativa popular para salvar la vida de Suárez Medina, y a la que de manera oportunista y tardía se sumó Fox, buscando capitalizarla a su favor, fue eso: una iniciativa trabajada desde la sociedad. Es mentira por ello lo que asienta el comunicado de prensa del miércoles 14 en el sentido de que "la comunidad internacional apoyó de manera decidida las gestiones del gobierno mexicano". Los 13 gobiernos que enviaron cartas de apoyo sabían que apoyaban no a los derechos humanos sino a Fox, atendiendo su demanda.
10. En todo caso, Vicente Fox no puede ya engañar. Y en los asuntos decisivos ya se sabe que sigue estando en contra de los intereses de los mexicanos.